Dejaron pasar 400 millones de pesetas

En la Navidad de 1984 Chicho Ibáñez Serrador dejó pasar la oportunidad de ganar 400 millones de pesetas en el gordo de la lotería. Le ofrecieron el número 4.414 y lo rechazó porque no le gustaba, invirtiendo en otro número no premiado las 400.000 pesetas que jugaba para repartir lotería entre todos los miembros del equipo de «Un, dos, tres...».

Mayra y las azafatas sonríen a pesar de no ser millonarias

La vuelta de Bigote Arrocet

Bigote Arrocet no participó en la cuarta etapa desde el primer programa, sino que se incorporó precisamente en el programa especial de Navidad (21 de diciembre de 1984). Los niños, al verlo aparecer, se pusieron a aplaudir y gritar “¡¡Bieeen!! ¡Bigote, Bigote y nadie más!”.

La ilusión de los chavales

Para elegir a los concursantes de los programas especiales de Navidad con niños, se hacía un sorteo entre todos los colegios públicos de España, procurando que hubiera representación de varias Comunidades Autónomas. Una vez seleccionados, se le comunicaba a los respectivos directores para que eligieran a los niños que concursarían en representación del colegio (preferentemente, del curso sexto de E.G.B.).   Los niños vivían con muchísima ilusión la oportunidad de concursar en el programa que veían cada noche de viernes en casa.

Los niños también se ponían nerviosos durante la tanda de preguntas, como los mayores

Cambio de papeles

En el programa especial de Navidad de la séptima etapa de «Un, dos, tres...», a Chicho Ibáñez Serrador se le ocurrió, ya que Miriam Díaz-Aroca había presentado muchos años «Cajón desastre» y estaba familiarizada con los niños, que ella podría presentar la subasta intercambiando sus funciones con las de Jordi Estadella.

Al comienzo del programa, “las Derrochonas” le preguntaron a los niños del público si les parecía bien la idea. Los niños, espontáneamente, respondieron que no, que preferían que los presentadores actuaran como siempre... Chicho tuvo que bajar al plató y pedirles que dijeran que sí, que les parecía una idea estupenda lo del intercambio de papeles.

En el siguiente programa especial, dedicado a los Reyes Magos (3 de enero de 1992) ya no se hizo este intercambio y Jordi y Miriam ocuparon sus lugares habituales y ejercieron sus propias funciones.

La Navidad en la novena etapa

En la novena etapa de «Un, dos, tres...», el programa especial de Navidad se emitió justamente el día de Nochebuena, por lo que se adelantó su horario de emisión a las 20.00 h., en lugar de comenzar a las 21.30 h. como era habitual.

Durante la emisión, Josep María Bachs dio paso al tradicional mensaje de Nochebuena de S.M. el Rey, pidiendo un aplauso al que se unieron todos los asistentes en el plató. En un curioso plano tomado desde la cabeza caliente, se vio como no sólo los niños que poblaban las gradas se ponían en pie para aplaudir a don Juan Carlos, sino también todos los miembros del equipo mostraron su respeto al Rey desde detrás de las cámaras.

Las azafatas, en este programa, llevaba un traje de “Mamá Noel”, con la falda acampanada (parecido al que utilizaron las azafatas de «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» en el programa dedicado a “Cuento de Navidad”).   Durante un descanso de la grabación, uno de los chavales le puso la zancadilla a Alejandra Cano, y ésta cayó de cara sobre el suelo, dejando al aire el culo, ya que la falda se le mantenía tiesa debido al alambre que llevaba para darle el efecto campana.

El traje de las azafatas era similar al que se utilizó en el programa dedicado a “Cuento de Navidad” en la última etapa

Celebrando la Navidad aún en enero

El primer programa de «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» se grabó el 18 de diciembre de 2003 y en el público se respiraba ya el ambiente festivo de las Navidades. De hecho, entre el público se encontraban muchos jóvenes que habían aprovechado su último día de clase antes de las vacaciones para acudir juntos a la grabación del primer programa de la nueva etapa.   Luis Roderas, al saludar al público durante la subasta, hizo mención a la Navidad, pero enseguida se dio cuenta de que el programa vería la luz el 9 de enero de 2004, ya pasadas las fiestas, así que rectificó con gran rapidez y dijo: “Padres de estas criaturas, aquí los tenéis, que comenzaron la fiesta antes de Navidad, y estamos a 9 de enero y aquí siguen de fiesta”.

