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Los castings
para elegir azafatas del «Un, dos, tres...»

 

 

                     

   

 

               

Las azafatas eran un elemento fundamental en «Un, dos, tres...», de ahí que Narciso Ibáñez Serrador se empleara concienzudamente en elegir a las chicas que iban a desempeñar ese papel a través de pruebas y procesos de selección que llevaba a cabo en teatros de todo el territorio nacional y también en el extranjero.

 

Al principio las pruebas eran más sencillas ya que las azafatas no tenían mayor cometido que ayudar a Kiko Ledgard en las dos primeras etapas, y, posteriormente, a Mayra Gómez Kemp, en las tareas de presentación del programa, pero ni bailaban ni cantaban. Por eso se elegían a chicas guapas, simpáticas, con una bonita sonrisa y que transmitieran a la cámara.

 

No es de extrañar que para la primera etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez» Chicho eligiera modelos que hubiera conocido en algún desfile o actrices que hubieran hecho papeles secundarios en alguna obra de teatro a la que hubiera asistido o en alguna película que hubiera visto. Incluso, alguna de ellas, había participado en su primera película, titulada «La residencia».

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1972

 

 

A estas primeras azafatas no se les requería que bailasen ni cantasen, sino tan sólo que cayesen simpáticas al espectador. Eso sí, aquellas chicas que llevaban dentro de sí el amor por el showbussiness y el talento suficiente para triunfar en el mundo de la interpretación, la televisión o la música, supieron aprovechar la enorme popularidad que le brindó el programa para triunfar en el mundo del espectáculo.

 

Es el caso de azafatas como Ágata Lys, que encaminó su carrera hacia el cine, o Maxia y Blanca Estrada, que se dedicaron al mundo de la música.

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1973

  

 

 

 

SEGUNDA ETAPA

 

Para elegir a las azafatas de la segunda etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez» (1976-1978) Narciso Ibáñez Serrador publicó un anuncio en varios periódicos de gran tirada convocando a chicas para hacerles una prueba para poder ser seleccionadas para un programa de televisión, aunque no desvelaba cuál. Por si acaso la convocatoria no fuera atendida por chicas suficientes, desde la productora de Chicho se llamó a varias agencias de modelos para que enviaran chicas al casting. Tras este doble llamamiento, unas cien chicas se acercaron a PROINTEL a pasar las pruebas que Chicho les tenía preparadas para ver si eran aptas para ser las nuevas azafatas de «Un, dos, tres...»; desafortunadamente, el resultado no fue del todo satisfactorio, por lo que fue necesario hacer una tercera convocatoria.

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1976

 

 

Pero en este tercer llamamiento ya se filtró que las pruebas eran para ser azafatas de «Un, dos, tres...» por lo que el número de chicas que se presentaron en las oficinas de Chicho fue bastante superior; dicen que en torno a mil; todas ávidas de gustar al exigente director y correr la misma suerte que las azafatas de la primera etapa, muchas de las cuales estaban triunfando en el mundo del espectáculo.

 

Las chicas fueron examinadas por un jurado capitaneado por Chicho y compuesto por diez personas más; dicción, cultura general y rapidez mental fueron algunas de las pruebas que las nerviosas aspirantes tuvieron que ir superando.

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1976

 

 

Al final, consiguió quedarse con quince finalistas con las que se entrevistaría finalmente para decidir cuáles serían las seis seleccionadas; por cierto, que se reguló que, de las seis, sólo una fuera extranjera. Como todos sabemos, las afortunadas fueron Beatriz Escudero (a quien podemos ver en las fotos del casting que ilustran este texto), María Durán (que ya conocía a Chicho desde hacía tiempo y que pudo haber sido azafata de la etapa anterior), María Casal (que se presentó a las pruebas por la insistencia de un grupo de amigos), Raquel Torrent (cuya madre conocía a un amigo de Chicho que le comentó que estaba buscando azafatas), Victoria Abril (que era la más joven del grupo) y la extranjera Meggy Schmidt.

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1976

 

  

 

 

Pero estas seis chicas iniciales no continuaron en su totalidad hasta el final de la segunda etapa, por lo que Chicho Ibáñez Serrador se vio obligado a sustituirlas por otras chicas que, o bien procedían de la lista de reserva del casting inicial, o bien de nuevas pruebas que iba haciendo conforme avanzaba la etapa e iba necesitando encontrar azafatas sustitutas. Por ejemplo, la joven actriz Nadia Morales pasó unas pruebas pero finalmente no fue elegida. 

