“Los Tacañones”,
la parte negativa de la segunda etapa
de «Un, dos, tres... responda otra vez»

Ante la imposibilidad de contar con Valentín Tornos, el actor que interpretaba a “don Cicuta”, debido a su delicado estado de salud, en la segunda etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez» la parte negativa estuvo compuesta por tres personajes que encarnaban la personalidad de “don Cicuta”. Eran el “profesor Lápiz”, “don Rácano” y “don Estrecho”.

El “profesor Lápiz”

El “profesor Lápiz” estaba interpretado por el actor Pedro Sempson. Este personaje representaba la parte culta y pedante de “don Cicuta”. El nombre es un apodo que le pusieron los niños de Tacañón del Todo por ser delgado y tener la cabeza afilada.   Él velaría para que la cultura reinara en el programa de forma que todo fallo que cometieran los concursantes fuera inmediatamente detectado para ser sancionado y penalizado.   El “profesor Lápiz” soñaba con ocupar la próxima vacante en la Real Academia.   El actor Paco Cecilio daba vida a “don Rácano”, hijo de un gran terrateniente de Tacañón del Todo. Este personaje velaría por la economía del programa, de forma que no se dilapidara ni una sola peseta.   “Don Rácano” y “don Estrecho”

“Don Estrecho” estaba interpretado por el prestigioso mago Juan Tamariz; él no era actor, pero accedió a la petición de Narciso Ibáñez Serrador de interpretar este personaje, que representaba la parte moralista de “don Cicuta”. Su misión era cortar cualquier inconveniencia, cualquier descoque, cualquier minifalda, cualquiera palabra malsonante... La viva imagen de la censura.

El único personaje de estos tres que estuvo presente durante toda la segunda etapa de «Un, dos, tres...» fue el “profesor Lápiz”. En sustitución de los otros dos aparecieron dos nuevos representantes de Tacañón del Todo: “don Justo Rajatabla”, a quien dio vida el actor Blaki y “don Menudillo”, que fue interpretado por Luis Lorenzo.

A “don Justo Rajatabla” no le unía ningún vínculo familiar con ninguno de los “Tacañones”, de hecho, lo único que tenía en común con ellos era el ser convecinos de “Tacañón del Todo”. Quería desvincularse de su antecesor “don Estrecho”, a quien consideraba un carca; su única función era que los concursantes se llevaran lo justo, siempre y cuando cumplieran las normas a rajatabla.

“Don Menudillo” se incorporó al concurso en sustitución de “don Rácano” con la intención de ser aun más duro con los concursantes que sus compañeros “tacañones”.

En este vídeo vemos cómo se presentan los propios “Tacañones” en el primer programa de la segunda etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez».

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