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Curiosidades y anécdotas

Cosas divertidas o interesantes relacionadas
con «Un, dos, tres...» que quizás no conocías

 

 

 

Narciso Ibáñez Serrador y el erotismo

 

Como parte del homenaje a Narciso Ibáñez Serrador, incluimos en esta página anécdotas y curiosidades relacionadas con el «Un, dos, tres...» y su lado más erótico y sensual.

  

 

 

   

LAS GAFAS DE LAS SECRETARIAS

 

Las emblemáticas y características gafas de las secretarias de «Un, dos, tres...», de concha, sin cristales y exageradamente grandes, fueron una idea que tuvieron Narciso Ibáñez Serrador y Kiko Ledgard; Chicho andaba buscando un elemento que las identificara más allá del uniforme o la minifalda. Kiko le comentó que las secretarias suelen usar gafas y que, además, a él le resultaba un complemento que las hacía muy atractivas... así que Chicho, exagerando un poco la idea, decidió que usaran gafas, pero enormes.

  

Ana Ángeles García - «Un, dos, tres... responda otra vez» (1973)

 

   

 

   

EL CENSOR Y LAS AZAFATAS DE LA PRIMERA ETAPA

 

El estreno de «Un, dos, tres... responda otra vez» en 1972 trajo de cabeza a D. Francisco Ortiz Muñoz, el censor de TVE. Aunque visto con los ojos de hoy en día, la primera etapa de «Un, dos, tres...» era absolutamente inocente, el censor consideraba que las azafatas no aparecían lo suficientemente decorosas en pantalla, por lo que se encargaba personalmente de medir el largo de sus minifaldas para que no fueran más cortas de la longitud que se había determinado como decente.

  

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1972

 

 

En la actualidad, ver a una chica lucir las piernas en televisión no resulta escandaloso, pero en TVE las secretarias de «Un, dos, tres...» fueron calificadas de “descarados muslos parlantes”.

  

Pilar Pérez - «Un, dos, tres... responda otra vez» (1972)

 

 

No es de extrañar que todas estas actitudes del sector más retrógrado de la época sirvieran para inspirar y perfilar el personaje de “don Cicuta”, que, en clave de humor, caricaturizaba la tacañería y la moral antigua. Muchas de las opiniones del censor de TVE eran después convertidas en diálogos entre “don Cicuta” y Kiko Ledgard, continuamente enfrentados por la forma en que las azafatas aparecían en el programa.

  

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1972

 

 

 

   

LAS AZAFATAS DE LA SEGUNDA ETAPA

 

La segunda etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez» se estrenó en 1976, con una sociedad algo más evolucionada que la de 1972, lo cual se reflejó en que TVE ya no contaba con censor, cuya supresión había sido una de las medidas adoptadas por Narciso Ibáñez Serrador en el poco tiempo que ejerció como Director de TVE en 1974.

 

A pesar de eso, los uniformes que se diseñaron para las azafatas de la segunda etapa no eran nada atrevidos; más bien al contrario. «Un, dos, tres...» ya no necesitaba ser revolucionario incorporando a chicas atractivas, ya que eso era ahora la tónica general de los programas de TVE, por lo que Chicho ordenó diseñar un uniforme que consistía en un traje de chaqueta muy elegante de color blanco, con gorro a juego, y una enorme flor roja en la solapa.

  

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1976

 

 

Fueron las chicas las que, después de posar para la prensa con su nuevo uniforme y grabar el anuncio de la vuelta de «Un, dos, tres...», exigieron salir más sexys en pantalla y gustar a los espectadores, y que, de esa manera, pudieran salirles interesantes ofertas en el mundo del cine o de la televisión.

 

Así fue cómo se cambió el uniforme de las azafatas de esta segunda etapa, que ya desde el primer programa consistió en unos cortos shorts de los que se llevaban en la época con un jersey de cuello vuelto sin mangas y unas botas blancas que les llegaban hasta la rodilla.

  

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1976

   

 

 

   

MARTA SÁNCHEZ

 

La cantante Marta Sánchez actuó en varias ocasiones en «Un, dos, tres...». La primera lo hizo de una forma muy recatada; fue en el programa especial dedicado a la juventud de la quinta etapa (28 de febrero de 1986), en el que cantó “Lili Marlén” con el grupo “Olé olé”, del que era vocalista.