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1976
Nadia Morales, con el traje oficial de azafata, es sometida a una
prueba ante la atenta mirada de Kiko Ledgard y María Durán

 

 

Otras chicas llegaron a ser seleccionadas porque eran recomendadas por otras azafatas, como las dos hermanas de Beatriz Escudero (Isabel y María Dolores) o sencillamente porque Chicho se fijaba en ellas algún día que acudían a la grabación del programa y les pedía el teléfono, como le ocurrió a Patricia Solís

 

  

 

 

TERCERA ETAPA

 

El casting del primer grupo de azafatas de la tercera etapa de Un, dos, tres...» (1982-1983) fue el último en el que Narciso Ibáñez Serrador tuvo como criterio de selección el de la belleza de las chicas; en los posteriores, ya se buscaría que supieran cantar y bailar. Chicho se preocupó de buscar chicas que fueran guapas, sin resultar excesivamente explosivas y sexys, de forma que no sólo gustaran al público masculino, sino que también pudieran agradar a las señoras que vieran el programa.

 

«Un, dos, tres...» - 1982

 

 

Además del sexteto titular, y dada la experiencia de etapas anteriores, en las que las chicas iban abandonando progresivamente el programa, en esta ocasión el casting incluyó también dos azafatas suplentes, Elena Escobar e Isabel Tassara; aunque ninguna de las dos llegó a ejercer como tal, y las suplentes, como Marta Conde o Concha Lobón, fueron seleccionadas por otros cauces.

 

  

 

 

“EL DEBUT DE LAS SECRETARIAS”

 

Un cambio importante se va a producir a partir de la segunda mitad de 1983. Narciso Ibáñez Serrador transformó el «Un, dos, tres...» en un gran programa espectáculo en el que las azafatas empezaron a implicarse más en el show participando en los números musicales.

 

Ello hizo necesario hacer un importante casting de azafatas por toda España buscando chicas que supieran bailar convenientemente. Chicho probó a más de mil quinientas chicas a las que les hizo bailar, presentarse, contar un chiste... Había que elegir a las mejores porque ya no bastaba con ser guapa y sonreír.

 

A la prueba de selección final, que fue retransmitida el 20 de mayo de 1983, en el programa titulado “El debut de las secretarias”, llegaron chicas como Soledad Mallol, que posteriormente se haría muy popular como una de las integrantes del dúo cómico “Las Virtudes” y que, incluso, llegó a intervenir en un programa de «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!», o Iratxe Arellano, que no fue elegida como azafata en aquella ocasión pero que llegó a ser azafata suplente en la quinta etapa.

 

Entre las elegidas había una chica que ya a los catorce años se ganaba la vida haciendo mímica en la calle a cambio de unas monedas y otra que jamás tuvo techo propio y viajaba errante con un horno eléctrico y con los zapatos con los que su madre bailaba claqué. Quizás no eran tan guapas o despampanantes como sus antecesoras, pero todas tenían en común el amor por la danza y el aroma añejo de la madera de los escenarios de los viejos y entrañables teatros.

 

«Un, dos, tres...» - 1983

 

 

Las elegidas fueron Ivanka Marfil, Maite de Castro, Pat Ondiviela, Kim Manning, Gloria Fernández y Silvia Marsó.

 

 

Este casting de azafatas fue televisado en el programa titulado “El debut de las secretarias”, emitido el 20 de mayo de 1983. Basándose en la película «All that jazz», Chicho mezcló imágenes reales del casting, con planos estudiados.

 

En este primer vídeo Narciso Ibáñez Serrador nos explica las imágenes que vamos a ir viendo.

 

 

 

En este vídeo las chicas comienzan a someterse a las pruebas de selección.

 

«Un, dos, tres...» - 1983

 

 

 

 

Es el turno de las pruebas de baile. Poco a poco, Chicho, su ayudante de realización, Gregorio Quintana, y el coreógrafo irán descartando a las chicas que a su juicio no cubren las expectativas.

 

«Un, dos, tres...» - 1983

 

 

 

 

Finalmente, en este vídeo, las seis chicas elegidas se presentan y ejecutan su primer número musical como azafatas del «Un, dos, tres...».

 

«Un, dos, tres...» - 1983

 

 

 

 

«Un, dos, tres...» - 1983

 

  

 

 

Hay que señalar que el casting televisado no fue totalmente cierto, ya que muchas de las chicas ya habían sido preseleccionadas, como era el caso de Gloria Fernández, a quien Chicho descubrió cuando era bailarina de “La Belle epoque”, de Kim Manning, que llegó a actuar como bailarina en el programa dedicado a la discoteca (15 de abril de 1983) o de Silvia Marsó, que estuvo de público viendo cómo se grababa el «Un, dos, tres...» en el programa dedicado a la feria de Sevilla (22 de abril de 1983).

