Inicio > Un recorrido por la historia del «Un, dos, tres...» > Curiosidades y anécdotas > Curiosidades y anécdotas · 24

 

 

Curiosidades y anécdotas

Cosas divertidas o interesantes relacionadas
con «Un, dos, tres...» que quizás no conocías

 

 

EL DÍA DE LOS DIFUNTOS

 

El 2 de noviembre se conmemora en la tradición católica el día de los difuntos. Hemos querido aprovechar esta fecha para recordar a algunos de los protagonistas de «Un, dos, tres...» que ya han fallecido para que siempre permanezcan en nuestra memoria y en el cariño de todos.

 

 

 

   

El entierro de Valentín Tornos

 

Valentín Tornos, el entrañable actor que dio vida al inolvidable personaje de “don Cicuta”, fue el primer protagonista de «Un, dos, tres... responda otra vez» que falleció. Fue el 19 de septiembre de 1976, cuando estaba en plena emisión la segunda etapa del concurso, en la que llegó a intervenir en los anuncios promocionales y en el primer y cuarto programa.

 

Chicho Ibáñez Serrador, que tenía en nómina al actor, aunque no intervenía habitualmente dada su avanzada edad y enfermedad, fue quien se encargó de la organización y asumió los gastos del sepelio de Valentín.

 

 

 

Al entierro acudieron, además del director del programa, su presentador, Kiko Ledgard, que había cosechado gran éxito como pareja antagónica de “don Cicuta” en la primera etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez», y los actores que interpretaban a dos de los nuevos “Tacañones”, Pedro Sempson y Paco Cecilio, a pesar de que estos apenas habían coincidido en el plató con el fallecido actor.

 

 

 

El entierro tuvo lugar el 20 de septiembre de 1976, lunes, el mismo día en que se grababa el programa dedicado a la música, y aunque Chicho solicitó a TVE aplazar la grabación al día siguiente, la petición no le fue concedida, así que después del entierro, que tuvo lugar a mediodía, se trasladaron al plató para grabar el programa, que comenzó con un emotivo aplauso que todo el equipo dedicó a Valentín Tornos.

 

 

 

  

El entierro de Kiko Ledgard

 

El 23 de octubre de 1995, con 76 años, falleció en Madrid Kiko Ledgard. En el díficil momento de la despedida definitiva, su viuda, Teresa Marrou, estuvo muy arropada por sus once hijos, algunos de los cuales tuvieron que volar desde muy lejanos puntos del mundo (Suiza, Chile, Estados Unidos, Perú...).

 

  

 

Uno de los hijos de Kiko declaraba a la prensa que “si Chicho Ibáñez Serrador no se ha preocupado de nuestro padre en los últimos quince años, no tendría sentido que lo hiciera ahora. Afortunadamente, los que han venido son los amigos de verdad, los que querían sinceramente a papá, y eso es lo que importa en un momento tan triste como éste”.

  

 

De los compañeros de «Un, dos, tres...» destacó la presencia de Paco Cecilio, Pepe Carabias y Bigote Arrocet en el funeral; este último declaró que “Fue una persona entrañable e inolvidable. Yo me inicié a su lado en televisión, en el «Un, dos, tres...», y durante los últimos años he mantenido una buena relación con la familia Ledgard. Me siento muy mal con su muerte”.

 

  

 

Por su parte, Pepe Carabias manifestaba que “Kiko era un amigo maravilloso. Yo fui la primera persona que trabajó con él cuando se vino de Perú. Hacíamos un programa infantil en TVE, y luego estuvimos durante tres meses en el Parque de Atracciones con nuestro show. Más tarde coincidimos en el «Un, dos, tres...»... Mantuvimos una relación de verdadera amistad. Y más tarde seguimos viéndonos, porque vivíamos relativamente cerca el uno del otro. Tengo una tristeza muy grande esta tarde porque se ha marchado uno de mis mejores amigos”.

 

  

 

También asistieron al funeral el realizador Hugo Stuven y el humorista Chicho Gordillo, gran amigo de Kiko y propuesto para sustituirle al frente de «Un, dos, tres...» en 1982; preguntado por la prensa, Chicho Gordillo manifestó que “es una pena que hoy, que ha fallecido, se haya acordado de él tan poca gente, aunque en el caso de Chicho Ibáñez Serrador, no creo que tenga cara para venir”.

 

 

 

 

  

El funeral de Jordi Estadella

 

El 30 de abril de 2010 nos despertamos con la triste noticia del fallecimiento de Jordi Estadella, presentador de las etapas séptima y octava del «Un, dos, tres...». Un cáncer de hígado provocó que Jordi nos dejara muy joven, con tan sólo sesenta y un años de edad. En su esquela, el propio Jordi quiso despedirse con la mítica frase “Y hasta ahí puedo leer”.

 

  

 

Su compañera en el «Un, dos, tres...», Miriam Díaz-Aroca, se trasladó a Barcelona para acompañar a Elisa, la viuda de Jordi, en el tanatorio. Miriam dedicaba estas palabras a Jordi: “Era un hombre muy generoso, tan lleno de vida, tan buena persona, con ese sentido del humor...”.

 

  

 

A pesar de encontrarse en silla de ruedas, Narciso Ibáñez Serrador, que había entablado una entrañable amistad con Jordi tras trabajar con él en «Un, dos, tres...» y en «El semáforo». Chicho se refería con estas palabras al presentador fallecido: “Se me hace difícil hablar de él en pasado; es como si por dentro se me hubiera llevado el alma. Era como de la familia”.

