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Las azafatas contables
del «Un, dos, tres...»

 

 

                     

   

 

 

Una de las azafatas más emblemáticas de «Un, dos, tres...» era la contable, que se encargaba de multiplicar el número de respuestas de los concursantes por la cantidad de pesetas (o euros) correspondiente.

 

Dada la importancia de su papel y su gran protagonismo durante la tanda de preguntas, las chicas que ejercían de contable lograban una gran popularidad y muchas de ellas continúan a día de hoy en el mundo del espectáculo como actrices o presentadoras.

  

 

 

 

La primera azafata contable de «Un, dos, tres... responda otra vez» fue Ana Ángeles García.

 

Ana tenía 21 años cuando debutó en el programa. A pesar de ser la contable, no le gustaban en exceso los números ni las matemáticas; de hecho, estudiaba Filosofía y Letras.

 

Ana Ángeles se hizo muy conocida en toda España por su función de contable, de ahí que la aseguradora MAPFRE recurriera a ella para un anuncio de sus productos.

 

Ana Ángeles García - Anuncio MAPFRE
Ana Ángeles García - «Un, dos, tres... responda otra vez» (1972)

 

 

Su preciosa voz le abrió las puertas del mundo del doblaje, participando en diversas películas, entre las que destacan «Kramer contra Kramer» o «Harry Potter», entre otras muchas, y series de televisión como «Falcon Crest», «Sensación de vivir» o «Perdidos».

 

Además, siguió vinculada al «Un, dos, tres...», siendo la voz en off del programa durante los años 90.

  

 

 

 

La segunda contable de «Un, dos, tres... responda otra vez» fue Victoria Abril.

 

Victoria fue una de las azafatas más jóvenes del
programa, lo que no fue obstáculo para que Chicho
le confiara el importante papel de azafata contable

Victoria Abril - «Un, dos, tres... responda otra vez» (1976)

 

 

Victoria sólo tenía 16 años cuando fue elegida como azafata del programa. Ella quería conseguir dinero para financiar sus estudios de danza en Ginebra; pero Chicho Ibáñez Serrador vio en ella un enorme potencial y creyó que podría llegar a ser una importante actriz. De ahí que le otorgara el destacado papel de azafata contable.

 

Victoria Abril - «Un, dos, tres... responda otra vez» (1976)

 

 

En efecto, la elección produjo sus frutos y muy pronto directores y productores la llamaron para intervenir en sus películas. Pero el éxito y la popularidad también tuvieron su cruz, y el acoso de la prensa que sufrió Victoria en esta época le hizo tomar la decisión de emigrar a Francia, donde ha desarrollado gran parte de su carrera como actriz.

  

 

 

 

En la tercera etapa de «Un, dos, tres...» la chica elegida como contable fue Patricia Solís, una guapísima ceutí de 22 años.

 

Patricia Solís - «Un, dos, tres...» (1982)

  

 

Patricia es una de las pocas azafatas contables que no continuó su carrera artística delante de las cámaras, pero su excelente manejo de la calculadora le llevó a dedicarse profesionalmente a labores de producción de programas de televisión. De hecho, trabajó en el equipo de producción de «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!».

 

«Un, dos, tres...» - 1982
Todas las azafatas de la primera parte de la tercera etapa de «Un, dos, tres...»

  

 

 

 

Con el relevo de las azafatas que se produjo el 20 de mayo de 1983, Patricia dejó su puesto de contables, que fue asumido por Silvia Marsó.

Silvia Marsó - «Un, dos, tres...» (1983)

Silvia Marsó - «Un, dos, tres...» (1983)

Silvia Marsó, calculadora en mano

  

 

En esta época, ya todas las azafatas alcanzaban mayor protagonismo dado que participaban en los números musicales de la subasta; aun así, el puesto de azafata contable seguía siendo privilegiado, y el mayor tiempo que pasaba frente a la cámara la chica de la calculadora le permitía hacerse muy popular, lo que la abría las puertas de otros programas o del cine.

 

Sería muy largo recordar aquí el currículum de Silvia, pero no cabe duda de que ha sido una de las chicas con mayor proyección artística después de su paso por «Un, dos, tres...».

   

 

 

 

El buen ojo de Narciso Ibáñez Serrador seleccionando azafatas contable continuó en las etapas cuarta y quinta, en las que la elegida para esa función fue Lydia Bosch. 

