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Las hermanas Hurtado Fueron “las Tacañonas” y “las Derrochonas” del «Un, dos, tres...» |
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“Las Hurtado” fue el nombre adoptado por las tres hermanas Paloma, Teresa y Fernanda Hurtado cuando decidieron unirse artísticamente. Antes de esta unión, las tres habían trabajado como actrices individualmente en obras de teatro, películas y programas de televisión.
La decisión de constituirse en trío vino propiciada por la llegada de la democracia y la época del “destape”. Las tres hermanas tenían claro que no estaban dispuestas a desnudarse por un papel y paulatinamente los productores y directores se fueron olvidando de ellas y no las llamaban.
Para combatir la falta de trabajo derivada de su negativa a desnudarse en la gran pantalla, decidieron unir sus fuerzas y crear el trío “Las Hurtado”, que debutaría en la desaparecida madrileña Sala Nueva Romana con «El Show de las Hurtado».
Gastaron todos sus ahorros en aquel espectáculo, pero con muchísima ilusión, ganas de trabajar y el apoyo de la familia y los amigos consiguieron sacar adelante el proyecto. Mientras preparaban todo el show (vestuario, contratación de músicos y bailarines, música, coreografía, libreto, etc.) se pluriemplearon para poder ganarse la vida; Teresa consiguió colocarse de secretaria en un Ministerio, Fernanda en un agencia de viajes acompañando a turistas a Nueva York y Paloma consiguió un contrato de teatro durante una temporada.
Una vez todo montado, José Caturla, representante de actores, vio sus ensayos y decidió apadrinar «El Show de las Hurtado» y consiguió que lo estrenaran en la Sala Nueva Romana. El debut fue muy exitoso, así que el contrato se prorrogó. Gracias a aquella prórroga, una noche Narciso Ibáñez Serrador se acercó a la Sala Nueva Romana para ver el show. Chicho ya conocía a las hermanas porque había trabajado con Paloma en la segunda etapa de «Un, dos, tres...» (1976-1978), donde la Hurtado hacía de sobrina “ligerita de cascos” de Rafaela Aparicio, y con Teresa que actuó en «El muñeco» de «Historias para no dormir» y en su primera película «La Residencia», pero no había visto todavía el espectáculo que habían montado como trío.
“El show de las Hurtado” debió gustar a Narciso Ibáñez Serrador porque cuando decide poner en marcha nuevamente el «Un, dos, tres...» las llama para que representen el papel de “Tacañonas”.
En un primer momento estaba pensado que fueran “Martes y 13” quienes ocuparan ese puesto, pero tras la renuncia de Chicho Gordillo a presentar el programa y la elección de Mayra Gómez Kemp como sustituta de Kiko Ledgard, Ibáñez Serrador decidió poner todo el concurso en manos de mujeres.
El 20 de agosto de 1982 debutan en «Un, dos, tres...» “las Tacañonas”, sobrinas del añorado “don Cicuta” (Valentín Tornos).
Paloma Hurtado representaba el papel de “la viuda de Poco”, y velaba por que en el programa no se dilapidara el dinero. Teresa Hurtado era “la Seño”, la profesora de Tacañón del Todo, y como tal se encargaba de corregir a los concursantes sus errores. Fernanda Hurtado hacía el papel de “Mari Puri”, una inocente doncella que se escandalizaba por el descoque y la impudicia. |
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A pesar de representar a unos personajes negativos y contrarios a los concursantes, la simpatía y la profesionalidad de estas tres hermanas traspasó la pantalla, y los espectadores les otorgaron el premio TP a los personajes más populares en 1982.
Aunque hacia la mitad de la tercera etapa de «Un, dos, tres...» hubo cambios significativos en el programa, incorporando nuevas azafatas que bailaban y cobraban más protagonismo en la subasta, eso no afectó a la “parte negativa”, y “las Hurtado” continuaron ejerciendo su papel de “Tacañonas” hasta el último programa de aquella etapa, emitido el 13 de abril de 1984.
Influido por la versión alemana y holandesa del «Un, dos, tres...», donde no había “Tacañones”, Chicho quiso suprimir esta figura en la cuarta etapa y sustituirla por una nueva azafata, entrada en años, que se hacía llamar “Eugenia Enchufols del Tot”.
Pero antes de dar comienzo dicha etapa, Ibáñez Serrador reconoce su error y hace llamar a “las Hurtado” para comunicarles que vuelve a contar con ellas como “Tacañonas” y que en cuanto les tengan construido su set regresarían al programa. Las tres hermanas le agradecen el detalle, pero le piden que, mientras tanto, les deje actuar en la subasta. Con sus intervenciones en esta tercera parte del programa ponen de moda la coletilla “Hala vamos, hala venimos”.