 

Kim Manning - «Un, dos, tres...» (1983)
Aunque Kim participó en el casting televisado
como una más, ella ya había sido seleccionada

 

  

 

 

CUARTA ETAPA

 

Para la elección de las azafatas de la cuarta etapa Chicho Ibáñez Serrador realizó un par de castings en el Teatro Espronceda, de Madrid, y en La Belle Epoque, de Barcelona.

 

«Un, dos, tres...» - 1984

 

 

Precisamente del casting de Barcelona salió Lydia Bosch, que había ido a acompañar a una amiga y Chicho se fijó en ella y le propuso subir al escenario para pasar la prueba. Lydia se mostró reacia al principio pero acabó accediendo. Lydia recuerda que estuvo muy tranquila pasando la prueba porque no tenía nada que perder, y precisamente por esa tranquilidad resultó elegida, además, lógicamente, por su belleza, simpatía y su encandiladora sonrisa.

 

También durante las vacaciones de verano, Chicho aprovechó sus vacaciones en Mallorca para convocar a chicas y hacerles pasar unas pruebas para ver si eran idóneas para llegar a ser azafatas del programa.

 

«Un, dos, tres...» - 1984
Entre otras chicas que acompañan a Chicho podemos ver a Naomi Unwin

 

 

Además de los castings Chicho solía fijarse en las chicas que veía en espectáculos u obras de teatro. Es el caso de Mari Luz Lence a la que Chicho vio en “Runaways”, el primer musical donde actuaba.

 

Como desde “El debut de las secretarias” a las azafatas de «Un, dos, tres...» se les iba a exigir saber cantar y bailar, Chicho, además de los castings que convocaba, solía acudir a academias de baile y de canto para tratar de descubrir nuevos talentos.

 

  

 

 

Antes de comenzar la cuarta etapa, muchos medios de comunicación dieron por sentado, y así lo publicaron, que Miss España 1983, Garbiñe Abasolo, sería azafata de la nueva etapa de «Un, dos, tres...»; y, en efecto, fue una de las candidatas que Chicho tenía en su cabeza, pero nunca llegó a confirmar su elección, como finalmente no ocurrió, ya que el quinteto de esta etapa estuvo compuesto por dos azafatas veteranas (Kim Manning y Gloria Fernández) y tres debutantes (Lydia, Naomi y Mari Luz).

 

«Un, dos, tres...» - 1984
Lydia, Naomi y Mari Luz fueron las nuevas azafatas

 

 

Y fueron sólo cinco porque a Chicho le costó encontrar una última chica que supiera cantar y bailar para completar el sexteto, ya que en España no había demasiada tradición de comedia musical, y tampoco interesaba que la sexta fuera extranjera porque ya había dos (Kim y Naomi).

 

  

 

 

QUINTA ETAPA

 

Para la quinta etapa Chicho tenía que elegir a una nueva azafata que sustituyera a Mari Luz, que iba a ser la única chica de la etapa anterior que no iba a continuar en la nueva temporada. Para ello hizo pruebas de selección en diversos lugares de España, entre ellos, Mallorca, donde Chicho pasaba sus vacaciones estivales. 

 

Al final Chicho eligió a Nuria Carreras, una chica mulata que no tenía pensado dedicarse al mundo del espectáculo, pero que acabó enviando una foto a Narciso Ibáñez Serrador por la insistencia de un amigo.

 

«Un, dos, tres...» - 1985

  

 

 

 

SEXTA ETAPA

 

En la sexta etapa, Chicho se encontró con una gran dificultad: el programa había ganado mucho en espectacularidad y los números musicales habían cobrado una gran importancia, por lo que se necesitaban chicas que supieran bailar y cantar.

 

Se hicieron pruebas de selección en Madrid, Barcelona, Mallorca, Valencia, Alicante, Málaga, Sevilla y Cádiz. Por ellas pasaron ochocientas cincuenta y tres chicas, pero no había ninguna que cumpliera totalmente los requisitos. En palabras de Ibáñez Serrador “mujeres guapas y simpáticas hay muchísimas, pero que sepan bailar bien jazz, ninguna. Y es que en España no hay tradición de comedia musical”.

 

Por eso, se tuvo que recurrir a realizar una prueba de selección en Londres, donde se eligieron a Beverly y a Jenny; de esta forma, la sexta etapa fue la que más azafata extranjeras tuvo en el equipo titular, ya que junto a ellas dos, estaba Kim Manning, procedente de las etapas anteriores.

