Inicio > Narciso Ibáñez Serrador, "Chicho" > Las despedidas de Chicho al final de cada etapa |
Las despedidas de Chicho al final |
Primera etapa
El último programa de la primera etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez» estuvo dedicado al circo (30 de abril de 1973).
Narciso Ibáñez Serrador eligió este tema porque en una de las críticas que se habían hecho al espacio se dijo que el «Un, dos, tres...» parecía un circo, y Chicho convirtió aquella crítica un tanto negativa, en uno de los motivos que luego a lo largo de la historia se repetiría con mucha frecuencia.
Además, los circos son un gran espectáculo de alegría e ilusión que gusta a niños y mayores, como el propio «Un, dos, tres...», pero a la vez tienen esa carga de melancolía que era ideal para la despedida.
Chicho tomó la palabra al final del programa y se dirigió a los espectadores agradeciéndoles su amistad, cariño y fidelidad, y rogándoles que no tiraran enseguida el recuerdo de «Un, dos, tres...».
Dado que «Un, dos, tres... responda otra vez» había obtenido una enorme popularidad en esta primera etapa, la prensa estuvo muy pendiente de la grabación de la última emisión, y muchos reporteros y fotógrafos acudieron para ser testigos de la misma, dejándonos fotos para el recuerdo como ésta:
Segunda etapa
No se conservan imágenes en video del último programa de la segunda etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez»; tan sólo se tiene noticia, gracias al primer programa de la tercera etapa, de que en aquella emisión el equipo mostró a cámara lo mejor que habían producido en aquella etapa, que no era sino los niños que habían nacido en el año y medio largo que duró la segunda etapa.
En aquel programa Chicho enseñó en cámara a su hija Pepa, que luego aparecería más veces en el programa, como en el primer programa de las etapas tercera y cuarta.
Una vez terminado de grabar el programa, con todo el equipo sentado en las gradas del público, Chicho Ibáñez Serrador les pronunció unas palabras de agradecimiento por tantas semanas de intenso trabajo.
Tercera etapa
Para el último programa de la tercera etapa, Chicho recurrió nuevamente al tema del circo y volvió a dirigir unas palabras al final de la emisión.
Chicho dedicó unas especiales palabras a las seis últimas azafatas, con las que posa en esta simpática foto tomada en el decorado de ese último programa, dedicado al circo.
Cuarta etapa
Como dijimos más arriba, Pepa Ibáñez, la hija de Chicho, había aparecido en el programa en brazos de su padre en el último programa de la segunda etapa, siendo muy pequeña. En el primer programa de la tercera etapa Chicho volvió a sacarla en brazos para explicar que el «Un, dos, tres...» volvía porque había niños que no lo habían podido ver por ser muy pequeños en 1976. Y en el primer programa de la cuarta etapa, Pepa volvió a aparecer por ser una de los mayores seguidoras del espacio y una de las críticas más escuchadas por Chicho.
Pero otros críticos —profesionales— habían acusado a Chicho de ser excesivamente ternurista mostrando a su hijita en cámara, y el veterano director, en un despliegue de ironía sin parangón, en la despedida que hizo en la cuarta etapa de «Un, dos, tres...» mostró a otras de sus “hijitas”.
En este vídeo vemos la simpática despedida de Chicho en el último programa de la cuarta etapa (3 de mayo de 1985). Nótese que el tono es humorístico, a diferencia de la melancolía que le imprimió en otros finales de etapa, porque la vuelta de «Un, dos, tres...» estaba asegurada.
Quinta etapa
Distinto fue el tono de Narciso Ibáñez Serrador en la despedida del último programa de la quinta etapa de «Un, dos, tres...» (28 de marzo de 1986).
Chicho lo planteó como el último programa de la historia del concurso y guardó todos los elementos entrañables y símbolos del espacio en un cajón de decorados.
Sin embargo, la sintonía de “La alegre calabaza” le embargó de ternura y dejó abierta la puerta a la esperanza.