En el programa dedicado a “Montecarlo años 20” (14 de diciembre de 1984) regresan “las Tacañonas” al «Un, dos, tres...» pero continúan sus incursiones en la subasta, dado el éxito de las mismas, y el “Hala vamos” llega a convertirse en una canción.
La quinta etapa de «Un, dos, tres...» (1985-1986) vino a ser una continuación directa de la anterior, por lo que las hermanas Hurtado continuaron representando el papel de “malas” durante la tanda de preguntas. |
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Es en esta etapa cuando todo el equipo graba el disco “El show del «Un, dos, tres...»”, donde se incluye el tema “Hala vamos” de “las Hurtado”, que también se vendió como single.
Al terminar la quinta etapa, Chicho manifiesta su decisión de no hacer más «Un, dos, tres...» por lo que “las Hurtado” se despiden de los personajes de “las Tacañonas” que tantas satisfacciones profesionales les dieron.
Pero en abril de 1987 regresa nuevamente «Un, dos, tres...» y con él “las Tacañonas”, interpretadas una vez más por “las Hurtado”.
En esta etapa también hacen alguna aparición esporádica en la subasta, como en los programas dedicados a la meteorología o los comics.
A principios de la década de los 90 colaboran en diversos programas de Telecinco, como «VIP tarde».
En 1991 vuelven a ser contratadas por Narciso Ibáñez Serrador para la séptima etapa del concurso «Un, dos, tres...», pero en esta ocasión representando a “las Derrochonas”, que eran las sobrinas-nietas de “las Tacañonas”, y se dedicaban a malgastar la cuantiosa fortuna acumulada por sus tías tras muchos años de ahorro y austeridad.
En la octava etapa de «Un, dos, tres...» (1992-1993) continuaron siendo “las Derrochonas”, y se reencuentran en el plató del programa con su buen amigo Raúl Sénder, que volvía a ser uno de los humoristas fijos de la subasta.
En 1993 la crisis económica castiga a España y Chicho Ibáñez Serrador decide reconvertir a “las Derrochonas” en “Tacañonas” nuevamente, de forma que desde el segundo programa a Thailandia (26 de febrero de 1993), “las Hurtado” volverían a cuidar de que los concursantes no ganaran dinero en exceso.
Acabada la octava etapa, “las Hurtado” aprovechan el verano de 1993 para descansar y cuidar de sus padres, ya que la gran actriz Mary Carrillo había sido recientemente operada de una hernia, y don Diego Hurtado sufría unos inexplicables desmayos.
Una desafortunada tarde de octubre de 1993, cuando ya estaba casi todo listo para que diera comienzo la novena etapa de «Un, dos, tres...», Paloma recibe un balazo en la cara mientras iba paseando por la calle, al disparársele fortuitamente el arma a un policía.
Paloma tuvo que ser operada de urgencia, y gracias a que se puso en manos del mejor cirujano, el doctor Vilar Sancho todo salió muy bien, pero necesitaba tiempo para recuperarse física y, sobretodo, anímicamente.
Como la mayor de las hermanas Hurtado no iba a estar recuperada para el estreno de la nueva etapa de «Un, dos, tres...», Chicho Ibáñez Serrador decidió contar con Teresa y Fernanda, a quienes añadió dos nuevos personajes procedentes de Tacañón del Todo: la tía Virtudes (Mercé Comes) y la tía María Purificación (Vicky Plana).
Aunque Paloma Hurtado hubiera preferido seguir descansando en casa porque no se encontraba anímicamente preparada para volver a ponerse delante de una cámara y hacer reír al público, la insistencia de sus hermanas, de Chicho y de todo el equipo de «Un, dos, tres...» le hicieron volver a su papel de “tacañona” a partir del séptimo programa, dedicado al zodíaco (7 de enero de 1994).
Tras acabar «Un, dos, tres...», “las Hurtado” aparecieron el alguna serie como «Éste es mi barrio», pero prácticamente desaparecieron como trío artístico.
Tras su divorcio con Víctor Casas, Paloma conoció al norteamericano Pat Wolf por internet y acabó contrayendo matrimonio con él y se trasladó a Estados Unidos.
Las gemelas hicieron alguna aparición en series como «Hospital Central», pero en los últimos años estuvieron muy centradas en el cuidado de sus ancianos padres hasta que fallecieron, apareciendo esporádicamente en programas de televisión en los que se las entrevistaba o se recordaba al «Un, dos, tres...».
La última vez que hemos visto juntos a “las Hurtado” fue en un programa especial de Navidad de «DEC» (Antena 3), en el que ellas mismas aseguraban reencontrarse después de muchos años sin verse. |
Agradecemos a Marcial las fotos que nos envió |
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