La posibilidad de jugar desde casa

El «Un, dos, tres...» fue pionero en establecer la posibilidad de que los espectadores jugaran desde casa en diversos espacios y concursos; así, por ejemplo, ya en 1976 los espectadores podían jugar a “La Ruperta fantasma”, o en 1985 se creó la figura de los “sufridores en casa”.

En la séptima etapa, los lectores de la revista Diez Minutos podían encontrar un cupón de participación con una combinación, que se iba resolviendo conforme avanzaba el desarrollo del programa. Aquel espectador que tuviera la combinación ganadora, podía ganar tres millones de pesetas, que se acumulaban en un bote para la semana siguiente si no resultaba ningún ganador.

Bellas cocineras

No sabemos si las azafatas de la primera etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez» (1972-1973) se manejaban bien entre fogones, pero lo que está claro es que los trajes de cocinera que lucieron en el programa emitido el 30 de octubre de 1972 les quedaban estupendamente.

Pomposos trajes austríacos

El vestuario que utilizaron las azafatas en el programa dedicado a Austria (5 de noviembre de 1982) recordaba a los pomposos trajes austríacos de la época imperial.

Buscando concursantes para la “Misión «Un, dos, tres...»”

En la foto vemos al presentador Kiko Ledgard, acompañado de Beatriz Escudero y María Durán, mostrando el apartado de Correos al que los telespectadores podían escribir para participar en “La misión «Un, dos, tres...»”, que fue un espacio que Chicho Ibáñez Serrador incorporó en la segunda etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez» y que consistía en que una pareja de intrépidos concursantes eran enviados a cumplir una misión, teniendo que superar infinidad de obstáculos y dificultades.