Las azafatas de la primera etapa
de «Un, dos, tres... responda otra vez»

Pilar, Aurora, Ana Ángeles, Yolanda, Cira y Britt

Ana Ángeles García era la contable del programa, la azafata que se encargaba de multiplicar las respuestas acertadas de los concursantes por las pesetas correspondientes. Como muchas de sus compañeras, se presentó al casting de selección de azafatas por casualidad, pero resultó elegida.

Nació en Madrid el 16 de febrero de 1951.

Compaginaba su trabajo en «Un, dos, tres...» con la carrera de Filosofía y Letras, aunque soñaba con ser actriz, y estaba segura de que el programa sería un buen trampolín para darse a conocer.

María Gustafson era la azafata extranjera del programa, nacida en Boden (Suecia), aunque hablaba castellano perfectamente. Siendo la única chica extranjera, resultaba raro que se llamara María, por eso Chicho decidió rebautizarla como Britt.

De todas las azafatas, era la única actriz profesional. En su Suecia natal había hecho teatro para aficionados, pero fue al llegar a España cuando se profesionalizó, trabajando incluso con Narciso Ibáñez Serrador en «La Residencia».

En España encontró también marido, con el que tuvo una hija. La pequeña retiró a María de la escena, pero cuando la niña ya tenía 14 meses pudo volver al trabajo de la mano de «Un, dos, tres... responda otra vez».

Pilar Pérez Sanabria nació en Madrid el 13 de diciembre de 1947. Antes de ser azafata de «Un, dos, tres...» había hecho pequeños papelitos en «La Cabina» y en «Crónicas de un pueblo», ambas de Antonio Mercero. En cambio, su sueño no era tanto ser actriz como locutora.

En el concurso se encargaba de leer los números de las bolas que salían del bombo y que indicaban las cartas de los espectadores elegidos para ser concursantes la siguiente semana.

Pilar se vio obligada a abandonar el programa en enero de 1973 para ser intervenida quirúrgicamente en Alemania de arterioesclerosis. Aunque la enfermedad era grave, afortunadamente la operación fue un éxito, y pudimos ver a Pilar nuevamente en el último programa de la primera etapa.

Marisa Hernández ya conocía el mundo artístico antes de entrar a trabajar en «Un, dos, tres... responda otra vez», ya que había alcanzado cierta popularidad como cantante, bajo el nombre de Maxia. Ella sentía por sus venas el ritmo de la música, así que desde muy joven comenzó a prepararse: estudió baile, tomó clases de canto y se lanzó al mundo del espectáculo.

Nacida en Madrid el 5 de noviembre de 1948, Marisa soñaba con llegar a ser algún día una gran actriz y protagonizar una película musical; aunque era consciente de que era muy difícil, confiaba en que «Un, dos, tres...» le sirviera de trampolín.

En el programa era la encargada de acercar la bandeja de las preguntas a las parejas de concursantes.

Marisa no llegó a estar en todos los programas de la primera etapa del concurso, ya que decidió dedicarse por entero a su carrera como cantante. No obstante, volvió al «Un, dos, tres...» en la última emisión para recordar su paso por el programa.

Cira Rodríguez de Salinas nació en Alicante, aunque cuando era muy pequeña su familia se trasladó a Barcelona, donde vivió toda su juventud. Antes de ser azafata de «Un, dos, tres...», Cira había sido modelo y había rodado anuncios publicitarios.

Entró en «Un, dos, tres... responda otra vez» sustituyendo a Marisa Hernández y se quedó hasta el final de la primera etapa (1972-1973), participando incluso en el primer programa de la segunda etapa (1976-1978), deseando suerte a las nuevas azafatas y entregándole las tradicionales gafas.

En la actualidad, vive felizmente en Estados Unidos, donde se casó con un capitán de las Fuerzas Aéreas. Allí se dedicó durante algunos años a la moda con mucho éxito y ahora regenta un negocio de joyería. El matrimonio tuvo una hija que nació en Madrid, pero que ha crecido en EE.UU.

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