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Los parques de atracciones

19 de noviembre de 1993

 

 

 

 

Después de la pausa publicitaria, pudimos ver otro espacio de “La noticia 1, 2, 3”; tras ello, Josep María Bachs dio paso a María Fernanda D’ocon para que representara un monólogo sobre los parques de atracciones escrito por Adolfo Marsillach.

 

En Youtube podemos ver este monólogo

    

 

Después del monólogo, del que no llegó ningún regalo a la mesa, Jordi Soler apareció por la escalera pidiéndole a su tío un espacio sobre sucesos en televisión. Bachs lo despachó diciéndole que tendría que conformarse con el espacio de noticias que le habían asignado.

 

Inmediatamente después de él fue Silvia Abascal, en el papel de Mari Luz, la que hizo su aparición por la escalera acompañada por un buen número de monstruos. El regalo que dejó en la mesa fue una muñeca con diez alfileres clavados.

Silvia Abascal - «Un, dos, tres...» (1993)

El aspecto dulce e inofensivo de la niña Mari Luz
contrastaba con sus poderes y estados posesorios

 

En Youtube podemos ver la actuacion de Silvia Abascal

    

 

Jordi Soler volvió a aparecer portando en su mano un cuchillo ensangrentado con la intención de contar noticias sobre muertes, asesinatos, etc. Lógicamente, su tío no se lo permitió. Tras esta interrupción, Bachs pudo leer el texto de la tarjetita de la muñeca de Mari Luz, que decía:

 

Como habrán podido comprobar, Mari Luz es una niña algo especial, y, la verdad, no sé por qué tiene la costumbre de adornar sus muñecas con alfileres.

 

 

La siguiente actuación fue la de Pepe Viyuela en el papel de inventor de una máquina para leer el futuro.

 

«Un, dos, tres...» - 1993

 

 

El regalo de esta actuación fue una bola de cristal de futurólogo. Antes de terminar de leer su tarjetita, Bachs dio paso a un bloque publicitario muy especial protagonizado por futurólogos y adivinos. La tarjetita de la bola de cristal decía así:

 

Parece que esta vez nuestro inventor no ha tenido demasiada fortuna en la creación de una silla para adivinar el futuro. En cambio, dicen, por lo menos mi sobrina así lo asegura, que a través de una bola de cristal se puede conocer el futuro.

 

 

Tras leer la tarjetita, Bachs dio paso al espacio del “Sabor Ganador de Kellogg’s”, con el que un concursante desde casa podía ganar hasta tres millones de pesetas. Mayte Navarrete acercó un teléfono a la mesa, y antes de que Bachs pudiera llamar al concursante entró una llamada para Madamme Boncour (Natalie Pinot).

 

Tras la llamada al concursante del sabor ganador de Kellogg’s, el tercer regalo fue un paquete de Smacks de Kellogg’s. La tarjetita decía lo siguiente:

 

Desayunar con Kellogʼs hace felices a los niños.

 

 

Madamme Boncour recibió una nueva llamada de su hijo. Después de colgar, Bachs le ofreció a los concursantes dejar uno de los regalos, pero le interrumpió una espectacular señorita, Pilar Oribe, que le pidió que le subiera la cremallera de su vestido.

 

Los concursantes decidieron dejar el regalo que se escondía en el paquete de cereales, cuya tarjetita leyó en su totalidad el presentador:

 

Desayunar con Kellogʼs hace felices a los niños. Y los mayores son felices como niños al tener la oportunidad de presenciar los mejores espectáculos musicales en Londres.

 

 

La siguiente actuación fue musical, de la mano de Lucy Lovick, que nos invitaba a entrar en la caseta de la mujer barbuda.

 

En este vídeo vemos este número musical.

 

 

 

El regalo procedente de este número fue un talonario de tickets para ver a los extraños personajes del parque de atracciones. Antes de poder terminar de leer la tarjetita, volvió a aparecer Pilar Oribe pidiéndole a Bachs que le subiera la cremallera de su vestido. La tarjetita del talonario de tickets decía lo siguiente:

 

Cada uno de esos tickets permitiría entrar en esa carpa para ver extraños personajes, como la mujer barbuda, el hombre más alto o el más gordo, o la actuación de muchachas tan simpáticas como las que acabamos de  ver.

 

 

En este punto los concursantes decidieron dejar la bola de cristal. Conforme Bachs estaba leyendo el texto de la tarjetita, volvió a dar paso a otro bloque publicitario de futurólogos. El texto completo de la tarjetita de la bola de cristal decía:

 

Parece que esta vez nuestro inventor no ha tenido demasiada fortuna en la creación de una silla para adivinar el futuro. En cambio, dicen, por lo menos mi sobrina así lo asegura, que a través de una bola de cristal se puede conocer el futuro.

 

Y el futuro de ustedes, con un poco de suerte, sería envidiable porque hubieran ganado tres millones doscientas cuarenta mil pesetas en lotería; en ciento ocho billetes de lotería de Navidad acabados en 123, que si tocase les proporcionaría 32.400 millones de pesetas.

 

 

En este instante apareció Lázaro Escarceller para dar paso a la publicidad.

 

En este vídeo vemos la divertida intervención del “abuelo Bachs”.

 

 

 

Tras la pausa publicitaria, vimos una nueva entrega de “La noticia 1, 2, 3” e inmediatamente a continuación bajó por la escalera el hombre del cajón (Joan Domínguez), precedido de unas chicas enarbolando unas banderas de Reino Unido.

 

Joan Domínguez - «Un, dos, tres...» (1993)
Jacqueline Arenal - «Un, dos, tres...» (1993)  

 

Después de su intervención, por la escalera bajó la actriz Jacqueline Arenal, en el papel de “Calandria”, protagonista de un culebrón de la televisión.

