Gracias a «Un, dos, tres...» Miriam Díaz-Aroca consigue una enorme popularidad que hace que muchos directores de cine se fijen en ella para sus películas. Es el caso de Fernando Trueba, que quiso contar con Miriam para su «Belle epoque» (1992) con la que consiguieron el Óscar a la Mejor Película Extranjera.
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Su auténtico primer trabajo tras el «Un, dos, tres...» (ya que «Belle Epoque» se rodó cuando todavía era presentadora del concurso) fue «Noches de gala» junto al recordado Joaquín Prat en las noches del sábado de La Primera de TVE.
A mitad de temporada, pasa a ser estrella del programa «Lo mejor de cada casa», espacio con el que le llovieron las críticas por el sueldo millonario que recibe, récord de la televisión pública, asunto que trasciende hasta el Congreso de los Diputados. A pesar de todo, el programa fracasa y es retirado de la programación a las pocas semanas.
De ahí pasa a presentar los últimos programas de «No te rías que es peor», programa que había presentado en sus comienzos su ex-compañero Jordi Estadella y por el que pasó también Ramón García.
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También presenta la gala especial «Desde Lepe con humor» basada en este concurso.
Durante el embarazo de su hijo Pedro, presenta el concurso «Aquí jugamos todos», que tampoco consigue enganchar a la audiencia.
En 1996 participa en el rodaje de la películas «Los Porretas», dirigida por Carlos Suárez y protagonizada por Alfredo Landa; y en 1997 rueda «Carreteras secundarias», a las órdenes de Emilio Martínez Lázaro, compartiendo cartel con Antonio Resines y Maribel Verdú.
También en 1997 presenta su primer programa en una televisión privada; se trataba de «Bravo, bravísimo» (Telecinco) una coproducción entre España e Italia, en la que se mostraba el talento artístico de niños menores de 12 años.
Nuevamente conoce el éxito como actriz, esta vez de televisión, con la serie «La casa de los líos» (Antena 3), protagonizada por Arturo Fernández. Durante cinco temporadas esta divertida serie fue líder de audiencia en la noche del domingo.
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Arturo Fernández interpreta a Arturo Valdés, un asturiano que se traslada a Madrid a vivir con su divorciada hermana (Lola Herrera) y sus sobrinas, entre ellas, Miriam Díaz-Aroca, Emma Ozores y Natalia Menéndez. La personalidad diferente de cada una de las sobrinas, las peleas entre Arturo y la Toñi (Florinda Chico), los negocios-fracaso que Arturo ponía en marcha con los novios o ex-maridos de sus sobrinas (“los gualtrapas”), etc. formaban un cóctel de éxito.
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En 1999 intervino en el largometraje «El paraíso ya no es lo que era», producida por Lola Films y que dirigió Francisco Betriu, sobre una adaptación de la novela de Carmen Rico Godoy y que se estrenó en abril de 2001, y realizó una gira nacional con el espectáculo «La Cenicienta», junto a Luis Álvarez.
En el año 2000 participó en algunos capítulos de «Manos a la obra» (Antena 3), donde interpretaba a Diana, una aristócrata a cuya casa acuden los chapuzas Manolo y Benito a hacer de las suyas.
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Y en ese mismo año vuelve a TVE, concretamente a La 2 para hacerse cargo del programa «Vértigo», en el que se reencontró por una noche con su antiguo jefe Narciso Ibáñez Serrador.
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Tras el enorme éxito cosechado en la temporada 1999-2000 con el espectáculo «La Cenicienta», Miriam Díaz-Aroca decidió volver a repetir experiencia, aunque en esta ocasión junto al gato risueño, el conejo loco y la malévola Reina de Corazones en «Miriam en el País de las Maravillas», un nuevo espectáculo para toda la familia.
En el año 2001 intervino en algunos programas de «El Traspiés» (Antena 3), rodó la película «La mujer de mi vida», dirigida por Antonio del Real, y se convirtió en Dina en «¡Ala... Dina!», donde sustituyó a Paz Padilla cuando la humorista decidió abandonar la serie por motivos familiares.
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En esta exitosa serie de La Primera, Miriam interpreta a una genio de lámpara (Dina) casada con Tomás (Gary Piquer), quien no aprueba que Dina practique su magia en casa... Las situaciones cómicas y de enredo eran continuas.
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En 2002, Miriam volvió a subirse a las tablas del escenario del Gran Teatro del Parque de Atracciones de Madrid para recrear un nuevo espectáculo musical para toda la familia, «101 dálmatas», en el que interpreta a “Cruela de Vil”. La implicación de Miriam en este espectáculo fue total, ya que además de interpretar, asumió la dirección artística, el diseño del vestuario y la selección musical.
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En 2003, la revista Interviú publica un precioso reportaje con fotos muy sensuales de esta polifacética actriz.
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