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La Navidad 1 |
Durante las fechas de Navidad era tradicional en «Un, dos, tres...» que el programa acogiera a público y concursantes infantiles y se hicieran programas especiales donde todo el protagonismo lo tenían los niños.
EL PRIMER PROGRAMA NAVIDEÑO
El primer programa que «Un, dos, tres... responda otra vez» dedicó a la Navidad se emitió el 25 de diciembre de 1972, pero no era un programa especial infantil. Tan sólo un programa en el que la temática giró en torno a tópicos navideños.
En este programa los concursantes no fueron niños, sino adultos, y la mecánica no varió de la ordinaria, ya que la Navidad tan sólo fue el telón de fondo sobre el que giraron los premios y sketchs cómicos de la subasta.
Ya la semana siguiente, concretamente el 1 de enero de 1973, «Un, dos, tres... responda otra vez» sí tuvo un verdadero programa especial con niños como protagonistas y en el que el tema fue el mundo de los juguetes.
Con este programa comenzó la tradición de dedicar uno o dos programas en cada Navidad a los más pequeños de la casa, en los que ellos eran los auténticos protagonistas, ya que todos los concursantes, así como el público, eran niños.
Chicho Ibáñez Serrador decidió que dedicar un programa a los niños cada Navidad era una buena idea ya que el programa que alcanzó una mayor cuota de aceptación en aquella primera etapa fue, precisamente, el especial dedicado a los juguetes; no en vano, los principales seguidores de «Un, dos, tres...» eran los niños.
Pero no fue hasta la tercera etapa cuando los niños protagonizaron los especiales dedicados a la Navidad propiamente dicha. Como ya dijimos, en la primera etapa el especial infantil estuvo dedicado a los juguetes (1 de enero de 1973); y en la segunda etapa, el primer especial con niños giró en torno al mundo de los comics (7 de enero de 1977) y el siguiente estuvo dedicado a la aventura espacial (6 de enero de 1978).
Pero no sólo hubo programa especiales de Navidad con niños, sino que también hubo otros programas con adultos pero también con mecánica especial con motivo de las fiestas navideñas o de año nuevo, como explicaremos en la página tres de esta sección.
CHICHO Y SU RELACIÓN CON LOS NIÑOS
Grabar un programa tan largo como el «Un, dos, tres...» con niños no era tarea fácil, y Narciso Ibáñez Serrador, que sabía que eran revoltosos por naturaleza, situaba entre la grada a diversas monitoras para controlar a la chiquillería. Aun así no siempre se lograba silencio o tranquilidad en las gradas, por lo que Chicho a veces se tenía que enfadar y amenazar con expulsar del plató a algún niño de la grada (amenaza que nunca llegaba a cumplir, claro está).
En estos programas especiales con niños, Chicho charlaba unos minutos con los concursantes para tratar de tranquilizarles, ya que los nervios de ponerse ante las cámaras les afectaban especialmente, aunque solían tener mejor actuación que los concursantes adultos.
También era habitual en estos programas especiales de Navidad ver a los hijos de Chicho, Pepa y Alejandro Ibáñez Nauta, entre el público o acompañando las actuaciones musicales de artistas invitados.
LA MECÁNICA DE ESTOS PROGRAMAS
La mecánica de estos programas infantiles variaba sensiblemente respecto de los programas ordinarios con adultos. La primera variante es que en estos programas los concursantes no multiplicaban por pesetas sus respuestas, sino por puntos.
Pero la fundamental diferencia es que en estos programas no había campeones, de modo que en la tanda de preguntas las tres parejas debían estar muy concentradas para dar el mayor número de respuestas posible, porque la que menos puntos acumulara quedaría eliminada del concurso sin posibilidad de participar en la eliminatoria, a la que sólo pasaban las dos parejas con mejor puntuación en las preguntas.
Eso sí, la pareja que quedaba eliminada en la tanda de preguntas no se iba a casa con las manos vacías, ya que se llevaban algún premio, que podía ser una bicicleta o un lote de productos de merchandising del programa.
A la eliminatoria, por tanto, pasaban las dos parejas con mayor puntos acumulados en la tanda de preguntas; y aquí sí, la que resultara vencedora conseguía pasar a concursar en la subasta. Pero tampoco los que resultaban eliminados se iban con las manos vacías, ya que «Un, dos, tres...» les obsequiaba con premios que conseguían mitigar la decepción de haber sido eliminados.
