Las diversas puertas de regalos

En las primeras emisiones de «Un, dos, tres... responda otra vez» Kiko Legdard ofrecía a los concursantes de la subasta los regalos que se escondían detrás de unas puertas numeradas o unas cortinas. A medida que los programas estuvieron dedicados a un tema cada noche de lunes, las puertas comenzaron a ser personalizadas y adaptadas al tema en cuestión; así, por ejemplo, en el programa dedicado al teatro (11 de septiembre de 1972) cada una de las puertas era una obra de teatro identificada con un cartel que sostenían las azafatas.

Jorge Llopis presenció la representación
de su “Romance del vampiro cañí”

El autor del “Romance del vampiro cañí”, Jorge Llopis, pudo presenciar en directo desde la grada del público, la interpretación que del mismo hizo el actor Manolo Gómez Bur hizo en el programa dedicado al terror (4 de diciembre de 1972).

Un veterano y dos jóvenes universitarios

La veteranía del actor que daba vida a “don Cicuta” contrastaba con la juventud de los chavales que se metían en la piel de sus ayudantes. Valentín Tornos tenía setenta y un años cuando comenzaron las grabaciones de «Un, dos, tres... responda otra vez». Por su parte, Ignacio Pérez y Javier Pajares, que representaban a Remigio y Arnaldo Cicutilla, respectivamente, eran dos estudiantes universitarios de apenas veinte años.

La dificultad de trabajar con animales en televisión

Una cosa que siempre tuvo clara Narciso Ibáñez Serrador es que trabajar con niños y con animales en un plató de televisión es dificilísimo; y lo sabía por experiencia propia. Pero a pesar de eso, en «Un, dos, tres...» nunca faltaron animales ni niños; los primeros podían aparecer en cualquier programa; los segundos lo hacían normalmente en los especiales de Navidad.

En la imagen vemos a Roberto Mosca acompañado por unos perros en el programa dedicado a la publicidad (22 de enero de 1973).