Inicio > Un recorrido por la historia del «Un, dos, tres...» > Listado de programas de «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» > “Cuento de Navidad”

 

 

“Cuento de Navidad”

6 de febrero de 2004

 

 

 

 

 

 

 

La subasta comenzó trasladándonos al decorado, donde vimos un poblado nevado, en el que unos niños jugaban con la nieve; en el centro, la tienda de Mr. Scrooge.

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2004

  

 

Tras esta recreación vimos un número musical titulado “La heredera de Dickens”, protagonizado por Marta García.

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2004

 

 

Sin recibir ningún regalo de esta primera actuación, sonaron las trompetas del juego del disfraz, que lo ganó Álvaro, con un disfraz del fantasma de las Navidades pasadas.

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2004

 

 

El primer regalo que se quedó en la mesa fue la tarjeta Banesto, que no llevaba tarjetita; únicamente se sabía que en su interior había una cantidad de dinero, pero se desconocía cuánto.

 

Desde el decorado aparecieron Javier Sáenz, Pablo Sánchez y Sergio Castelar en el papel de tres borrachos que llevaban de juerga desde las fiestas navideñas.

 

En este vídeo vemos su intervención.

 

 

 

El regalo que dejaron en la mesa fue un gorrito de fiesta, cuya tarjetita decía:

 

Mr. Scrooge no festejaba la Navidad. Dickens nos describe perfectamente la amargura de ese hombre, que sólo vivía para las cosas que atesoraba. Mr. Scrooge, junto con el judío Fagin de “Oliver Twist” y el avaro de Moliere, entra a formar parte de los mayores avaros de la historia de la Literatura. Os advierto que aquí en el programa tratamos de ser avaros...

 

 

La siguiente actuación fue la de Víctor Carretero, en el papel de Jacinto Hambres, un pobre vecino de Charles Dickens.

 

En este vídeo vemos la actuación de Víctor Carretero.

 

 

 

El regalo que dejó en la mesa fue un periódico, cuya tarjetita decía:

 

“The Times” ya era uno de los periódicos de Inglaterra en la época de Charles Dickens. Los cronistas de la época victoriana decían que todo Londres estaba envuelto en un tul de polvo de carbón; era lógico porque en ese siglo y en aquellos años llegó a su máximo esplendor la industrialización y toda máquina funcionaba con carbón...

 

 

Con tres regalos en la mesa, Luis les ofreció a las concursantes una pista sobre el regalo del gorrito por el módico precio de 400 euros. La pista era que hay muchos tipos de fiestas; pero la preferida de Luis era la de cumpleaños, porque el anfitrión se viste con sus mejores galas.

 

Llegados a este punto Laura y María José debían rechazar uno de los regalos, que fue el periódico. Luis terminó de leer la tarjetita, que decía:

 

“The Times” ya era uno de los periódicos de Inglaterra en la época de Charles Dickens. Los cronistas de la época victoriana decían que todo Londres estaba envuelto en un tul de polvo de carbón; era lógico porque en ese siglo y en aquellos años llegó a su máximo esplendor la industrialización y toda máquina funcionaba con carbón...

 

El Támesis se oscureció y dependiendo del clima del día nacía el “smog”, esa neblina típica de Londres que era a causa no sólo de la humedad, sino también del polvo de carbón. Pero bien, afortunadamente ya son pocas las casas que usan carbón para calentarse o para poner en funcionamiento alguna máquina y, gracias a ello, en las grandes ciudades todo está mucho más limpio. Pero más limpios y relucientes, sin nada de carbón, son lo que acabáis de perder: ¡todos estos electrodomésticos de Bosch!

 

 

Tras perder este regalo, se hizo una pausa para la publicidad. A la vuelta, Laura y Luis hicieron otra llamada a una concursante en casa, que a diferencia de la anterior no supo contestar correctamente la respuesta y dejó de ganar mil euros.

 

Para buscar un tercer regalo, Luis dio paso a la actuación de los chicos de “Stage TV”, que realizaron una preciosa actuación de acrobacia y habilidad.

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2004

 

 

El regalo de esta actuación fue un libro con las obras selectas de Charles Dickens, cuya tarjetita decía:

 

Desde luego en “Cuento de Navidad”, los fantasmas tenían un gran protagonismo, y dentro de las novelas más famosas de Charles Dickens está “Historia de dos ciudades”, donde la historia transcurre en Londres y en París...

 

 

Las concursantes rechazaron el regalo que contenía el libro de Dickens, por lo que Luis terminó de leer su tarjetita:

 

Desde luego en “Cuento de Navidad”, los fantasmas tenían un gran protagonismo, y dentro de las novelas más famosas de Charles Dickens está “Historia de dos ciudades”, donde la historia transcurre en Londres y en París...

