Un programa de película

No es habitual que el cine se fije en la televisión, pero el «Un, dos, tres...» ha aparecido en varias películas españolas.

Quizás la película donde más presente estuvo el «Un, dos, tres...» fue «Muertos de risa», del director Álex de la Iglesia, y con El Gran Wyoming, Santiago Segura y Álex Angulo como protagonistas. La película narra la historia de una pareja de humoristas, Nino y Bruno, desde que se conocen en los años 70 hasta el final de su trayectoria profesional como dúo cómico.

En una de las escenas de la película, Wyoming y Santiago Segura acuden a una prueba de selección de cómicos para «Un, dos, tres... responda otra vez». La película recrea el plató del concurso en los Estudios Roma, donde, de hecho, rodaron estas escenas.

Chicho Ibáñez Serrador interviene en la película con su voz; le podemos oír en el casting de cómicos y a través de un teléfono hablando con el representante de los dos protagonistas de la película.

Aunque la recreación de decorados y música está muy bien hecha, tenemos que advertir que hay un desfase temporal. Cuando Nino y Bruno van al plató de «Un, dos, tres...», la película se desarrolla en 1972; en cambio, aparece la Ruperta tal y como fue concebida en 1976, las azafatas vestidas con el uniforme blanco, los decorados de la segunda etapa, las músicas creadas para etapas posteriores, etc.

Pero, a pesar de estos pequeños errores, el pequeño homenaje a «Un, dos, tres...» en «Muertos de risa» está muy bien conseguido, con detalles como el de que el regidor del concurso en vez de llamar “humoristas” a los actores, los llama “cómicos”, que es el término que le gustaba utilizar a Narciso Ibáñez Serrador.

Otra película que tenía gran relación con «Un, dos, tres...» fue una dirigida por Miliki y que protagonizaron Juan Rosa y Manolo Sarriá, “el dúo Sacapuntas”; la película trataba sobre el sueño de dos muletillas de convertirse en matadores de toros.

Las mascotas de «Un, dos, tres...» también salieron en algunas películas. Por ejemplo, en «La avispita de Ruinasa», cuando José Sazatornil “Saza” va a introducir en secreto una clave en el ordenador, sale la cabecera de Botilde. Y en el cortometraje «Amantes de lo prohibido», de Almodóvar, se escucha de fondo la sintonía del Chollo mientras en la pantalla vemos a Bibí Andersen.

También en algunas películas, sus protagonistas han aparecido viendo en la televisión el «Un, dos, tres...». Es el caso, por ejemplo, de Chus Lampreave en «Todos a la cárcel», que no hace caso a Agustín González porque está pendiente de que los concursantes se lleven el coche. También en la película «Días contados» en la casa están viendo un juego de la subasta, y al final Javier Bardem se pone violento mientras suena la sintonía de despedida de la calabaza Ruperta.

Para acabar este repaso cinematográfico del «Un, dos, tres...» vamos a hacer referencia a la película en la que debutaba Kim Manning, que llevó por título «Un, dos, tres... ensaimades i res més».

Homenajes al «Un, dos, tres...» en otros programas

Sería casi imposible hacer un listado de programas en los que se ha hablado o se ha hecho algún tipo de homenaje a «Un, dos, tres...», porque en centenares de ellos se ha recordado la mecánica del programa, llegándola a poner en práctica a modo de homenaje, recordatorio o parodia.

Por ello, y sin ánimo de ser exhaustivos, vamos a referirnos a algunos de estos programas, a sabiendas de que ha habido muchos más. Por ejemplo, el programa de humor que Óscar Terol dirigía a nivel nacional, «Made in China», realizó en más de una ocasión parodias de «Un, dos, tres...», con un actor que imitaba bastante bien la voz de Kiko Ledgard. Nos consta que en programas de la misma productora realizados para ETB también han seguido incorporando el gag de las preguntas de «Un, dos, tres...».

Otro programa de humor donde se recurrió en varias ocasiones a parodiar la tanda de preguntas fue en «Homo Zapping», que coincidiendo con la emisión de «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!», aprovechó para realizar diversos sketches, en los que un divertidísimo Paco León hacía de azafata contable.

