Narciso Ibáñez Serrador y el erotismo
Como parte del homenaje a Narciso Ibáñez
Serrador, incluimos en esta página anécdotas y curiosidades
relacionadas con el «Un, dos, tres...» y su lado más erótico y
sensual.
LAS GAFAS DE LAS SECRETARIAS
Las emblemáticas y características gafas de las secretarias de
«Un, dos, tres...», de concha, sin cristales y exageradamente
grandes, fueron una idea que tuvieron
Narciso Ibáñez Serrador y Kiko
Ledgard; Chicho andaba buscando un elemento que las
identificara más allá del uniforme o la minifalda. Kiko le
comentó que las secretarias suelen usar gafas y que, además, a
él le resultaba un complemento que las hacía muy atractivas...
así que Chicho, exagerando un poco la idea, decidió que usaran
gafas, pero enormes.
EL CENSOR Y LAS AZAFATAS DE LA PRIMERA ETAPA
El estreno de
«Un, dos, tres... responda otra vez»
en 1972 trajo de cabeza a D.
Francisco Ortiz Muñoz, el censor
de TVE. Aunque visto con los ojos de hoy en día, la primera
etapa de «Un, dos, tres...» era absolutamente inocente, el
censor consideraba que las azafatas no aparecían lo
suficientemente decorosas en pantalla, por lo que se encargaba
personalmente de medir el largo de sus minifaldas para que no
fueran más cortas de la longitud que se había determinado como
decente.
En la actualidad, ver a una chica lucir las piernas en
televisión no resulta escandaloso, pero en TVE las secretarias
de «Un, dos, tres...» fueron calificadas de “descarados muslos
parlantes”.
No es de extrañar que todas estas
actitudes del sector más retrógrado de la época sirvieran para
inspirar y perfilar el personaje de
“don Cicuta”,
que, en clave de humor, caricaturizaba la tacañería y la moral
antigua. Muchas de las opiniones del censor de TVE eran después
convertidas en diálogos entre “don Cicuta” y
Kiko Ledgard,
continuamente enfrentados por la forma en que las azafatas
aparecían en el programa.
LAS AZAFATAS DE LA SEGUNDA ETAPA
La segunda etapa de
«Un, dos, tres... responda otra vez»
se estrenó en 1976, con una sociedad algo más evolucionada que
la de 1972, lo cual se reflejó en que TVE ya no contaba con
censor, cuya supresión había sido una de las medidas adoptadas
por Narciso Ibáñez Serrador en el
poco tiempo que ejerció como Director de TVE en 1974.
A pesar de eso, los
uniformes que se diseñaron para las azafatas de la segunda etapa
no eran nada atrevidos; más bien al contrario. «Un, dos,
tres...» ya no necesitaba ser revolucionario incorporando a
chicas atractivas, ya que eso era ahora la tónica general de los
programas de TVE, por lo que Chicho ordenó diseñar un uniforme
que consistía en un traje de chaqueta muy elegante de color
blanco, con gorro a juego, y una enorme flor roja en la solapa.
Fueron las chicas las
que, después de posar para la prensa con su nuevo uniforme y
grabar el anuncio de la vuelta de «Un, dos, tres...», exigieron
salir más sexys en pantalla y gustar a los
espectadores, y que, de esa manera, pudieran salirles
interesantes ofertas en el mundo del cine o de la televisión.
Así fue cómo se
cambió el uniforme de las azafatas de esta segunda etapa, que ya
desde el primer programa consistió en unos cortos shorts
de los que se llevaban en la época con un jersey de cuello
vuelto sin mangas y unas botas blancas
que les llegaban hasta la rodilla.
MARTA SÁNCHEZ
La cantante
Marta Sánchez actuó en varias
ocasiones en «Un, dos, tres...». La primera lo hizo de una forma
muy recatada; fue en el programa especial dedicado a la juventud
de la quinta etapa (28 de febrero de 1986), en el que cantó “Lili
Marlén” con el grupo “Olé olé”,
del que era vocalista.
La siguiente vez en
que actuó en «Un, dos, tres...» fue ya en la etapa siguiente, en
el programa dedicado a Berlín, años 30 (29 de junio de 1987).