Lydia Bosch - «Un, dos, tres...» (1984)

A pesar de ser la primera vez que se ponía ante una cámara,
Lydia Bosch realizó su trabajo de azafata contable de forma impecable
 

  

 

Aquella simpática catalana de amplia sonrisa, que fue elegida como azafata de forma casual y de rebote, se convirtió en una de las azafatas más populares, no sólo de la cuarta etapa, sino también de toda la historia del «Un, dos, tres...».

 

«Un, dos, tres...» - 1984

Lydia Bosch, Naomi Unwig y Kim Manning

  

 

 

 

En la quinta etapa, Lydia Bosch continúa ejerciendo como azafata contable.

 

«Un, dos, tres...» - 1985

 

 

Las semanas que Lydia estuvo ausente rodando en Hungría imágenes para el programa dedicado a ese país fue sustituida en su puesto por Gloria Fernández, la única azafata titular de nacionalidad española que quedaba en el plató.

 

Gloria Fernández - «Un, dos, tres...» (1985)

  

 

 

 

En la sexta etapa de «Un, dos, tres...» volvió a ocupar el puesto de azafata contable Silvia Marsó, que volvía al programa tres años después.

 

Silvia Marsó - «Un, dos, tres...» (1987)

 

 

Volver a manejar la calculadora de «Un, dos, tres...» le sirvió a Silvia para catapultarse definitivamente a la fama y consagrarse como actriz, que era su auténtica meta.

 

«Un, dos, tres...» - 1987

 

 

En principio, la sexta etapa de «Un, dos, tres...» iba a durar hasta noviembre, y Silvia firmó su contrato hasta esa fecha porque a partir de ella se incorporaba a una obra de teatro. Pilar Miró decidió prorrogar hasta la primera semana de enero el programa, así que hubo que buscar una azafata contable que la sustituyera.

 

La elegida fue Kim Manning, convirtiéndose en la primera azafata extranjera en ocupar este puesto.

 

«Un, dos, tres...» - 1987

En el programa dedicado al ajedrez
Kim cogió por primera vez la calculadora y
Esther del Prado debutaba como azafata sustituta

  

 

 

 

En las etapas séptima y octava (1991-1993) desapareció la figura de la azafata contable. Su función fue asumida por la co-presentadora Miriam Díaz-Aroca, mientras que Jordi Estadella formulaba las preguntas a los concursantes.

 

«Un, dos, tres...» - 1992

  

 

 

 

«Un, dos, tres...» - 1993

En la novena etapa de «Un, dos, tres...» (1993-1994) se recuperó la figura de la azafata contable, pero por primera vez en la historia del programa se eligieron dos chicas para este cometido: Mayte Navarrete y Diana Lázaro.

Mayte y Diana se turnaban para dar el resultado;
al acabar el tiempo
de cada pareja, una hacía un
comentario y la otra multiplicaba el
número de
respuestas por la cantidad de pesetas correspondiente

 

 

Mayte ya era azafata en la etapa anterior, y su simpatía y desparpajo hicieron que Chicho fuera dándole cada vez mayor protagonismo en el programa. Por eso, cuando llegó la novena etapa, el director no dudó ni un momento en elegirla como contable.

 

Diana, aunque era azafata debutante, fue elegida como segunda contable por su parecido físico con la gaditana.

 

Diana Lázaro - «Un, dos, tres...» (1993)

 

 

Los programas en que Diana estuvo rodando exteriores para el programa dedicado a Filipinas, fue Mayte la única azafata contable.

 

Mayte es de las pocas contables que no ha perpetuado su carrera artística, ya que cuando se casó se retiró de la vida pública; en cambio, Diana Lázaro sí ha seguido en el mundo de la interpretación.

  

 

 

 

En «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» (2004) también hubo dos azafatas contables: Laura de la Calle y Yolanda Aracil.

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2004

 

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2004

Laura era la contable propiamente dicha, encargada de multiplicar el número de respuestas correctas de los concursantes por la cantidad de euros correspondiente.

 

La calculadora  de Yolanda sólo intervenía al final de la tanda de preguntas para traducir a las antiguas pesetas la cantidad total de euros obtenida por cada pareja.

 

Como ocurrió en anteriores etapas, la azafata contable fue la que ha logrado continuar en el mundo del espectáculo, ya que vimos a Laura de la Calle en el programa «Vaya semanita» de ETB, antes de que contrajera matrimonio con Luis Larrodera.

 

 

Agradecemos a Marcial las fotos que nos envió

 

 

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