La grabación de este último programa de la quinta etapa fue especialmente emotiva, dado que en el ambiente flotaba la altísima posibilidad de que «Un, dos, tres...» no volviera a emitirse o, al menos, tardara bastante tiempo en hacerlo, por lo que sabían que era el último día en que el equipo se vería con la frecuencia que lo habían hecho en los meses previos.
Además, todo el equipo quiso homenajear a Narciso Ibáñez Serrador recibiéndolo con el plató a oscuras y con unas bengalas en sus manos. Chicho no pudo evitar emocionarse.
Sexta etapa
En el último programa de la sexta etapa (4 de enero de 1988) también hubo cajón, pero el tono de la despedida era distinto, ya que Chicho sabía que el programa volvería a las pantallas en torno a 1992, con motivo del quinto centenario del descubrimiento de América.
En este vídeo vemos la despedida de Narciso Ibáñez Serrador en el último programa de la sexta etapa, con un gag cómico que tienen a los concursantes de «Endurance» como protagonistas.
Para celebrar el fin de la etapa y el grandísimo éxito que obtuvo, a pesar del día de emisión, el lunes, que no era el más propicio. Todo el equipo compartió una copa de cava y un trozo de tarta.
Séptima etapa
La despedida de la séptima etapa fue por todo lo alto, ya que el último programa sirvió para celebrar el vigésimo aniversario del «Un, dos, tres...» y en el plató se dieron cita antiguas azafatas y humoristas que habían pasado por el programa en etapas anteriores.
La grabación se alargó hasta altas horas de la madrugada porque el programa duró bastante más de lo habitual y además se hicieron muchas pausas para poder brindar y degustar las tartas de cumpleaños.
En lugar de despedirse al final de la emisión, como era habitual, Chicho aprovechó el diálogo inicial con “don Mariano” para dirigir unas palabras de agradecimiento y despedida, con las que parecía, una vez más, que daba carpetazo final a la historia del «Un, dos, tres...».
Octava etapa
En el final de la octava etapa de «Un, dos, tres...» (9 de julio de 1993), Chicho no dio la cara, sino que tan sólo realizó un pequeño comentario en off al comienzo del programa, anunciando que cerraban por vacaciones.
Este programa fue muy especial, porque si bien el retorno del «Un, dos, tres...» estaba asegurado, Miriam Díaz-Aroca había anunciado que en la próxima etapa ya no estaría en él. Por eso, el equipo celebró una fiesta con tarta incluida por el éxito obtenido.
Además, todo el equipo (técnico y artístico) tuvo ocasión de hacerse una foto de familia sentados en la grada del público.
Novena etapa
El final de la novena etapa de «Un, dos, tres...» fue el más espectacular de toda su historia. Emitido el 8 de abril de 1994, el programa llevó el título de “El gran boom”. A lo largo de la emisión, trabajadores de TVE fueron colocando cartuchos de dinamita por todo el plató del programa. La intención de Chicho Ibáñez Serrador era hacer volar el plató por los aires, pero desde la Dirección de RTVE le hicieron reconsiderar su idea...
Sobre el público del «Un, dos, tres...» cayeron vigas, ladrillos, polvo, etc.
El equipo del programa compartió, tras la grabación, una copa para celebrar los cinco meses de trabajo que habían pasado juntos.
Décima etapa
Se produce la paradoja de que en el auténtico último programa de «Un, dos, tres...» Narciso Ibáñez Serrador no pudo despedirse como el programa merecía, ya que todo el equipo se enteró por sorpresa durante la grabación del programa dedicado a “La pimpinela escarlata” (11 de junio de 2004) que estaban realizando la última emisión del mítico concurso.
Así que Chicho no pudo dirigir unas palabras ni al comienzo ni al final del programa, ni se encontraba con ánimo de hacerlo.
|
Agradecemos a Rodrigo las fotos que nos envió |