La elección de Mayra Gómez Kemp como presentadora obedeció, entre otros factores determinantes, como su profesionalidad, a la visión que tuvo Narciso Ibáñez Serrador de que lo mejor para evitar comparaciones con el anterior presentador, Kiko Ledgard, varón, era elegir una mujer para ese cometido.
Y puestos a evitar comparaciones quiso que Mayra entrara en el plató de una forma diferente a cómo lo hacía Kiko, y aprovechando que en el centro del plató se había construido una escalera, a Chicho se le ocurrió que Mayra bajara por ella, en lugar de entrar en escena como lo hacía Kiko, corriendo desde la zona de cámaras hasta el podio de los concursantes.
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Fue una forma original (aunque importada del «Three, two, one» británico, en el que Ted Rogers accedió de esta forma al plató) y cercana, ya que Mayra iba saludando al público a ambos lados de la escalera agradeciéndoles estar en el plató y dándoles la bienvenida.
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Desde luego, nadie después de Mayra Gómez Kemp ha bajado con mayor maestría las escaleras en un plató de televisión, ni presentadores posteriores entraron como ella en el plató de «Un, dos, tres...» por respetar su recuerdo.
