Los presentadores
de la séptima etapa de «Un, dos, tres...»

En esta séptima etapa Narciso Ibáñez Serrador quiso sorprender e innovar en la elección de los presentadores. Hasta el momento, «Un, dos, tres...» había tenido un presentador masculino en sus dos primeras etapas (Kiko Ledgard), y una presentadora femenina en las etapas tercera a sexta (Mayra Gómez Kemp).

Y aunque el nombre de Mayra sonó hasta el último momento como presentadora de esta séptima etapa, finalmente Chicho quiso sorprender con una gran novedad consistente en la elección de una pareja como presentadores del «Un, dos, tres...». Él, Jordi Estadella; ella, Miriam Díaz-Aroca.

Jordi ponía el toque más serio y sensato; Miriam le daba un aire fresco y juvenil al programa. Ambos formaron una pareja muy compenetrada e inolvidable en la historia de la televisión.

Siendo dos los presentadores se imponía necesariamente distribuir las funciones entre ellos. Durante la tanda de preguntas, ambos aparecían en pantalla y participaban en el diálogo cómico con “las Derrochonas”, que se mostraban atraídas por Jordi, lo que provocaba los celos de Miriam Díaz-Aroca. Ésta, además, era la encargada de accionar la máquina de los cilindros y de ejercer de contable, multiplicando las respuestas acertadas por el número de pesetas que correspondiera en cada turno.

Por su parte, Jordi Estadella era quien formulaba las preguntas a los concursantes, además de conducir el juego del zodíaco al final de esta parte del programa.

En la segunda parte del programa, la eliminatoria, sólo veíamos a Miriam Díaz-Aroca, que era quien explicaba a las dos parejas de concursantes que no habían resultado campeonas la mecánica de la prueba y a las que indicaba el comienzo del tiempo con su característico silbido. También se encargaba de conducir el juego de consolación para la pareja que perdía en la eliminatoria.

Jordi Estadella, en cambio, tomaba las riendas durante la subasta, acompañando a los concursantes durante todo el tiempo que duraba esta última parte del programa, leyéndoles las tarjetitas de los regalos que dejaban los artistas invitados, las azafatas tras sus números musicales o los actores cómicos, a los que les daba la réplica.

No obstante, en esta última parte del concurso también aparecía Miriam, en algunos programas participando en algún número musical, y en todos vestida de payaso para el juego de la faz más “hododosa”.

La elección de esta pareja fue todo un éxito y juntos celebraron el vigésimo cumpleaños de «Un, dos, tres...» con un programa especial con el que concluyó esta séptima etapa.

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