Chicho quiso que fuera una actuación muy especial y distinta a
todas las que hubiera hecho antes, y le propuso aparecer con una
imagen más sexy y provocativa. Marta fue muy reacia al
principio a salir en el programa con una chaquetita que dejaba
al aire su espectacular escote y una minifalda de cuero. Pero
Chicho insistió en que sería una actuación que le traería mucho
éxito y que debería explotar más su atractivo y sensualidad
naturales. Marta terminó accediendo, aunque con mucha vergüenza,
pero terminó dándole la razón a Chicho, ya que la actuación fue
todo un bombazo televisivo en la época, y le hizo aumentar
considerablemente la venta de los discos; de hecho, en
agradecimiento, la discográfica regaló a «Un, dos, tres...» el
Disco de Oro que consiguieron.
ACTUACIONES EN “CUEROS”
Pero esa actuación de
Marta Sánchez no ha sido la única
en la historia de «Un, dos, tres...» en la que la cantante ha
actuado vestida con cazadora de cuero.
Narciso Ibáñez
Serrador la consideraba una prenda altamente erótica, por
lo que decidió que Nina la usara
en la segunda ocasión que visitó «Un, dos, tres...», sin ser
todavía azafata. Chicho se había quedado prendado de su
espectacular fuerza vocal, y quería lanzar su carrera al éxito
convirtiéndola en toda una estrella; de ahí que insistiera en
ficharla como azafata de «Un, dos, tres...», consiguiendo en un
primer momento únicamente que regresara al programa para
protagonizar un número musical sobre las heroínas de comics (6
de julio de 1987). Nina lució aquella noche absolutamente
espectacular y sexy.
También actuó vestida
con cuero la cantante Samantha Fox,
en el programa dedicado a la antigua Grecia (1 de junio de
1987). Samantha empezaba a triunfar en el mundo de la canción y
era toda una sex symbol en Inglaterra. Su actuación en
«Un, dos, tres...» sirvió para darse a conocer en España.
Pero, sin duda, la
actuación más erótica y recordaba de la historia de «Un, dos,
tres...» fue la de Sabrina en el
programa dedicado a la fotografía (23 de noviembre de 1987)
cantando su éxito “Boys, boys, boys” con un generosísimo escote
que permitió disfrutar a todos los españoles de su espectacular
pecho.
Aunque no sería hasta
la Nochevieja cuando el pecho de Sabrina quedaría al
descubierto; en efecto, el éxito obtenido con aquella actuación
en «Un, dos, tres...» le sirvió para participar en la gala de
fin de año de 1987 con la que se daba la bienvenida a 1988 y en
la que, debido a los botes del “Boys, boys, boys”, se le escapó
un pecho, lo cual fue captado perfectamente por
Hugo Stuven, realizador de la
gala.
EL PRIMER STRIP-TEASE
A pesar de que «Un,
dos, tres...» fue un programa pionero en la introducción del
erotismo en televisión, Chicho Ibáñez
Serrador entendió que la sociedad española no estuvo
preparada para ver un strip-tease en un concurso de
carácter familiar hasta la sexta etapa, en la que dedicó un
programa al erotismo (27 de abril de 1987).
En él actuaron las
bailarinas de “La Belle Epoque” y
realizaron un precioso número musical que terminaron en top
less.
Pero lo realmente
sorprendente de aquel programa fue el “espontáneo” strip-tease de
dos chicas del público para ayudar a la sufridora en casa a
conseguir sujetadores que eran pagados a 50.000 pesetas. Chicho,
cuando escribió el guión, no estaba muy convencido de que las
jóvenes que hubiera en el público durante la grabación fueran
tan desinhibidas como para colaborar quitándose sus sujetadores
y lanzándolos a la mesa de Mayra; por eso, infiltró a dos chicas
en el público que no dudaron ni un segundo en quitarse la
camiseta y el sujetador a la vista de todos, para así animar a
otras chicas a hacer lo mismo, aunque de una forma más recatada.
Al final, también con la ayuda de Fernanda, la concursante de la
subasta, la sufridora en casa consiguió 400.000 pesetas; es
decir, ocho sujetadores.
Después de aquellos
primeros strip-teases vinieron otros, como el que
también protagonizaron las bailarinas de
“Le Milliardaire” y de “La Belle
Epoque” en los programas dedicados a la sexología (que
fueron emitidos el 22 y el 29 de noviembre de 1991).
