Lo mismo que en la tele, pero de espaldas

En la foto no vemos otra cosa que lo mismo que veíamos al comienzo de cada programa de la sexta etapa de «Un, dos, tres...»: Mayra Gómez Kemp, acompañada por Silvia Marsó y Kim Manning, al pie de la escalera y “las Tacañonas” dándoles la réplica.

Lo único que ocurre es que en esta foto las vemos desde la perspectiva que tendría un miembro del público situado en el gallinero.

El enorme E-3 de los Estudios Buñuel

Las etapas de los años noventa y «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» (2004) se grabaron en el plató E-3 de los Estudios Buñuel. En aquel entonces, con sus 2000 m², era considerado el segundo plató más grande de Europa.

Gracias a la foto, tomada desde el gallinero, nos podemos hacer una idea de la grandiosidad del estudio.

El decorado a medio desmontar

Teniendo en cuenta que todas las escenas que tenían lugar en el decorado (números musicales, actuaciones de artistas invitados, entradas de regalos, etc.) se grababan el día anterior al de la grabación con los concursantes, el público, cuando llegaba al plató se encontraba con el decorado temático a medio desmontar para dar paso al nuevo decorado de la semana siguiente.

Una mayor interacción con el decorado

En las etapas de Kiko Ledgard existía una mayor interacción entre la zona del decorado y la de la mesa de la subasta, ya que el presentador solía hacer traer varios regalos desde allí, y muchos de los cómicos y personajes invitados hacían su aparición desde alguna puerta del decorado.

Durante los primeros programas de Mayra Gómez Kemp aún se mantuvo esta intensa relación con el decorado, aunque con el tiempo se fue diluyendo, y los objetos traídos desde el decorado disminuyeron, y muchos cómicos comenzaron a aparecer desde el lateral del plató o bajando la escalera.