Pero, por supuesto, lo que querían todas las parejas de niños era pasar a la subasta, para ver todo el desfile de premios, que iban descartando hasta quedarse con el final.
No solía haber premios malos en estos programas infantiles de Navidad, y todas las parejas que concursaron consiguieron un premio que les hizo muy feliz y que nunca olvidarán.
LOS DECORADOS
Los decorados de estos programas especiales de Navidad solían ser muy parecidos etapa tras etapa. Ya en el primer programa de Navidad se utilizó la estampa de un paisaje nevado con abetos y casitas de estructura centroeuropea.
El decorado del programa especial infantil de aquella primera etapa representaba diversos juegos y juguetes infantiles.
En el decorado del programa dedicado a los cómics (7 de enero de 1977) pudimos ver viñetas de tebeos y diversos personajes conocidísimos, como Zipi y Zape, el Capitán Trueno, Asterix y Obelix o Mortadelo.
En los dos programas especiales de Nochebuena y Nochevieja de 1982 se volvió a utilizar el decorado de casitas puntiagudas nevadas.
Hasta un puente de madera para cruzar el río, como en los Belenes, hubo en el decorado de los programas especiales de la segunda parte de la tercera etapa (23 de diciembre de 1983 y 6 de enero de 1984).
En el decorado de estos programas especiales los niños, con sus patines, danzaban rodeando una supuesta pista de hielo.
La misma tendencia continuó en los especiales infantiles de las etapas posteriores, únicamente variada en el programa de la octava etapa, que al estar dedicado a las Navidades del conde Drácula, el decorado fue el interior de un castillo oscuro y tenebroso.
EL VESTUARIO
Normalmente, en estos programas especiales navideños, las azafatas solían ir vestidas como “Mamá Noeles”, con trajes rojos y blancos, sin faltar los gorros con borla.
En el especial infantil de enero de 1973, las azafatas lucieron un traje de holandesas que les favorecía mucho.
Para el especial dedicado a los cómics (7 de enero de 1977) las azafatas utilizaron su uniforme oficial con camisetas con el logotipo del programa o con el dibujo de la calabaza Ruperta. Sí utilizaron el traje de “Mamá Noel” en el programa dedicado a la Navidad (23 de diciembre de 1977), que no fue un programa especial con niños.
También vestidas de “Mamá Noel” vimos a los dos grupos de azafatas de la tercera etapa.
En cambio, en el especial de la cuarta etapa (21 de diciembre de 1984), aunque las azafatas también fueron con trajes rojos con estampados blancos, no eran los típicos trajes de Papá Noel.
Sí volvieron a utilizar esos trajes de “Mamá Noel” las azafatas en el programa especial de Navidad de la quinta etapa, emitido el 20 de diciembre de 1985.
En el especial navideño de la sexta etapa (21 de diciembre de 1987) el vestuario cambió sensiblemente, y las azafatas aparecieron vestidas con ropas de abrigo, pero como podían ser las utilizadas por chicas jóvenes de su época: chaquetas jeans, y bufandas, gorros y guantes a juego.
De forma parecida, con bufandas y gorros y jerseys con estampados navideños, lucieron las azafatas y la presentadora Miriam Díaz-Aroca en el programa especial de Navidad (20 de diciembre de 1991) y de Reyes Magos (3 de enero de 1992).
Pero Miriam y las azafatas no fueron las únicas que se vistieron de forma especial por ser Navidad; también Jordi Estadella cambió su tradicional traje y corbata por una divertidísima chaqueta de rayas rosas y blancas y una pajarita azul.
Ni Papá Noeles, ni bufandas, ni gorros, ni estampados de renos pudimos ver en el especial de Navidad de la octava etapa, ya que el programa que se emitió el 25 de diciembre de 1992 estuvo dedicado a las Navidades del Conde Drácula y las azafatas fueron de virginales víctimas del conde, Miriam Díaz-Aroca de vampiresa, y Jordi Estadella apareció elegantemente vestido de Drácula.
En la novena etapa (24 de diciembre de 1993) las azafatas volvieron a aparecer vestidas de “Mamá Noel”, con un traje muy similar al que diez años después, en el programa dedicado a “Cuento de Navidad” (6 de febrero de 2004) utilizaron las azafatas de «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!».
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