Bajo el calor abrasador de los focos del plató

A pesar del calor sofocante que en el plató provocaban los focos, las azafatas tuvieron que soportarlo estoicamente con las equipaciones de esquiadoras que conformaban su vestuario en el programa dedicado a los deportes de invierno (.

Ninguna azafata antigua en la séptima etapa

En las etapas tercera a sexta de «Un, dos, tres...» siempre hubo azafatas que repetían, como Kim Manning, que estuvo en todas ellas. Sin embargo, en 1991, cuando Chicho Ibáñez Serrador se enfrascó en la tarea de seleccionar a chicas nuevas para la séptima etapa, decidió que todo el equipo sería nuevo, de modo que eligió a seis azafatas, las que aparecen en la foto: Marta de Pablo, Elsa Berardengo, María Abradelo, Carolina Rodríguez, Patricia Alcocer y Belén Ledesma.

Laura, Marta y Yolanda

En el set de azafatas contables de «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» (2004) se situaban Laura de la Calle, que era la contable propiamente dicha, que informaba del número de respuestas acertadas y del total de euros obtenido por los concursantes, Marta García, que era la que accionaba la “máquina Roderitas”, que marcaba l cantidad inicial por la que los concursantes multiplicaban sus respuestas, y Yolanda Aracil, cuya función era traducir a las antiguas pesetas la cantidad total obtenida por las tres parejas.

Almorzando antes de grabar

Las jornadas de grabación se alargaban durante muchas horas en el día; por la mañana se ensayaba y por la tarde se grababa ya con público en las gradas. Por eso, entre el ensayo y la grabación el equipo del programa aprovechaba para acercarse a la cafetería de los Estudios Roma para almorzar y coger fuerzas para aguantar las largas horas de trabajo que aún quedaban por delante.