Un tropezón lo tiene cualquiera

Kim Manning comenzó la cuarta etapa de «Un, dos, tres...» con la pierna vendada porque ensayando para el primer programa se cayó y se hizo un esguince.

La que pudo haberse lesionado en el primer programa de la quinta etapa fue Mayra Gómez Kemp, que después de la presentación de las parejas de concursantes, cuando se dirigía al set de las preguntas desde la escalera tropezó con las vías de la cámara que enfocaba a los concursantes y se cayó. Afortunadamente no hubo que lamentar males mayores y en el botiquín de TVE curaron la herida de Mayra.

Kiko y sus relojes y calcetines

Kiko Ledgard era un hombre tremendamente supersticioso y excéntrico y siempre usaba calcetines de distinto color en cada pie (uno rojo y otro negro) y tres relojes en sus muñecas. Desconocemos si en todos llevaba la misma hora o en algunos la peruana y en otros la española. Lo cierto es que mantuvo estas costumbres hasta el día de su muerte. 

Un programa con dos temas diferentes

En la emisión del 6 de noviembre de 1992 ocurrió una cosa insólita en la historia del «Un, dos, tres...». El programa comenzaba dedicado a la historia del erotismo, pero durante la subasta el programa dio un giro y se centró en una particular narración del descubrimiento de América, con la participación de muchos actores y presentadores de TVE.

Las hermanas Hurtado en su intervención inicial ya anunciaban que el programa era el primer especial en los veinte años de historia del «Un, dos, tres...», aunque lógicamente no nos desvelaban de qué se trataba.

“Los Morancos” debutaron en «Un, dos, tres...»

La primera intervención en televisión del dúo humorístico sevillano “Los Morancos” fue en el programa dedicado a las revistas del corazón, emitido el 17 de febrero de 1984.

Fue el humorista Eugenio quien sugirió a Narciso Ibáñez Serrador que los llamara para intervenir en algún programa de «Un, dos, tres...» porque los había visto en una sala de fiestas y le parecieron realmente divertidos.

Jordi sustituyó a Bachs; y Bachs a Jordi

Jordi Estadella sustituyó a Josep María Bachs al frente del programa «Filiprim» de TV3. Años más tarde, fue Bachs quien sustituyó a Estadella como presentador de «Un, dos, tres...».

Concursantes que luego se hicieron famosos

Por «Un, dos, tres...» pasaron muchos concursantes y algunos de ellos luego han alcanzado popularidad en la televisión. Es el caso de Concha Galán, que antes de ser “chica Hermida”, participó en «Un, dos, tres...» con su hermano y consiguieron ganar un Audi 100.

El veterinario Carlos Rodríguez también concursó en «Un, dos, tres...» en un par de ocasiones. A raíz de su paso por el programa hizo amistad con Chicho Ibáñez Serrador, quien lo contrató para «Waku waku» y «Jimanji Kanana».

El periodista Manolo Lama ha contado en alguna ocasión que él concursó en «Un, dos, tres...». Consultado el listado de concursantes del programa, su nombre no aparece como tal; así que, si es verdad que Manolo Lama participara en «Un, dos, tres...», suponemos que sería en uno de los programas especiales con estudiantes, y colaboraría en la eliminatoria con sus compañeros.

Pedro Amalio López, realizador

En abril de 1983 Chicho fue operado de una hernia inguinal. Durante el tiempo que estuvo ingresado en el hospital (que no fue mucho, ya que se “escapó” en cuanto pudo), tuvo que delegar sus funciones de realizador en su amigo Pedro Amalio López, quien le sustituyó al frente del control de realización en el programa dedicado al “paso del ecuador” (8 de abril de 1983).

El primer concurso con Notario

«Un, dos, tres... responda otra vez» fue el primer programa concurso que recurrió a la figura del Notario para que diera fe pública de que todo lo que ocurría en el programa se desarrollaba según estaba previsto en el guión; de esta forma Chicho Ibáñez Serrador quería que el programa se hiciera con “luz y taquígrafo” de forma que se evitara cualquier sospecha sobre posibles trampas a los concursantes.

