Narciso Ibáñez Serrador,

director, realizador y guionista

Como siempre, Narciso Ibáñez Serrador también se encargó en esta quinta etapa de la dirección y realización de «Un, dos, tres...».

A diferencia del resto de etapas, en las que Chicho siempre aparecía al comienzo para decir unas palabras a modo de prólogo, en esta quinta etapa el primer programa comenzó directamente con la cabecera. El programa era una continuación directa de la etapa anterior tras el descanso estival, y se habían introducido pocos cambios porque la etapa anterior había funcionado muy bien tras los reajustes que se hicieron al comienzo. Por eso Chicho no vio necesario aparecer en el primer programa, sino que se limitó a dirigirlo como siempre, preparando un magnífico decorado para sorprender desde el estreno.

Chicho, acompañado por Gregorio Quintana, da instrucciones para grabar la entrada del coche en el decorado

La modificación más relevante en esta etapa fue la incorporación de Nuria Carreras como azafata, en sustitución de Mari Luz Lence. En opinión de Chicho, el quinteto de azafatas de esta etapa fue el mejor y más completo de toda la historia del programa, ya que las cinco chicas cantaban y bailaban y demostraron tener un gran talento y una enorme capacidad artística.

Nuria, Kim, Gloria, Lydia y Naomi formaron el mejor quinteto de azafatas a juicio de Chicho

Durante esta etapa Ibáñez Serrador siguió disfrutando del «Un, dos, tres...»; desde la etapa anterior había conseguido el concurso que quería, con grandes dosis de espectáculo y muchos números musicales, en los que las azafatas bailaban y cantaban con su propia voz. Y esto era lo que más le divertía a Chicho de hacer el «Un, dos, tres...».

Esta quinta etapa era la segunda que Chicho conseguía realizar al modo del «Three, two, one» inglés, es decir, emitir 6 meses y descansar otros seis hasta la siguiente etapa. Pero a pesar de haber conseguido estas buenas condiciones de trabajo y descanso, Chicho quiso dar por “finalizado” el «Un, dos, tres...» con esta etapa, y en el último programa guardó todos los símbolos entrañables de la historia del programa en un cajón y ordenó que lo clavaran bien para que ni él ni nadie volviera a abrirlo.

El final de la quinta etapa parecía que iba a ser el definitivo

En este vídeo Chicho Ibáñez Serrador guarda en un cajón de madera todos los símbolos entrañables del «Un, dos, tres...».

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