Clásica y archiconocida es la anécdota del elefantito y ha sido contada en mil y una ocasiones por sus protagonistas. Resulta que Chicho Ibáñez Serrador necesitó para uno de los programas un elefante y le llevaron a los Estudios Roma a una elefanta y a su cría. Por motivos de tamaño, Chicho vio que era suficiente con la cría por lo que la introdujeron en el plató quedándose la madre fuera.
Pero el elefantito comenzó a bramar dentro del estudio y su madre, que la oyó desde fuera, rompió las cadenas que la sujetaban e irrumpió en el plató arrasando con todo lo que se encontraba a su paso. El revuelo fue enorme y el susto de todos los presentes aun mayor. Mayra Gómez Kemp cuenta que se quedó petrificada y que fue Gregorio Quintana, el ayudante de realización, quien tiró de ella y la subió a lo alto de las gradas.
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Afortunadamente, cuando la elefanta vio que su hijito se encontraba en perfectas condiciones, se calmó y no hubo que lamentar males mayores.
Quizás ésta sea la anécdota más recordada relacionada con animales, pero en esta sección vamos a intentar, sin ánimo de ser exhaustivos, ver la relación del «Un, dos, tres...» con los animales a lo largo de sus diez etapas.
Y podemos comenzar citando a un perro muy especial con quien Narciso Ibáñez Serrador mantenía interesantes conversaciones al comienzo de los programas de las etapas séptima y octava. Nos referimos a “don Mariano”.
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“Don Mariano”, que era un precioso basset hound, se llamaba en realidad Óscar y pertenecía al ventrílocuo Andre Astor. En un primer momento, Eduardo Moreno le prestó la voz, pero fue sobretodo Jordi Estadella quien más dobló a este canino asesor de la BBC. En 2004, Dani Martínez fue quien le puso voz en las pocas apariciones del perro.
El can producía también el llamado “Show de don Mariano”, donde animales de todo tipo conversaban entre ellos con total naturalidad. Este espacio, que se emitía en las etapas séptima y octava, estaba basado en una idea original de André Van Duin.
En este vídeo vemos una de las emisiones de “El show de don Mariano”, concretamente la del programa dedicado a Canarias (27 de marzo de 1992).
Los animales también han servido en «Un, dos, tres...» para ambientar los temas. Era habitual que en el decorado aparecieran animales, como monos, cabras, camellos o serpientes en “Las mil y una noches”.
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Los camellos fueron una constante en los diversos programas dedicados a “Las mil y una noches”. Además, tanto en el programa de la segunda etapa, como en de la tercera y en «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!», el presentador hacía venir el camello desde el decorado hasta la zona de la mesa de la subasta.
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Los camellos tampoco podían faltar en los programas dedicado a la arqueología o a Cleopatra, ambientados en Egipto.
En estos vídeos vemos los decorados de los programas dedicados a la arqueología (4 de mayo de 1987) y a Egipto: buscando a Cleopatra (22 de enero de 1993).
