En la
primera etapa (1972-1973)
el equipo de
«Un, dos, tres… responda otra vez»
no se tomó vacaciones de verano. El programa había sido
estrenado recientemente (el 24 de abril de 1972) y empezaba a
destacar entre la programación de TVE; es por eso que se decidió
dar continuidad en verano a las emisiones de los lunes. Es más,
fue en agosto de 1972 cuando
Chicho Ibáñez Serrador
decide dedicar cada emisión del programa a un tema concreto,
comenzando con el de los toros. En los cuatro programas de
agosto no hubo ninguno especialmente dedicado al verano, sino al
hogar, a la música y al Oeste, además del de los toros con el
que se iniciaba la serie temática.
En el verano de 1976, ya en la
segunda etapa de «Un, dos, tres…
responda otra vez» el
equipo del programa tampoco descansó; tan sólo no hubo emisión
el viernes 9 de julio de 1976 porque en su lugar TVE programó
otros contenidos.
Aquel verano, además de tratar temas
diversos (como las fábulas, la alta costura, los amigos de
Ruperta, la pintura, las aventuras o los inventos), hubo dos
programas muy apropiados para las fechas de emisión. Uno de
ellos fue el dedicado a
las Olimpiadas
(23 de julio de 1976), ya que en esas mismas fechas se estaban
celebrando los
Juegos Olímpicos de Montreal,
y el otro estuvo especialmente dedicado al
veraneo
(20 de agosto de 1976), en el que el decorado fueron cuatro
casetas de playa.
La programación veraniega de TVE, con
«Un, dos,
tres…»
incluido, fue objeto de crítica en una de las revistas de
la época; el periodista escribió lo siguiente:
“(...) acabada la Olimpiada,
(...) llega con todo su peso los efectos de una mala
programación. En este agosto los telespectadores van a soportar
una de esas clásicas programaciones de verano que no hay quien
soporte; incluso en este programa estrella de TVE se ha notado
el bajón del calor”.
El 3 de septiembre de 1976 se emitió
el programa dedicado a
las Islas Canarias,
en el que el
Cabildo
Insular invitó a los
espectadores a que proyectaran sus próximas vacaciones de verano
(puesto que por las fechas de emisión las de 1976 ya habían
pasado) hacia el archipiélago. Y ya la semana siguiente el tema
de
los exámenes
(10 de septiembre de 1976) reconducía al espectador a la rutina
del curso.
Antes de comenzar el verano siguiente,
concretamente el 17 de junio de 1977, hubo un programa especial
infantil dedicado a
las vacaciones,
aprovechando que los niños ya estaban para terminar el curso
escolar. El ambiente fue distendido y
Kiko Ledgard,
en lugar de usar su tradicional esmoquin, utilizó una americana
sin corbata. Las azafatas aparecieron vestidas con el uniforme
oficial mostrando en sus camisetas el logotipo del programa o el
dibujo de la
calabaza Ruperta.
El decorado de aquel programa era un
parque de atracciones con diversas casetas de juegos y tómbolas.
El programa estuvo lleno de contenidos
del gusto de los niños; así. por ejemplo, uno de los personajes
que aparecieron en la subasta fue el
mono Amedio
de la serie de dibujos animados «Marco».
Durante el mes de julio hubo emisiones
de «Un, dos, tres…», con temas apropiados a la fecha como
la feria del toro
(1 de julio de 1977) por la proximidad de
San Fermín, o el
programa dedicado al
mar
(15 de julio de 1977).
Con el programa especial con famosos
dedicado a
la revista
(29 de julio de 1977) el equipo de
«Un, dos, tres… responda otra vez»
se tomó unas merecidas vacaciones de dos meses.
Hasta el 7 de octubre de 1977 no se
retomaron las emisiones de «Un, dos, tres…», con el programa
dedicado al
Maestro Serrano,
con el que se introdujeron algunos cambios, como
la reducción a tres de las parejas de concursantes o la llegada
de “don Menudillo” (Luis
Lorenzo) en sustitución de “don
Rácano” (Paco Cecilio).
En la
tercera etapa «Un, dos, tres…»
no solo no tuvo vacaciones de verano, sino que la etapa comenzó
un 20 de agosto de 1982, con el programa dedicado a
“Las mil
y una noches”.
Bien es cierto que los cuatros primeros programas fueron grabados con bastante antelación
(entre junio y julio), por lo que el equipo estuvo trabajando
ese verano de 1982, pero pudo tomarse unos días de descanso en
agosto antes de retomar las grabaciones en septiembre. Dadas las
fechas de grabación y el calor que hacía en el plató era
habitual ver personas abanicándose entre el público en los
primeros programas de la tercera etapa.
