Kiko Ledgard conocía perfectamente la mecánica del concurso

Kiko Ledgard conocía perfectamente la mecánica del «Un, dos, tres...» porque en Perú tenía experiencia presentando un formato parecido al de la subasta, que en aquel país se tituló «Haga negocio con Kiko». No es de extrañar, por tanto, que se hiciera con las riendas del programa enseguida y que se hiciera merecedor de todos los premios que recibió como presentador del espacio.

Hasta Chicho iba identificado como miembro del equipo

Los miembros del equipo técnico de «Un, dos, tres...» iban todos identificados con una tarjeta que se colgaban de una prenda en un lugar visible. Ni el propio Narciso Ibáñez Serrador se libraba de tener que llevarla, como un miembro más del equipo que era.

En la foto podemos verle esa etiqueta agarrada a su jersey con un imperdible, mientras trata de explicar la mecánica de la eliminatoria del programa dedicado al toro en la Mitología (22 de febrero de 1985), con Lydia Bosch al fondo.

La telepática conexión entre Mayra y Chicho

No tuvo que pasar mucho tiempo para que entre Narciso Ibáñez Serrador y Mayra Gómez Kemp se creara una química especial que favorecía el desarrollo del trabajo en «Un, dos, tres...». A veces no eran necesarias palabras, sino que bastaban miradas o un simple gesto, para que ambos comprendieran lo que se querían decir. Incluso, a veces, telepáticamente conseguían comunicarse, ya que cuentan la anécdota de que en una ocasión Chicho estaba pensando que un regalo de la mesa dificultaba la visión de los concursantes y Mayra inmediatamente apartó un poco el objeto para que no tapara sus caras.

Gloria trabajó en «Un, dos, tres...» muchos años

Gloria Fernández comenzó siendo una azafata muy tímida. Lo que ella sabía hacer perfectamente era bailar y así lo demostraba en el programa viernes tras viernes, pero después de tantas semanas trabajando a las órdenes de Chicho Ibáñez Serrador terminó convirtiéndose en una excelente comunicadora que dominaba el mundo de la televisión.