El primer Notario que prestó sus servicios en «Un, dos, tres...» fue don Francisco Javier Alfaro Fernández, del Ilustre Colegio Notarial de Madrid.

Actuaciones de artistas invitados a buen precio

Olga Ramos actuó en varias ocasiones en «Un, dos, tres...»; en una de aquellas intervenciones no quiso cobrarle a Chicho Ibáñez Serrador por la amistad que le unía a ambos. Al poco tiempo, Olga recibió un doblón de oro con una tarjeta en la que se leía: “Olga, no olvides que el artista debe siempre cobrar, y el empresario pagar. Narciso Ibáñez Serrador”. En la actualidad, ese doblón de oro figura entre los objetos que forman parte del Museo de Olga Ramos.

Cher actuó en el «Un, dos, tres...» dedicado al Oeste (14 de mayo de 1993); como la actuación se enmarcaba dentro de la campaña de promoción de un nuevo disco de la cantante norteamericana, se estipuló que no cobraría ninguna cantidad por aquella intervención. Pero como en el contrato había que señalar alguna cantidad, se estableció en 1 peseta.

Es de señalar que Cher grabó dos canciones para el «Un, dos, tres...»;  una que se emitió en el programa dedicado al Oeste, y otra que se vio finalmente en el último programa de la octava etapa (9 de julio de 1993).

Las gafas de las secretarias

En las etapas cuarta, quinta y sexta del «Un, dos, tres...» las azafatas no llevaban las tradicionales gafas redondas que eran su seña de identidad en las etapas precedentes. Sin embargo, en el programa dedicado al mundo del disco de la cuarta etapa (12 de abril de 1985) y en el primer programa de la sexta etapa (6 de abril de 1987), las chicas sí lucieron las gafas como parte de su uniforme.

“Don Cicuta” en blanco y negro

Los programas de la segunda etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez» se emitieron en color excepto la conexión que en el primer programa se hizo con Tacañón del Todo, desde donde “don Cicuta” (Valentín Tornos) se despedía de la audiencia y daba paso a los nuevos “Tacañones”.

Chicho Gordillo rechazó ser presentador

El presentador que Narciso Ibáñez Serrador había elegido para presentar la tercera etapa de «Un, dos, tres...», en sustitución de Kiko Ledgard fue Chicho Gordillo. De hecho, ya se había llegado a un acuerdo con él: se grabarían 26 programas y por cada uno de ellos cobraría 250.000 pesetas.

Finalmente, Chicho Gordillo declinó la oferta y la elegida para presentar la nueva etapa fue Mayra Gómez Kemp. Desconocemos si en el contrato que firmó Mayra también figuraba la cantidad de 250.000 pesetas por programa para la presentadora.

El casting de Lydia Bosch

La elección de Lydia Bosch como azafata del programa fue absolutamente casual. Narciso Ibáñez Serrador se encontraba realizando en Barcelona un casting para elegir a nuevas chicas para el «Un, dos, tres...». Lydia acudió al teatro donde se estaban realizando las pruebas acompañando a una amiga.

Chicho se fijó en ella y le atrajo su sonrisa y le pidió que hiciera la prueba; Lydia fue reacia durante unos minutos pero finalmente accedió a subir al escenario; Ibáñez Serrador no dudó ni un solo instante en que Lydia sería la nueva contable del «Un, dos, tres...».

Un buen escaparate promocional

En más de una ocasión el «Un, dos, tres...» estuvo dedicado a Canarias. La audiencia del programa era tal, que el Patronato de Turismo llegó a pagar dinero a TVE para que el programa emitido el 3 de septiembre de 1976 estuviera dedicado a las islas. Y es que no había mejor promoción publicitaria que salir en el programa de más éxito de la televisión.

Las Hurtado como “Tacañonas”

En un principio estaba pensado que fueran “Martes y 13” los actores que dieran vida a “los Tacañones” en la tercera etapa de «Un, dos, tres...». Pero Chicho al final decidió que fueran las hermanas Hurtado las que representaran el papel de “Tacañonas”, mientras que “Martes y 13” quedarían como actores de la subasta.

Es difícil vaticinar qué hubiera pasado si “Martes y 13” hubieran sido la nueva parte negativa del programa, pero lo que está claro es que la elección de las Hurtado para ese papel fue todo un acierto ya que han sido las actrices que más tiempo han estado en «Un, dos, tres...».