  

«Un, dos, tres...» - 1986

 

 

La siguiente vez en que actuó en «Un, dos, tres...» fue ya en la etapa siguiente, en el programa dedicado a Berlín, años 30 (29 de junio de 1987). Chicho quiso que fuera una actuación muy especial y distinta a todas las que hubiera hecho antes, y le propuso aparecer con una imagen más sexy y provocativa. Marta fue muy reacia al principio a salir en el programa con una chaquetita que dejaba al aire su espectacular escote y una minifalda de cuero. Pero Chicho insistió en que sería una actuación que le traería mucho éxito y que debería explotar más su atractivo y sensualidad naturales. Marta terminó accediendo, aunque con mucha vergüenza, pero terminó dándole la razón a Chicho, ya que la actuación fue todo un bombazo televisivo en la época, y le hizo aumentar considerablemente la venta de los discos; de hecho, en agradecimiento, la discográfica regaló a «Un, dos, tres...» el Disco de Oro que consiguieron.

    

  

 

   

ACTUACIONES EN “CUEROS”

 

Pero esa actuación de Marta Sánchez no ha sido la única en la historia de «Un, dos, tres...» en la que la cantante ha actuado vestida con cazadora de cuero.

 

Narciso Ibáñez Serrador la consideraba una prenda altamente erótica, por lo que decidió que Nina la usara en la segunda ocasión que visitó «Un, dos, tres...», sin ser todavía azafata. Chicho se había quedado prendado de su espectacular fuerza vocal, y quería lanzar su carrera al éxito convirtiéndola en toda una estrella; de ahí que insistiera en ficharla como azafata de «Un, dos, tres...», consiguiendo en un primer momento únicamente que regresara al programa para protagonizar un número musical sobre las heroínas de comics (6 de julio de 1987). Nina lució aquella noche absolutamente espectacular y sexy.

  

Nina - «Un, dos, tres...» (1987)

 

 

También actuó vestida con cuero la cantante Samantha Fox, en el programa dedicado a la antigua Grecia (1 de junio de 1987). Samantha empezaba a triunfar en el mundo de la canción y era toda una sex symbol en Inglaterra. Su actuación en «Un, dos, tres...» sirvió para darse a conocer en España.

  

Pero, sin duda, la actuación más erótica y recordaba de la historia de «Un, dos, tres...» fue la de Sabrina en el programa dedicado a la fotografía (23 de noviembre de 1987) cantando su éxito “Boys, boys, boys” con un generosísimo escote que permitió disfrutar a todos los españoles de su espectacular pecho.

 

Aunque no sería hasta la Nochevieja cuando el pecho de Sabrina quedaría al descubierto; en efecto, el éxito obtenido con aquella actuación en «Un, dos, tres...» le sirvió para participar en la gala de fin de año de 1987 con la que se daba la bienvenida a 1988 y en la que, debido a los botes del “Boys, boys, boys”, se le escapó un pecho, lo cual fue captado perfectamente por Hugo Stuven, realizador de la gala.

    

  

 

   

EL PRIMER STRIP-TEASE

 

A pesar de que «Un, dos, tres...» fue un programa pionero en la introducción del erotismo en televisión, Chicho Ibáñez Serrador entendió que la sociedad española no estuvo preparada para ver un strip-tease en un concurso de carácter familiar hasta la sexta etapa, en la que dedicó un programa al erotismo (27 de abril de 1987).

 

En él actuaron las bailarinas de “La Belle Epoque” y realizaron un precioso número musical que terminaron en top less.

  

«Un, dos, tres...» - 1987

 

  

Pero lo realmente sorprendente de aquel programa fue el “espontáneo” strip-tease de dos chicas del público para ayudar a la sufridora en casa a conseguir sujetadores que eran pagados a 50.000 pesetas. Chicho, cuando escribió el guión, no estaba muy convencido de que las jóvenes que hubiera en el público durante la grabación fueran tan desinhibidas como para colaborar quitándose sus sujetadores y lanzándolos a la mesa de Mayra; por eso, infiltró a dos chicas en el público que no dudaron ni un segundo en quitarse la camiseta y el sujetador a la vista de todos, para así animar a otras chicas a hacer lo mismo, aunque de una forma más recatada. Al final, también con la ayuda de Fernanda, la concursante de la subasta, la sufridora en casa consiguió 400.000 pesetas; es decir, ocho sujetadores.

 

Después de aquellos primeros strip-teases vinieron otros, como el que también protagonizaron las bailarinas de “Le Milliardaire” y de “La Belle Epoque” en los programas dedicados a la sexología (que fueron emitidos el 22 y el 29 de noviembre de 1991).