 

«Un, dos, tres...» - 1987

 

  

 

 

SÉPTIMA ETAPA

 

En la séptima etapa, el «Un, dos, tres...» se iba a convertir definitivamente en un gran show, con un enorme plató. Para ello quiso reforzar el ballet proponiendo inicialmente un cuerpo de baile formado por más de cien personas, aunque finalmente, para ajustar el presupuesto, se recortó el número de bailarinas a cuarenta, más diez bailarines.

 

«Un, dos, tres...» - 1991

 

 

Junto a ellos, se hizo un concienzudo casting para elegir a las seis nuevas azafatas, que debían estar a la altura de las circunstancias. Las seis talentosas chicas elegidas fueron Carolina Rodríguez, Patricia Alcocer, Belén Ledesma, María Abradelo, Elsa Berardengo y Marta de Pablo.

 

«Un, dos, tres...» - 1991           «Un, dos, tres...» - 1991

 

 

Elsa fue la última en incorporarse al sexteto, unas semanas antes de estrenar la etapa, en sustitución de Raquel Vergés, que finalmente causó baja.

 

  

 

 

OCTAVA ETAPA

 

En la octava etapa hubo que elegir tres nuevas azafatas que sustituyeran a las cesantes Patricia, Belén y Elsa. Las afortunadas fueron Alejandra Cano y Mayte Navarrete, del casting de Andalucía, y Lucy Lovick, del casting de Londres.

 

«Un, dos, tres...» - 1992

 

  

 

 

NOVENA ETAPA

  

Del casting de azafatas de la novena etapa salieron dos chicas que luego han seguido trabajando en el mundo de la televisión y la interpretación: Diana Lázaro y Paula Vázquez.

 

«Un, dos, tres...» - 1993

  

 

Como anécdota podemos señalar que Paula Vázquez llegó tarde al casting que Narciso Ibáñez Serrador estaba realizando en Barcelona, y el director consideró que no iba a hacerle la prueba ya que había cerrado el grupo de azafatas. Fue Diana Nauta, la mujer de Chicho, quien le convenció para que, al menos, la recibiera y le dejara hacer la prueba, ya que había hecho el esfuerzo de desplazarse hasta allí; por la insistencia de su mujer, Chicho tuvo la deferencia de permitirle hacer la prueba y quedó tan convencido de que sería una excelente comunicadora, que la admitió en el grupo de azafatas.

 

 

 

 

«UN, DOS, TRES... ¡A LEER ESTA VEZ!»

 

Tras el verano de 2003 hubo que realizar un casting para seleccionar a las azafatas y bailarinas para el nuevo «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!», que iba a estrenarse en enero de 2004. Se realizaron varias pruebas y algunas de las bailarinas y azafatas, como Nieves Aparicio y Esther Sánchez, fueron elegidas por haber participado en anteriores ediciones del Un, dos, tres...» o en otros programas de Chicho.

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2003

 

 

El gran casting se celebró el 23 de octubre de 2003. Trescientas chicas acudieron a los Estudios Buñuel para someterse a las pruebas que Narciso Ibáñez Serrador tenía preparadas para seleccionar a las más apropiadas para cubrir el puesto de azafatas, así como a las chicas de figuración y las bailarinas.

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2003

  

 

Chicho les pidió a las chicas que estuvieran tranquilas y que se mostraran simpáticas, espontáneas y con una espléndida sonrisa. Primero realizaron un desfile; Chicho, Carolina Rodríguez (coreógrafa) y Marisa Paniagua (realizadora) fueron descartando a algunas chicas.

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2003

  

 

A continuación, las chicas que habían pasado el primer corte realizaron una prueba de baile.

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2003

 

 

El casting de azafatas de «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» fue emitido por La 2 el viernes 2 de enero de 2004, obteniendo una audiencia de 365.000 espectadores (4,1 % de share).

 

En este primer vídeo vemos el comienzo de las pruebas de selección.

 

 

 

En este vídeo Carolina Rodríguez explica los criterios que van a regir en el casting. Las chicas tienen que desfilar. Con esta prueba se hará la primera criba...

 

 

 

Las chicas que han pasado la primera prueba, tienen que demostrar ahora sus cualidades como bailarinas.

 

 

 

En este último vídeo vemos la selección definitiva. Chicho ya ha elegido a todas las chicas que necesita para el programa: azafatas, cheers leaders, bailarinas, etc. Tan sólo será necesaria una entrevista personal con cada una de ellas para decidir qué rol ocupará cada una.

 

 

 

Agradecemos a Rafa las fotos que nos envió

 

 

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