Marlene Mourreau,
en la octava etapa, también grabó un strip-tease en
el decorado del programa dedicado a Tailandia; aunque fue
emitido en el programa que llevó por título “Salimos de noche”
(7 de mayo de 1993). Se grabaron varias actuaciones y alguna se quedó sin emitir.
Ya en la novena etapa, Marlene volvió a «Un, dos, tres...» y
grabó otra actuación en el programa dedicado a Frankenstein (4
de marzo de 1994).
Marlene declaró que
grabando para «Un, dos, tres...» ha sido de las veces que más
cómoda se ha sentido delante de una cámara, porque aunque tuvo
que repetir las tomas decenas de veces (“¿pero quién hay ahí
arriba? ¿Steven Spielberg?”, llegó a preguntar durante la
grabación), lo cierto es que las imágenes fueron tomadas con una
delicadeza y cuidado inusuales.
DESNUDOS MASCULINOS
Pero no sólo ha
habido sensualidad y desnudos femeninos en «Un, dos, tres...»,
sino que también los ha habido masculinos.
Los más simpáticos,
sin duda, los protagonizados por concursantes en la
eliminatoria. Chicho era sabedor de que determinadas pruebas
sólo iban a ser bien vistas si las hacían hombres, así que ellos
fueron los que tuvieron que desnudarse dentro de unos toneles en
diversas eliminatorias cuya mecánica se repitió desde 1982.
|
Esta eliminatoria alcanzó tanto éxito que se repitió
varias veces en la historia de «Un, dos, tres...» |
|
También los
concursantes fueron las víctimas de las
hermanas Hurtado cada vez que aparecían en la subasta;
algunos de ellos, incluso fueron desnudados para soportar sus
bromas.
El strip-tease integral
fue el que hicieron los integrantes del grupo
“Odd Balls” en el primer programa dedicado a la sexología
(22 de noviembre de 1991), si bien no dejaron nada al descubierto gracias a unos
globos.
Y, finalmente, aunque el cuerpo de baile estuvo
fundamentalmente compuesto por chicas, en todas las etapas hubo
bailarines; a través del paso de los años pudimos ver la
evolución en la estética masculina. En los años ochenta, por
ejemplo, había bailarines con bigote, no se depilaban el pecho y
no mostraban tanto el torso como en años posteriores.
En los años noventa
los bailarines lucieron más “palmito” que anteriormente, y
ofrecían una imagen más atractiva a los ojos de los espectadores
y espectadoras.
En 2004, «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!»
tuvo los bailarines con mejor físico de toda la historia del
programa; tanto es así, que uno de ellos,
Alexei Postolovsky,
protagonizó uno de los números musicales del programa dedicado a
“El retrato de Dorian Gray” enseñando el torso desnudo;
Para terminar con la
referencia a los bailarines no podemos dejar de recordar la
magnífica actuación de Norma Duval
en el primer programa de la sexta etapa, dedicado a “Las mil y
una noches”, en la que estuvo acompañada por un bailarín con un
cuerpo escultural.
POSADOS PROHIBIDOS
A pesar de que «Un,
dos, tres...» siempre fue un programa con un alto contenido de
erotismo y sensualidad, éste siempre fue convenientemente
equilibrado y dosificado.
Las azafatas
aparecían en pantalla absolutamente sexys, mostrando
escote y piernas; algunas incluso llegaron a quejarse de que
parecían chicas “Mamma Chicho” en
lugar de azafatas de «Un, dos, tres...».
En cambio,
Narciso Ibáñez Serrador siempre
tuvo clara una idea: «Un, dos, tres...» era un programa familiar
y dirigido a todo el público (mayores y pequeños, varones y
mujeres) por lo que su contenido no podía ofender a nadie; de
ahí que las chicas fueran lo suficientemente guapas como para
encantar a los señores, pero lo suficientemente simpáticas y
nada provocativas para agradar a las señoras.
Y por contrato Chicho
les tenía terminantemente prohibido hacer reportajes para
revistas eróticas, como Interviú, aunque
María Abradelo llegó a ser portada en 1992
(inmediatamente después de haber finalizado la séptima etapa), y de algunas
chicas salieron fotos de desnudos tomadas anteriormente a ser
azafatas.
Tanto cuidaba Chicho
la imagen de sus azafatas que al grupo de la tercera etapa
formado por Kim,
Silvia,
Ivanka, Maite,
Pat y
Gloria llegó a aconsejarles que no hicieran un posado
veraniego en bañador en una piscina madrileña.
|