Ya no sólo la tanda de preguntas, sino también la eliminatoria y la subasta se parodiaron en diversos programas, como en «El show de Flo» el día que tuvieron a Mayra Gómez Kemp como invitada, donde ejercieron de concursantes Pablo Puyol y Miguel Ángel Muñoz (de «Un paso adelante»), Juan Echanove y Pepón Nieto, y Miky Nadal y Florentino Fernández.

También se parodió el programa en su totalidad en «Malalts de tele» (TV3), en el que participaron como concursantes dos presentadores de «Un, dos, tres...»: Jordi Estadella, que hacía pareja con Elsa Anka, y Josep María Bachs, que hacía pareja con Guillermina Motta.

Los chicos de “Martes y 13”, que habían intervenido en «Un, dos, tres...» como actores cómicos, también parodiaron el programa en alguna ocasión, sobretodo en el especial «Que te den concurso».

Otro dúo cómico que parodió al «Un, dos, tres...» en diversas ocasiones fue “Cruz y Raya”; en alguna ocasión llegaron a contar con la colaboración del propio Luis Roderas para sus sketches, siendo concursantes los personajes de Ramón y Tomás, los simpáticos abuelos tacaños, que después devolvieron la visita en el programa dedicado a “Narraciones extraordinarias”.

En el programa «Ankawa» (TVE), el día en que los invitados fueron Mayra Gómez Kemp. Miriam Díaz-Aroca, Arévalo y Manolo Sarriá, el actor cómico Ángel Garó, colaborador del programa, volvió a meterse en la piel de sus míticos personajes, siendo Arévalo quien puso la voz en off, como en su día lo hacía Chicho Ibáñez Serrador.

Terminamos este repaso que podría alargarse casi hasta el infinito mencionando que el programa «Sálvame» (Telecinco), cuando celebró su emisión número 500, hicieron un especial con Mayra Gómez Kemp como invitada, y en el que los colaboradores iban vestidos de personajes del «Un, dos, tres...».

Programas con mecánica similar a «Un, dos, tres...»

En España, el «Un, dos, tres...» es considerado como el padre de todos los concursos. Muchos de los juegos e ideas que Chicho Ibáñez Serrador utilizó en el programa han sido vistas posteriormente en otros muchos concursos; por ejemplo, hacer especiales infantiles en Navidad, invitar a personajes famosos a concursar, identificar a los concursantes con una pegatina en la que aparece su nombre, etc.

Pero además de estos detalles, ha habido en España varios programas cuya mecánica se asemejaba a la de «Un, dos, tres...», aunque en puridad se parecía a la de «Let’s make a deal», formato en el que estaba basada la subasta del «Un, dos, tres...», si bien Chicho le fue introduciendo particularidades, como el hecho de que cada semana girara sobre un tema, aparecieran personajes cómicos, números musicales, etc.

Uno de esos programas fue «Trato hecho», que presentó Bertín Osborne en Antena 3. Los concursantes se sometían a unas pruebas físicas para eliminar a otros concursantes, y los que conseguían clasificarse para la final intercambiaban regalos por puertas numeradas que Bertín Osborne les ofrecía. Además, el público en el plató también intervenía vendiéndole objetos al presentador.

El concurso contaba, incluso, con una mascota; se trataba de Lolo, un conejito animado por ordenador.

Un programa similar al anterior y que también emitió Antena 3, coincidiendo incluso en la misma temporada con «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» (2004), fue «¿Hay trato?», cuyo presentador fue Carlos Sobera.

También coincidió en fechas de emisión con «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!», aunque luego continuó algunos años más, el concurso «Allá tú», que presentó, entre otros, Jesús Vázquez. Los concursantes debían ir descartando cajas, que contenían en su interior premios monetarios de mayor o menor cuantía. Al final se quedaban, bien con el contenido de su caja, bien con la oferta que les hacía el banquero.

Para acabar nos referiremos a un concurso que estuvo muy poco tiempo en antena, pero cuya mecánica era asombrosamente parecida con la de «Un, dos, tres...». Nos referimos a «Vaya vecinos», que presentó en Canal Sur Agustín Bravo. Dos comunidades de vecinos se enfrentaban en unas pruebas, y la que ganaba pasaba a una subasta en la que desfilaban actores cómicos (entre ellos, Víctor Carretero, que había formado parte del equipo de la última etapa de «Un, dos, tres...»). Cada actor dejaba un objeto con tarjetita.