 

Marlene Mourreau, en la octava etapa, también grabó un strip-tease en el decorado del programa dedicado a Tailandia; aunque fue emitido en el programa que llevó por título “Salimos de noche” (7 de mayo de 1993). Se grabaron varias actuaciones y alguna se quedó sin emitir. Ya en la novena etapa, Marlene volvió a «Un, dos, tres...» y grabó otra actuación en el programa dedicado a Frankenstein (4 de marzo de 1994).

 

Marlene declaró que grabando para «Un, dos, tres...» ha sido de las veces que más cómoda se ha sentido delante de una cámara, porque aunque tuvo que repetir las tomas decenas de veces (“¿pero quién hay ahí arriba? ¿Steven Spielberg?”, llegó a preguntar durante la grabación), lo cierto es que las imágenes fueron tomadas con una delicadeza y cuidado inusuales.

    

  

 

   

DESNUDOS MASCULINOS

 

Pero no sólo ha habido sensualidad y desnudos femeninos en «Un, dos, tres...», sino que también los ha habido masculinos.

 

Los más simpáticos, sin duda, los protagonizados por concursantes en la eliminatoria. Chicho era sabedor de que determinadas pruebas sólo iban a ser bien vistas si las hacían hombres, así que ellos fueron los que tuvieron que desnudarse dentro de unos toneles en diversas eliminatorias cuya mecánica se repitió desde 1982.

  

«Un, dos, tres...» - 1982

Esta eliminatoria alcanzó tanto éxito que se repitió varias veces en la historia de «Un, dos, tres...»

 

 

También los concursantes fueron las víctimas de las hermanas Hurtado cada vez que aparecían en la subasta; algunos de ellos, incluso fueron desnudados para soportar sus bromas.

  

«Un, dos, tres...» - 1987

 

  

El strip-tease integral fue el que hicieron los integrantes del grupo “Odd Balls” en el primer programa dedicado a la sexología (22 de noviembre de 1991), si bien no dejaron nada al descubierto gracias a unos globos.

  

«Un, dos, tres...» - 1991

  

   

Y, finalmente, aunque el cuerpo de baile estuvo fundamentalmente compuesto por chicas, en todas las etapas hubo bailarines; a través del paso de los años pudimos ver la evolución en la estética masculina. En los años ochenta, por ejemplo, había bailarines con bigote, no se depilaban el pecho y no mostraban tanto el torso como en años posteriores.

  

«Un, dos, tres...» - 1985

    

 

En los años noventa los bailarines lucieron más “palmito” que anteriormente, y ofrecían una imagen más atractiva a los ojos de los espectadores y espectadoras.

  

«Un, dos, tres...» - 1991

 

 

En 2004, «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» tuvo los bailarines con mejor físico de toda la historia del programa; tanto es así, que uno de ellos, Alexei Postolovsky, protagonizó uno de los números musicales del programa dedicado a “El retrato de Dorian Gray” enseñando el torso desnudo;

  

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2004

    

 

Para terminar con la referencia a los bailarines no podemos dejar de recordar la magnífica actuación de Norma Duval en el primer programa de la sexta etapa, dedicado a “Las mil y una noches”, en la que estuvo acompañada por un bailarín con un cuerpo escultural.

  

«Un, dos, tres...» - 1987

    

  

 

   

POSADOS PROHIBIDOS

 

A pesar de que «Un, dos, tres...» siempre fue un programa con un alto contenido de erotismo y sensualidad, éste siempre fue convenientemente equilibrado y dosificado.

 

Las azafatas aparecían en pantalla absolutamente sexys, mostrando escote y piernas; algunas incluso llegaron a quejarse de que parecían chicas “Mamma Chicho” en lugar de azafatas de «Un, dos, tres...».

 

En cambio, Narciso Ibáñez Serrador siempre tuvo clara una idea: «Un, dos, tres...» era un programa familiar y dirigido a todo el público (mayores y pequeños, varones y mujeres) por lo que su contenido no podía ofender a nadie; de ahí que las chicas fueran lo suficientemente guapas como para encantar a los señores, pero lo suficientemente simpáticas y nada provocativas para agradar a las señoras.

  

«Un, dos, tres...» - 1986

 

 

Y por contrato Chicho les tenía terminantemente prohibido hacer reportajes para revistas eróticas, como Interviú, aunque María Abradelo llegó a ser portada en 1992 (inmediatamente después de haber finalizado la séptima etapa), y de algunas chicas salieron fotos de desnudos tomadas anteriormente a ser azafatas.

  

 

    

Tanto cuidaba Chicho la imagen de sus azafatas que al grupo de la tercera etapa formado por Kim, Silvia, Ivanka, Maite, Pat y Gloria llegó a aconsejarles que no hicieran un posado veraniego en bañador en una piscina madrileña.

 

 

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