En el verano de 1983 hubo programas en
julio, concretamente dos dedicados a
la magia,
aprovechando un congreso internacional de magos que se había
celebrado en
Sitges.
También hubo dos programas cuya
temática no guardaba relación con el verano, como
la música
(15 de julio de 1983) y
la medicina
(22 de julio de 1983).
El último programa antes de las
vacaciones de agosto tuvo como protagonista a los niños, que
también disfrutaban ya de su descanso estival, y estuvo dedicado
a
la feria
(29 de julio de 1983); tema que se volvió a repetir a la vuelta
de las vacaciones el 2 de septiembre de 1983.
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Las seis nuevas azafatas (ya que llevaban en el «Un, dos, tres…»
tan sólo desde mayo) contaron en un reportaje publicado en una
revista especializada en televisión sus planes para agosto de
1983;
Kim Manning
confesó que trabajaría como ayudante de coreografía de Ricardo
Ferrante, si bien los fines de semana tenía planeado disfrutar
de la Costa Brava;
Pat Ondiviela
ocuparía sus vacaciones rodando una película a las órdenes de
José Luis Garci;
Silvia Marsó
aprovecharía para descansar y disfrutar de la playa y para hacer
alguna gala con el cuerpo de baile con el que trabajaba antes de
entrar en el programa;
Ivanka Marfil
iba a aprovechar las vacaciones para pasar más tiempo con su
bebé Jasón, nacido hacía tres meses;
Gloria Férnández
regresaría a Valencia para disfrutar del sol y la playa y
practicar con el piano; por su parte,
Maite de Castro
dividiría sus vacaciones entre el campo y la playa.
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Por el periodo de emisión de las
etapas cuarta y quinta,
una de noviembre de 1984 a mayo de 1985, y la otra de octubre de
1985 a marzo de 1986, no se planteó el tema de las vacaciones
de verano puesto que el
«Un, dos, tres…»
no estaba en antena.
En la
sexta etapa (1987-1988)
hubo emisiones durante el mes de julio; precisamente, el
programa que dio paso al descanso vacacional durante el mes de
agosto estuvo dedicado a
las terrazas de verano (27
de julio de 1987).
Las azafatas posaron para un reportaje
en la prensa precisamente con el vestuario que lucieron en aquel
programa; en él contaron a los periodistas sus planes de verano.
Silvia Marsó, por ejemplo, explicó que se pasaría el verano
haciendo un espectáculo en el que ella misma cantaba cuplés de
toda la vida, socarrones, pero actualizados con música tecno;
Kim Manning, por su parte, también se pasaría agosto de gira con
un show en el que durante una hora realizaba varios
números musicales.
Victoria
e
Isabel,
por su parte, pasaron sus vacaciones de agosto descansando en la
playa con sus respectivas familias.
Este programa dedicado a
las terrazas de verano
fue el último de
Jenny, que abandonó el
programa para preparar el lanzamiento del grupo musical que
tenía proyectado formar con su compañera
Beverly.
Para retomar las emisiones después de
las vacaciones se utilizó un tema muy apropiado:
los exámenes de septiembre
(7 de septiembre de 1987); en este programa debutó
Nina
como azafata, en sustitución de
Jenny; y, como
curiosidad,
Beverly
no participó en él, aunque regresó al concurso la semana
siguiente.
La
séptima etapa
(1891-1992) tampoco tuvo emisiones durante la época estival, ya
que comenzó el 13 de septiembre y finalizó el 10 de abril con la
gran fiesta conmemorativa del
vigésimo cumpleaños de «Un, dos,
tres…». Tampoco hubo
emisión durante el verano ni en la
novena etapa,
que comenzó el 19 de noviembre de 1993 y finalizó con el
“gran boom”
el 8 de abril de 1994, ni en
«Un, dos, tres… ¡a leer esta vez!»,
cuyo periodo de emisión abarcó del 9 de enero al 11 de junio de
2004.
De hecho el último programa de «Un,
dos, tres…» emitido en periodo estival fue el que cerró la
octava etapa, titulado precisamente
“Cerramos por
vacaciones”, que fue
emitido el 9 de julio de 1993. El programa no pudo estar mejor
ambientado de cara a las vacaciones, ya que el decorado era un
hotel con piscina y terraza para degustar cócteles, y las
azafatas y todo el público estuvieron vestidos con traje de
baño.
Los presentadores,
Jordi Estadella
y
Miriam Díaz-Aroca
también lucieron unos atuendos muy veraniegos y fresquitos,
acordes con el tema del programa. Para ambos era su último
programa; de
Miriam Díaz-Aroca
se sabía y, por eso,
Chicho Ibáñez Serrador
le dedicó un plano final; de
Jordi
aún no estaba decidido, aunque finalmente también fue así.
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