 

 

 

 

  

El entierro de Narciso Ibáñez Serrador

 

Narciso Ibáñez Serrador, creador del «Un, dos, tres...», fallecía el 7 de junio de 2019. Chicho, maestro y padre de tantos formatos televisivos de éxito, dejaba huérfano a la televisión, y muchos rostros de la pequeña pantalla se acercaron al tanatorio de la M-30 de Madrid para darle el último adiós al veterano director. Así, por ejemplo, María Casado, Presidenta de la Academia de la Televisión, destacó de él que es un figurón y que consiguió sentar en un sofá a varias generaciones de españoles.

 

 

 

Del programa «Un, dos, tres...» se acercaron numerosos rostros al tanatorio, como Josema Yuste, Bigote Arrocet acompañado por María Teresa Campos, Lydia Bosch, Luisa Martín, Silvia Abascal, Pepe Carabias, Manolo Sarriá, Manolo Royo, Miriam Díaz-Aroca o Mayra Gómez Kemp, entre otros muchos.

 

 

 

También de otros programas dirigidos por Ibáñez Serrador acudieron al tanatorio, como Marlene Mourreau, Mar Regueras o Nuria Roca, así como rostros de la pequeña pantalla, admiradores de Chicho, quisieron rendirle homenaje, como Rosa María Mateo (Presidenta de RTVE), Paco Lobatón o Ramón García, entre otros.

 

 

  

Por expreso deseo de Chicho, sus restos mortales reposan en el cementerio de San José de Granada, hasta donde se trasladaron sus hijos Pepa y Alejandro para cumplir con su última voluntad.

 

 

 

El hecho de que Chicho quisiera ser enterrado en Granada obedece a que allí descansa también el cuerpo de su madre, Pepita Serrador, fallecida en 1964.

 

 

  

En una íntima ceremonia en la que los hijos de Chicho estuvieron acompañados por amigos y familiares, Pepa Ibáñez Nauta leyó una emotiva carta dedicada a su padre: “Querido papá, lo primero que quiero es darte las gracias como hija. Con tu amor y esfuerzo mi vida ya sido un auténtico sueño. Gracias a ti he podido crecer sumamente feliz, libre y sin preocupaciones. Me enseñaste a fascinarme con la vida, a tener espíritu crítico, a ser aventurera, curiosa, inquieta, exigente, perfeccionista y también un poco mandona. Me enseñaste a experimentar y explorar el mundo al máximo tal y como tú siempre lo has hecho, pero a la vez a ser bondadosa y humilde por el camino. Por todo esto te estoy eternamente agradecida. (...) Has sembrado tantas semillas de amor e ilusión por tantas partes que ese cariño no va a parar de crecer. Es un honor tener un padre que con tantísimo esfuerzo tocó los corazones de millones de personas e inspiró la vida de muchos para que consiguieran sus sueños. Permanecerás en la memorias colectiva de todo un país. (...) Lo que más me enorgullece es el gran corazón que siempre has tenido. Como has tendido las manos a tantas personas, a sus familias, hijos, amigos”.

 

 

  

En el entierro también estuvo presente Luis Larrodera y un íntimo amigo de Chicho del mundo de la televisión, Alfredo Amestoy; el “tito” Alfredo, como lo llamaban Pepa y Alejandro. Amestoy leyó un discurso en el que pedía a Dios que dejara entrar en el cielo a Chicho, donde “ni los ángeles tienen sexo, ni se puede concursar”.

 

 

 

 

  

El funeral de Mayra Gómez Kemp

 

El 13 de octubre de 2024 fallecía Mayra Gómez Kemp; días antes había sufrido una caída en su casa de la que había podido recuperarse, pero una siguiente caída y un derrame cerebral terminaban con la vida de la carismática presentadora del «Un, dos, tres...» en los años ochenta.

 

Las circunstancias que rodearon su muerte y el hecho de que muriera sola y en su casa, provocaron que su cuerpo tuviera que trasladarse al Instituto Anatómico Forense para que le realizaran la autopsia; hasta que se realizaron los trámites burocráticos para que su hermana Georgina autorizara que el cadáver de Mayra fuera retirado por Roxana, la hija de Alberto Berco, el cuerpo de Mayra permaneción en el Instituto Anatómico Forense, hasta que el viernes 18 de octubre de 2024 pudo tener lugar durante tres horas una capilla ardiente en el tanatoio de San Isidro, de Madrid. La sala donde amigos y seguidores pudieron despedirse de Mayra, estaba presidida por una preciosa fotografía de la presentadora.

 

  

 

A la capilla ardiente de Mayra se acercaron miembros de la Academia de TV, como Manuel Campo Vidal o María Casado, visiblemente afectada, ya que siempre se ha considerado ferviente admiradora de Mayra, quien prologó su libro sobre la historia de Televisión Española.

 

  

 

Al tanatorio también acudieron el hijo de Chicho Ibáñez Serrador, Alejandro Ibáñez, quien colaboró con la organización de la capilla ardiente y Yusán Acha, director de «¡Qué tiempo tan feliz!», al que tantas veces acudió Mayra como invitada.

 

  

 

Del programa «Un, dos, tres...» acudieron sus amigos más íntimos y cercanos, como el matrimonio formado por Luisa Armenteros y Luis Lorenzo, Pepe Carabias, su “hermana” Beatriz Carvajal y Lydia Bosch.

 

  

 

Entre las coronas de flores que amigos habían mandado al tanatoria, se podía leer en una de ellas la mítica frase que ellas tantas veces pronunció: “Y hasta aquí puedo leer”.

 

 

 

volver atrás

 

www.lawebdelundostres.es

undostres@lawebdelundostres.es