Tomás y Esperanza fueron los concursantes que pasaron a
la subasta, que comenzó con la descripción del decorado que hizo Mayra
Gómez Kemp. Se trataba de un barco pirata, atracado cerca de una isla
del mar Caribe.
El primer regalo que hizo traer a la mesa de aquel
decorado fue el timón.
El segundo regalo vino de mano de Raúl Sénder, vestido
de pirata, acompañado de unos figurantes, que dejaron en la mesa un
botín.
En este vídeo vemos esta primera intervención del pirata
Raúl Sénder.
El tercer regalo también vino del decorado; Mayra hizo a
Alejandra traer la Santa Bárbara. Con tres regalos sobre la mesa, los
concursantes tenían que realizar su primera decisión, y decidieron
rechazar la Santa Bárbara.
En este vídeo vemos ese momento y el premio que
perdieron los concursantes en primer lugar.
La siguiente actuación fue la de Bigote Arrocet en el
papel de Sandokan. El regalo que dejó en la mesa fue un doble parche de
navegación marítima.
Esperanza y Carlos se enfrentaban a una nueva decisión,
y se decantaron por rechazar el parche, cuya tarjetita decía:
Si ustedes tienen buenos ojos no necesitarán de estos
parches. Pero, en cambio, los parches les serán muy útiles para tratar
de arreglar todos estos neumáticos.
Nuevamente aparecieron en escena Raúl Sénder y sus
piratas. El regalo que dejaron en la mesa fue un plano.
En este vídeo vemos esta segunda intervención.
Los concursantes debían decidir nuevamente qué regalo
rechazar y se inclinaron por el último que había llegado a la mesa, el
mapa, cuya tarjetita decía:
Este mapa tiene las claves que les conducirán a un
tesoro. El primer paso es salir del estudio; el segundo, coger un taxi;
y el tercero, decirle al taxista que les lleve hasta la central de la
SEAT, donde les hubiesen entregado un SEAT como éste para ahorrar
gasolina: un Seat Panda Bavaria. Y además, otro SEAT para poder fardar:
un Seat 121 Diplomatic.
El vídeo de
este momento podemos verlo en Youtube
En este momento se hizo una pausa para la publicidad,
tras la cual aparecieron nuevamente Raúl Sénder y sus piratas, pero no
para dejar un regalo en la mesa, sino una prisionera, que resultó ser
“la Loli” (Beatriz Carvajal).
El vídeo de
esta actuación podemos verlo en Youtube
El regalo que dejó en la mesa fue una gran caja con una
calavera impresa en su tapa. Los concursantes decidieron descartar el
regalo escondido en el botín, cuya tarjetita decía:
Botín es diminutivo de bota. Acaban de ganar la
oportunidad de echarle un trago a un botín, o sea a una pequeña bota.
Uno de ustedes debe de echar un trago, catarlo, y antes de 30 segundos,
señalar el año de su cosecha y su procedencia. Si lo logran, les habrá
correspondido 250.000 pesetas.
Mayra Gómez Kemp le ofreció a los concursantes la
posibilidad de reservar el regalo y buscar uno nuevo; para ello
volvieron al decorado donde se desarrolló un número musical
instrumental. El regalo de este número musical fue un estuche.
En este vídeo vemos este número musical.
Para poder decidir qué regalo descartar, Esperanza y
Tomás le pidieron a Mayra que les leyera un poco de la tarjetita de la
caja que había dejado “la Loli”:
Acaban de ganar (Mayra abrió la caja) este bajel pirata
en miniatura.
Antes de que Mayra continuara leyendo la tarjetita, los
concursantes decidieron rechazar el estuche procedente del número
musical (que contenía una brújula), cuya tarjetita decía:
Gracias a la brújula es posible navegar, aunque es
posible también hacerlo mediante la Estrella Polar, que indica
igualmente el norte. Hablando de polos, para que a ustedes no les
hubiera faltado el frío, acaban de perder estos cuatro frigoríficos.
La siguiente actuación fue la de Mari Carmen con su
muñeco Nicol. El regalo que dejaron en la mesa fue una pata.
El vídeo de
esta actuación podemos verlo en Youtube
No debió
convencerles mucho este regalo a los concursantes, porque lo rechazaron
inmediatamente:
El pato es un animal palmípedo. Esta pata, con sus
palmas, podrá servirles como adorno en el apartamento de Las Palmas de
Gran Canaria que acaban de perder.
Y, por fin, Tomás y Esperanza llegaron a los tres
últimos regalos; el bajel pirata que estaba dentro de la caja, el timón
y la bota que Mayra reservó por si acaso. El primero que rechazaron fue
el bajel pirata, cuya tarjetita en su totalidad rezaba:
Acaban de ganar este bajel pirata en miniatura.
Pero para que puedan experimentar las mismas sensaciones
que los piratas les invitamos a surcar en un crucero cualquiera de los
mares que antaño poblaban los piratas: el Mediterráneo, el Caribe o el
océano Índico.
Y la decisión final. ¿Qué premio se llevaron Tomás y
Esperanza?
En este vídeo vemos el premio que les correspondió a los
concursantes.