Narciso Ibáñez Serrador,

director, realizador y guionista

Con esta segunda parte de la tercera etapa de «Un, dos, tres...» Narciso Ibáñez Serrador vio cumplido su sueño de hacer del concurso un gran show.

En sus palabras de presentación en el primer programa de la tercera etapa ya había aclarado que el «Un, dos, tres...» en la primera etapa había nacido muy modesto; sin decorado, con regalos escondidos detrás de unas cortinas... El programa fue evolucionando dentro de esa primera etapa haciéndose más grande. Esta evolución ascendente continuó en la segunda etapa, en la que se incorporaron más actores y humoristas y la parte de la subasta comenzó a tomar mayor relieve.

Esta tercera etapa comenzaba justo en el punto de espectacularidad en el que había terminado la etapa anterior y pretendía seguir creciendo con mayores gags, sketches, actuaciones, etc.

En esta segunda parte de la tercera etapa de «Un, dos, tres...» debutó la segunda mascota del programa: la bota Botilde. También fue un dibujo de José Luis Moro sobre la idea que previamente le había dado Narciso Ibáñez Serrador, quien también le prestó su voz a la Botilde para la canción de la cabecera.

El objetivo quedaba plenamente cumplido en esta segunda parte de la tercera etapa con la incorporación de seis nuevas secretarias, que dejaban de ser un elemento pasivo del programa, para implicarse mucho más en el espectáculo a través de los números musicales.

Esta segunda parte de la tercera etapa de «Un, dos, tres...» comenzó con uno de los programas de los que Chicho se siente más orgulloso de todos los que se hicieron a lo largo de la historia del concurso. Se tituló “El debut de las secretarias” y durante su emisión nos enseñó cómo se seleccionaron a las nuevas azafatas.

El «Un, dos, tres...», a pesar de los cambios, o quizás gracias a los cambios, siguió contando con el favor del público y ganó el Premio TP al mejor programa musical y de entretenimiento en 1982, 1983 y 1984.

Durante el desarrollo de esta segunda parte de la tercera etapa el «Un, dos, tres...» se exportó a Portugal, donde el «Um, dois, três...» copiaron hasta la sintonía, cabecera y mascota. Chicho llegó a hacer una gran amistad con Carlos Cruz, el presentador y productor de la versión lusa.

En este vídeo podemos ver un precioso gesto de Narciso Ibáñez Serrador hacia Mayra Gómez Kemp entregándole el Premio TP que el «Un, dos, tres...» había ganado como mejor programa musical y de entretenimiento en 1983.

A Chicho también pudimos verlo ante las cámaras en el último programa de la etapa, en el que se despidió de una manera muy emotiva de los espectadores desde la pista del circo en el que se había convertido el decorado aquella noche del 13 de abril de 1984.

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