 

Si la historia de vosotras tenía que suceder en dos ciudades, puede que os hubiera venido muy bien lo que acabáis de perder: ¡Veinticinco billetes de ida y vuelta de Madrid a Talavera de la Reina!

 

  

Tras la alegría de perder este regalo, el humor volvió a hacer acto de presencia con la actuación de Manolo Sarriá en el papel de “la viuda de Paco”, acompañada por “Tati y Quieti”.

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2004

 

 

Tras esta actuación, Luis pidió que el público se pusiera en pie para guardar un minuto de silencio en memoria del difunto Paco; lógicamente, no se podía tratar de algo serio, y sobre el público comenzaron a caer las cenizas de Paco y algún hueso que Luis pagó a 100 euros. Por si las cenizas les habían sabido a poco, sobre el público cayeron también copos de nieve.

 

Volviendo al desarrollo normal del concurso, Luis leyó la tarjetita del regalo de la viuda de Paco, que eran unos frascos vacíos:

 

He aquí dos frascos vacíos; no hay nada en su interior que pueda verse. Y lo mismo ocurre con nuestra imaginación. Nosotros al imaginar no mostramos nada concreto en nuestro exterior...

 

 

No debió gustarles mucho este regalo a las concursantes porque lo dejaron enseguida; el regalo que escondía era:

 

He aquí dos frascos vacíos; no hay nada en su interior que pueda verse. Y lo mismo ocurre con nuestra imaginación. Nosotros al imaginar no mostramos nada concreto en nuestro exterior...

 

Sin embargo, podemos decir que este frasco que acabáis de perder es el frasco del conocimiento, ya que lo que os hubiera correspondido es vivir una experiencia alucinante alojándoos en un castillo encantado en Escocia, donde hubierais pasado toda una semana.

 

 

En este punto se hizo otra pausa publicitaria, tras la cual apareció en escena el actor Sacris en el papel de un mensajero que le traía a Luis un regalo de Navidad que había pedido cuando era niño. El regalo tenía una tarjetita que decía:

 

En la Navidad suelen regalarse cestas, turrones...

 

 

Una tarjeta muy escueta; sin permitir a las concursantes rechazar ningún regalo, aparecieron nuevamente los tres borrachos interrumpiendo, y tras ellos Soledad Mallol en el papel de “Esther Cuñadas”.

 

En este vídeo vemos la actuación de Soledad Mallol.

 

 

 

El regalo de esta actuación fue un christmas de Navidad, cuya tarjetita decía:

 

Otra cosa muy típica de la Navidad son los sonidos de campanas, de campanillas, de cascabeles...

 

 

En este programa no se pudo decir eso de “éstos son los tres últimos regalos de la noche”, sino “los cuatro últimos regalos de la noche”. Luis les recomendó en este punto que se dejaran llevar por su intuición y les pidió que fueran dejando uno a uno los regalos.

 

El primero que descartaron fue la caja con el regalo de Navidad de Luis, cuya tarjetita completa rezaba:

 

En la Navidad suelen regalarse cestas, turrones... O lo que acabáis de perder: ¡estos treinta magníficos jamones de Teruel!

 

 

Los siguientes regalos que dejaron fueron...

 

Lo vemos en este vídeo:

 

 

 

El regalo con el que decidieron quedarse Laura y María José fue el gorro que habían traído los borrachos. Luis leyó su tarjetita para desvelar el premio que escondía:

 

Mr. Scrooge no festejaba la Navidad. Dickens nos describe perfectamente la amargura de ese hombre, que sólo vivía para las cosas que atesoraba. Mr. Scrooge, junto con el judío Fagin de “Oliver Twist” y el avaro de Moliere, entra a formar parte de los mayores avaros de la historia de la Literatura. Os advierto que aquí en el programa tratamos de ser avaros...

 

Pero no mucho porque los avaros son muy antipáticos. La prueba está en que los juerguistas que nos trajeron este sombrero merecen que se les dé nuestro más preciado regalo, que es ¡nuestra simpática Ruperta!

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2004

 

 

Pero, afortunadamente, para las concursantes, la tarjetita no acababa ahí, sino que continuaba:

 

Como hemos dicho que no somos avaros, también os ha correspondido este cheque del «Un, dos, tres...» por 10.000 euros...

 

Este cheque de 10.000 euros podéis emplearlo en llenar de gasolina el depósito de este coche.

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2004

 

 

Y por si eso fuera poco, la tarjetita continuaba diciendo:

 

Con el depósito lleno de ese coche podéis ir tantas veces como queráis a vuestro apartamento en Marina D’or, en Oropesa del Mar (Castellón).

 

 

Con la alegría de Laura y María José por haber conseguido un premio inmejorable, Luis dio por finalizada la emisión.

 

 

volver atrás

 

www.lawebdelundostres.es

undostres@lawebdelundostres.es