Anécdotas relacionadas con el primer
programa
de la tercera etapa de «Un, dos, tres...»
Los seguidores de «Un, dos, tres... responda
otra vez», huérfanos de su programa favorito desde enero de
1978, descubrieron con gran alegría en junio de 1982 leyendo la
prensa que el programa volvía a TVE. Y es que a principios de
junio se grabó el primer programa de la nueva etapa, y en muchos
periódicos y revistas pudimos ver fotografías de
Chicho Ibáñez
Serrador presentándonos a las nuevas azafatas del programa y a
los nuevos personajes cómicos.
Sin embargo,
esas imágenes que se pudieron ver en formato de fotografía en
las principales publicaciones especializadas en televisión, no
pudieron verse en movimiento en las pantallas hasta finales de
agosto. Es más, la fecha de estreno se llegó a retrasar hasta
dos semanas respecto a la prevista inicialmente; y aunque la
prensa anunció a bombo y platillo el estreno del nuevo
«Un, dos,
tres...» el 13 de agosto de 1982, realmente el debut de Mayra
Gómez Kemp y todo el nuevo equipo se produjo el 20 de agosto.
En aquel
programa, por primera vez desde que fuera vetada para participar
en el concurso, apareció Ágata Lys para darle el testigo (en
este caso, las gafas) a las nuevas azafatas.
Chicho la
invitó para que apareciera en el último programa de la primera
etapa, dedicado al circo, y de hecho apareció en todos los
reportajes de prensa, pero no en la pantalla.
Posteriormente,
quiso también invitarla al primer programa de la segunda etapa
de «Un, dos, tres... responda otra vez», para que, junto a otras
azafatas de la primera temporada, le dieran el relevo a las
secretarias debutantes, pero sus compromisos laborales le
impidieron asistir a la grabación.
Fue, por tanto,
en este primer programa de la tercera etapa cuando
Ágata Lys
pudo volver a «Un, dos, tres...», junto a otras azafatas de las
temporadas anteriores, para entregarle las gafas y dar algún
consejo práctico a las nuevas chicas. En concreto, Ágata le dio
el relevo a la contable, Patricia Solís.
Como este
programa suponía el debut de Mayra Gómez Kemp como presentadora
del concurso, y Chicho Ibáñez Serrador era consciente de la gran
responsabilidad que suponía esa tarea, antes de comenzar a
grabar pidió un fuerte aplauso de ánimo para la presentadora, al
que se sumaron, no sólo los espectadores sentados en las gradas,
sino todo el equipo: técnicos, maquilladoras, peluqueras,
cámaras, regidores, etc.
Mayra se sintió
muy arropada por todos y declaró que el tiempo durante la
grabación se le había pasado volando, y eso que entró en el
plató a las diez de la mañana y la grabación se alargó hasta las
diez y veinte de la noche.
Los que
asistieron a la grabación del primer programa de esta tercera
etapa de «Un, dos, tres...» en el plató número 3 de los Estudios
Roma pudieron experimentar un gran calor asfixiante debido a una
avería en el equipo de aire acondicionado, que provocó que el
plató llegara a alcanzar la temperatura de cincuenta y ocho grados.
Preguntados por las sensaciones por el
hecho de formar parte de un programa mítico como «Un, dos,
tres...»,
las hermanas Hurtado y
Raúl Sénder coincidieron en
señalar que lo mejor es compartir escenario con excelentes
compañeros que se ayudan
los unos a lo otros.
El trío humorístico
“Martes y 13”
pudo intervenir en este programa debido a que fue grabado en
junio de 1982. La intención de Chicho era que aparecieran en los
trece primeros programas, pero sus compromisos y galas ya
contratadas de verano impidieron que pudieran participar en «Un,
dos, tres...» hasta octubre.
En el primer programa
Narciso Ibáñez Serrador
apareció al comienzo del programa acompañado por su hija
Pepa para
señalar que habían pasado muchos años
desde la última etapa de «Un, dos, tres...» y había niños que ni
siquiera habían visto nunca el concurso. La niña, de unos cuatro
años de edad, llegó muy temprano al plató de los Estudios Roma
acompañada por sus padres.
Debido al
madrugón, a Pepa le entró sueño después de grabar con su padre
la presentación y se acurrucó en brazos de su madre, Diana
Nauta.
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