Después de la pausa publicitaria,
pudimos ver otro espacio de “La noticia 1, 2, 3”; tras ello, Josep María
Bachs dio paso a María Fernanda
D’ocon para que
representara un monólogo sobre los
parques de atracciones escrito por Adolfo Marsillach.
En Youtube podemos ver este monólogo
Después del monólogo, del que no
llegó ningún regalo a la mesa, Jordi Soler apareció por la escalera
pidiéndole a su tío un espacio sobre sucesos en televisión. Bachs lo
despachó diciéndole que tendría que conformarse con el espacio de
noticias que le habían asignado.
Inmediatamente después de él fue
Silvia Abascal, en el papel de Mari Luz, la que hizo su aparición por la
escalera acompañada por un buen número de monstruos. El regalo que dejó
en la mesa fue una muñeca con diez alfileres clavados.
|
|
El aspecto
dulce e inofensivo de la niña Mari Luz
contrastaba con sus poderes y estados posesorios
|
En Youtube podemos ver la actuacion de Silvia
Abascal
Jordi Soler volvió a aparecer
portando en su mano un cuchillo ensangrentado con la intención de contar
noticias sobre muertes, asesinatos, etc. Lógicamente, su tío no se lo
permitió. Tras esta interrupción, Bachs pudo leer el texto de la
tarjetita de la muñeca de Mari Luz, que decía:
Como habrán podido comprobar, Mari Luz
es una niña algo especial, y, la verdad, no sé por qué tiene la
costumbre de adornar sus muñecas con alfileres.
La siguiente actuación fue la de
Pepe Viyuela en el papel de inventor de una máquina para leer el futuro.
El regalo de esta actuación fue
una bola de cristal de futurólogo. Antes de terminar de leer su
tarjetita, Bachs dio paso a un bloque publicitario muy especial
protagonizado por futurólogos y adivinos. La tarjetita de la bola de
cristal decía así:
Parece que esta vez nuestro inventor no
ha tenido demasiada fortuna en la creación de una silla para adivinar el
futuro. En cambio, dicen, por lo menos mi sobrina así lo asegura, que a
través de una bola de cristal se puede conocer el futuro.
Tras leer la tarjetita, Bachs dio
paso al espacio del “Sabor Ganador de Kellogg’s”,
con el que un concursante desde casa podía ganar hasta tres millones de
pesetas. Mayte Navarrete acercó un teléfono a la mesa, y antes de que
Bachs pudiera llamar al concursante entró una llamada para Madamme
Boncour (Natalie Pinot).
Tras la llamada al concursante
del sabor ganador de Kellogg’s, el tercer regalo fue un paquete de
Smacks de Kellogg’s. La tarjetita decía lo siguiente:
Desayunar con Kellogʼs
hace felices a los niños.
Madamme Boncour recibió una nueva
llamada de su hijo. Después de colgar, Bachs le ofreció a los
concursantes dejar uno de los regalos, pero le interrumpió una
espectacular señorita, Pilar Oribe, que le pidió
que le subiera la cremallera de su vestido.
Los concursantes decidieron dejar
el regalo que se escondía en el paquete de cereales, cuya tarjetita leyó
en su totalidad el presentador:
Desayunar con Kellogʼs
hace felices a los niños. Y los
mayores son felices como niños al tener la oportunidad de presenciar los
mejores espectáculos musicales en Londres.
La siguiente actuación fue
musical, de la mano de Lucy Lovick, que nos invitaba a entrar en la
caseta de la mujer barbuda.
En este vídeo vemos este número musical.
El regalo procedente de este
número fue un talonario de tickets para ver a los extraños personajes
del parque de atracciones. Antes de poder terminar de leer la tarjetita,
volvió a aparecer Pilar Oribe pidiéndole a Bachs que le subiera la
cremallera de su vestido. La tarjetita del talonario de tickets decía lo
siguiente:
Cada uno de esos tickets permitiría
entrar en esa carpa para ver extraños personajes, como la mujer barbuda,
el hombre más alto o el más gordo, o la actuación de muchachas tan
simpáticas como las que acabamos de ver.
En este punto los concursantes
decidieron dejar la bola de cristal. Conforme Bachs estaba leyendo el
texto de la tarjetita, volvió a dar paso a otro bloque publicitario de
futurólogos. El texto completo de la tarjetita de la bola de cristal
decía:
Parece que esta vez nuestro inventor no
ha tenido demasiada fortuna en la creación de una silla para adivinar el
futuro. En cambio, dicen, por lo menos mi sobrina así lo asegura, que a
través de una bola de cristal se puede conocer el futuro.
Y el futuro de ustedes, con un poco de
suerte, sería envidiable porque hubieran ganado tres millones doscientas
cuarenta mil pesetas en lotería; en ciento ocho billetes de lotería de
Navidad acabados en 123, que si tocase les proporcionaría 32.400
millones de pesetas.
En este instante apareció Lázaro
Escarceller para dar paso a la publicidad.
En este vídeo vemos la divertida intervención del
“abuelo Bachs”.
Tras la pausa
publicitaria, vimos una nueva entrega de “La noticia 1, 2, 3” e
inmediatamente a continuación bajó por la escalera el hombre del cajón
(Joan Domínguez), precedido de unas chicas enarbolando unas banderas de
Reino Unido.
|
|
|
|
Después de su intervención, por
la escalera bajó la actriz Jacqueline Arenal, en el papel de
“Calandria”, protagonista de un culebrón de la televisión.
