Las subastas de Kiko no eran espectaculares, pero sí muy dinámicas

Las subastas de las dos primeras etapas del «Un, dos, tres...», magistralmente conducidas por Kiko Ledgard, no eran tan espectaculares como las de etapas posteriores. Apenas tuvieron números musicales o coreografías, aunque en cada programa se ofrecía un renovado decorado acorde con el tema del programa.

Pero algo que caracterizaba a aquellas subastas era su dinamismo. Continuamente llegaban a la mesa regalos con premios que los concursantes desechaban hasta llegar al último. Aquel dinamismo quizás se perdió en etapas posteriores en favor de una mayor espectacularidad en el show.

Kiko Ledgard en la mesa con unos concursantes

La parte de la subasta de «Un, dos, tres...» se basaba en el formato del legendario concurso norteamericano «Let’s make a deal». De hecho, el propio Kiko Ledgard presentó en Perú una adaptación titulada «Haga negocio con Kiko».

La novedad de «Un, dos, tres...» fue reunir en uno los tres formatos de concurso conocidos y estar dedicado cada semana a un tema distinto, que servía de base para el vestuario, los decorados, los números musicales, etc.

Las gradas y la mesa iban decoradas con
motivos alusivos al tema de cada programa

En la segunda etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez» (1976-1978) la mesa de la subasta y las paredes de las gradas estaban decoradas con motivos alusivos al tema de cada programa.

La foto que acompaña a este texto corresponde al programa dedicado a los deportes de invierno (25 de febrero de 1977).

Kiko saluda a las azafatas

Al comienzo de cada programa, Kiko Ledgard saludaba a las dos azafatas que le servían de escolta, y también al resto de secretarias, que estaban sentadas en el set de la azafata contable.

Y muy a menudo solía dedicarles algunas palabras simpáticas o, incluso, algún piropo.