 

Como vemos, a través de diversos personajes, Chicho hizo una crítica de los formatos televisivos reinantes y triunfantes en aquella época: los realities (no en el sentido que se entiende actualmente de concursos de convivencia, sino de telerrealidad), y los seriales y culebrones.

 

 

Tras la intervención de “Calandria” volvió a aparecer Jordi Soler, maldiciendo la emisión de culebrones en las parrillas de las cadenas de televisión. Las interrupciones no cesaron, ya que después de Jordi Soler el teléfono volvió a sonar reclamando nuevamente la atención de Madamme Boncour.

 

Tras todas estas interrupciones Josep María Bachs pudo leer finalmente la tarjetita que contenía el sobre inglés escondido en el cajón de Joan Domínguez, que decía así:

 

Si una mujer se sube a un cajón, además de poder contemplar desde un poco más alto a los que le rodean, podrá hacer que sus piernas sean admiradas.

 

 

Antes de que los concursantes pudieran decidir qué regalo rechazar, volvió a aparecer Pilar Oribe para decirle a Bachs lo de la cremallera...

 

En este vídeo vemos la tercera y última intervención de Pilar Oribe en la subasta de este programa.

 

 

 

Los concursantes decidieron dejar la muñeca de Mari Luz, cuyo contenido desveló Bachs en su totalidad:

 

Como habrán podido comprobar, Mari Luz es una niña algo especial, y, la verdad, no sé por qué tiene la costumbre de adornar sus muñecas con alfileres.

 

Es algo positivo no tener nada que ver con la magia negra o la brujería; tan positivo que, por favor, vayan quitándole los alfileres a la muñeca y contándolos. Diez. Hubieran ganado un millón de pesetas por alfiler... es decir ¡diez millones de pesetas!

 

 

Tras este disgusto le tocó el turno a la actuación de la actriz Luisa Martín, en el papel de madre de la mujer barbuda.

 

Luisa Martín - «Un, dos, tres...» (1993)

 

 

El regalo fue una barba, que fue inmediatamente descartada por la pareja de concursantes perdiendo productos relacionados con la barbería y la peluquería, como navajas, tónicos capilares y peines... Bachs hizo una pausa en la lectura de la tarjetita por si los concursantes querían pensarse su decisión; se confirmaron en ella, y siguieron perdiendo más productos capilares como botellas de champú anticaspa y brochas... Nueva pausa de Bachs para que los concursantes se pensaran bien si querían perder todos esos productos y lo que quedaba en la tarjetita. Los concursantes no hicieron caso al presentador y acabaron perdiendo, además de todo eso, un apartamento en Vera (Almería).

 

En este momento, Bachs dio paso al misterio, que como era habitual en «Un, dos, tres...», vino de la mano de Anthony Blake.

 

En este vídeo vemos la actuación de Anthony Blake en este programa.

 

 

 

El regalo fue una pizarra, cuya tarjetita decía así:

 

Anthony Blake casi siempre termina sus intervenciones diciendo “todo ha sido fruto de su imaginación, no le den más vueltas”.

 

 

Los concursantes la reservaron y descartaron el premio que se escondía en los tickets del número musical de Lucy Lovick; la tarjetita decía así:

 

Cada uno de esos tickets permitiría entrar en esa carpa para ver extraños personajes, como la mujer barbuda, el hombre más alto o el más gordo, o la actuación de muchachas tan simpáticas como las que acabamos de  ver.

 

Hablando de tickets, les hubiera correspondido dos tickets y dos pasajes en el AVE para poder visitar el parque temático más grande del mundo porque reúne imaginación, fantasía, cultura y diversión. ¡Cartuja, el parque de los descubrimientos, en Sevilla!

 

 

La última actuación de la noche fue un magnífico número musical en el que intervino todo el equipo del programa, y en el que se anunciaban los temas de las próximas semanas. El número estuvo muy bien realizado, ya que mezclaba imágenes en la zona de las gradas con imágenes en el decorado, con la correspondiente transición de un lado a otro del plató.

 

En este vídeo vemos este número musical.

 

 

 

El regalo de este número musical fue un tiovivo en miniatura, cuya tarjetita decía así:

 

Este desfile nos ha dejado este símbolo. Desde luego, no se trata de un tiovivo inmenso y fenomenal, sino de un pequeño y simpático tiovivo.

 

 

Con los tres últimos regalos sobre la mesa, Josep María Bachs permitió a los concursantes ir descartándolos de uno en uno. El primero que rechazaron fue el sobre del hombre del cajón, cuya tarjetita en su totalidad decía así:

 

Si una mujer se sube a un cajón, además de poder contemplar desde un poco más alto a los que le rodean, podrá hacer que sus piernas sean admiradas.

 

Y esto es lo que ocurre con las medias Venis de Marie Claire.

 

 

Pero en las medias también había una tarjetita, que decía:

 

Las medias Venis son elásticas, resistentes y modernas, como moderno es ¡este fenomenal todoterreno!

 

Luisa Martín - «Un, dos, tres...» (1993)

  

 

El regalo que finalmente eligieron los concursantes fue el del tiovivo del último número musical, reservando Bachs, como secreto de sumario, la tarjetita de la pizarra que había dejado Anthony Blake.

 

En este vídeo vemos el final de la subasta.

 

 

 

El programa acabó, como siempre, con las azafatas y el resto del ballet diciendo adiós desde el coche en el decorado.

 

«Un, dos, tres...» - 1993

  

Puedes ver este programa completo
haciendo clic en el televisor

 

 

Agradecemos a Miguel las fotos que nos envió

 

 

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