Como vemos, a través de diversos
personajes, Chicho hizo una crítica de los formatos televisivos
reinantes y triunfantes en aquella época: los realities (no en
el sentido que se entiende actualmente de concursos de convivencia, sino
de telerrealidad), y los seriales y culebrones.
|
Tras la intervención de
“Calandria” volvió a aparecer Jordi Soler, maldiciendo la emisión de
culebrones en las parrillas de las cadenas de televisión. Las
interrupciones no cesaron, ya que después de Jordi Soler el teléfono
volvió a sonar reclamando nuevamente la atención de Madamme Boncour.
Tras todas estas interrupciones
Josep María Bachs pudo leer finalmente la tarjetita que contenía el
sobre inglés escondido en el cajón de Joan Domínguez, que decía así:
Si una mujer se sube a un cajón, además
de poder contemplar desde un poco más alto a los que le rodean, podrá
hacer que sus piernas sean admiradas.
Antes de que los concursantes
pudieran decidir qué regalo rechazar, volvió a aparecer Pilar Oribe para
decirle a Bachs lo de la cremallera...
En este vídeo vemos la tercera y
última intervención de Pilar Oribe en la subasta de este programa.
Los concursantes decidieron dejar
la muñeca de Mari Luz, cuyo contenido desveló Bachs en su totalidad:
Como habrán podido comprobar, Mari Luz
es una niña algo especial, y, la verdad, no sé por qué tiene la
costumbre de adornar sus muñecas con alfileres.
Es algo positivo no tener nada que ver
con la magia negra o la brujería; tan positivo que, por favor, vayan
quitándole los alfileres a la muñeca y contándolos. Diez. Hubieran
ganado un millón de pesetas por alfiler... es decir ¡diez millones de
pesetas!
Tras este disgusto le tocó el
turno a la actuación de la actriz Luisa Martín, en el papel de madre de
la mujer barbuda.
El regalo fue una barba, que fue
inmediatamente descartada por la pareja de concursantes perdiendo
productos relacionados con la barbería y la
peluquería, como navajas, tónicos capilares y peines... Bachs hizo una
pausa en la lectura de la tarjetita por si los concursantes querían
pensarse su decisión; se confirmaron en ella, y siguieron perdiendo más
productos capilares como botellas de champú anticaspa y brochas... Nueva
pausa de Bachs para que los concursantes se pensaran bien si querían
perder todos esos productos y lo que quedaba en la tarjetita. Los
concursantes no hicieron caso al presentador y acabaron perdiendo,
además de todo eso, un apartamento en Vera (Almería).
En este momento, Bachs dio paso
al misterio, que como era habitual en «Un, dos, tres...», vino de la
mano de Anthony Blake.
En este vídeo
vemos la actuación de Anthony Blake en este programa.
El regalo fue una pizarra, cuya tarjetita decía así:
Anthony Blake casi siempre termina sus
intervenciones diciendo “todo ha sido fruto de su imaginación, no le den
más vueltas”.
Los concursantes la
reservaron y descartaron el premio que se escondía en los tickets del
número musical de Lucy Lovick; la tarjetita decía así:
Cada uno de esos tickets permitiría
entrar en esa carpa para ver extraños personajes, como la mujer barbuda,
el hombre más alto o el más gordo, o la actuación de muchachas tan
simpáticas como las que acabamos de ver.
Hablando de tickets, les hubiera
correspondido dos tickets y dos pasajes en el AVE para poder visitar el
parque temático más grande del mundo porque reúne imaginación, fantasía,
cultura y diversión. ¡Cartuja, el parque de los descubrimientos, en
Sevilla!
La última actuación de la noche fue un magnífico número
musical en el que intervino todo el equipo del programa, y en el que se
anunciaban los temas de las próximas semanas. El número estuvo muy bien
realizado, ya que mezclaba imágenes en la zona de las gradas con
imágenes en el decorado, con la correspondiente transición de un lado a
otro del plató.
En este vídeo
vemos este número musical.
El regalo de este número musical fue un tiovivo en
miniatura, cuya tarjetita decía así:
Este desfile nos ha dejado este
símbolo. Desde luego, no se trata de un tiovivo inmenso y fenomenal,
sino de un pequeño y simpático tiovivo.
Con los tres últimos regalos sobre la mesa, Josep María Bachs
permitió a los concursantes ir descartándolos de uno en uno. El primero
que rechazaron fue el sobre del hombre del cajón, cuya tarjetita en su
totalidad decía así:
Si una mujer se sube a un cajón, además
de poder contemplar desde un poco más alto a los que le rodean, podrá
hacer que sus piernas sean admiradas.
Y esto es lo que ocurre con las medias Venis de Marie Claire.
Pero en las medias también había
una tarjetita, que decía:
Las medias Venis son elásticas,
resistentes y modernas, como moderno es ¡este fenomenal todoterreno!
El regalo que finalmente eligieron los concursantes fue
el del tiovivo del último número musical, reservando Bachs, como secreto
de sumario, la tarjetita de la pizarra que había dejado Anthony Blake.
En este vídeo
vemos el final de la subasta.
El programa acabó, como siempre, con las azafatas y el
resto del ballet diciendo adiós desde el coche en el decorado.
|