Gloria Trevi, el terremoto mexicano

La cantante mexicana Gloria Trevi dio una bocanada de aire fresco a la octava etapa de «Un, dos, tres...». Sus actuaciones fueron trasgresoras, sensuales, provocativas e, incluso, irreverentes. Se atrevió con todo: tumbó en el suelo a Jordi Estadella, se movió entre las cámaras fuera del tiro de cada una de ellas, se subió a la grúa, chupó los objetivos de las cámaras, jugueteó con los varones del público, y hasta desnudó a concursantes.

Todo en pro del espectáculo, de manera que ninguna de sus actuaciones resultaran indiferentes; no en vano, Gloria Trevi alcanzó gran popularidad en España en 1992 a raíz de sus intervenciones en «Un, dos, tres...».

Tradiciones de los pueblos

En no pocas ocasiones Narciso Ibáñez Serrador invitó a diversos representantes de variados municipios de toda España para que mostraran sus costumbres y tradiciones; lo podía hacer en cualquier programa, con indiferencia de cual fuera el tema, o bien en programas especiales que dedicaba específicamente a las ferias y fiestas de los pueblos españoles.

Es el caso, por ejemplo, del programa dedicado a la España insólita (23 de abril de 1993), en el que, entre otros pueblos, Las Balsicas, en el Puerto de Mazarrón (Murcia), hicieron una demostración de la fiesta del rebuzno, utilizando al concursante como burro.

Representaciones cómicas en la tanda de preguntas

A diferencia de lo que ocurría en las etapas presentadas por Kiko Ledgard y Mayra Gómez Kemp, en las que durante la tanda de preguntas la única intervención cómica era la de la parte negativa (ya fueran “los Tacañones” o “las Tacañonas”), en la octava etapa (1992-1993), segunda temporada presentada por Jordi Estadella y Miriam Diaz-Aroca, además de la actuación de las hermanas Hurtado, en el papel de “Derrochonas”, las azafatas protagonizaban un sainete cómico basado en la historia de “Rosita Montenegro”.

Esto provocaba que este primer segmento del programa alargara su duración más allá de los cuarenta minutos en la mayoría de las emisiones, en lugar de lo que ocurría en las etapas de Mayra, en las que la tanda de preguntas no solía durar más de media hora. Incluso Chicho incluyó una nueva pausa publicitaria tras la primera tanda de preguntas.

Jordi muy bien acompañado por Paloma Hurtado y Fedra Lorente

Esta foto, en la que vemos a Jordi Estadella acompañado por Paloma Hurtado y Fedra Lorente, pertenece al último programa de la octava etapa, emitido el 9 de julio de 1993. Las caras son sonrientes, porque tras treinta y ocho emisiones, todo el equipo lograba las tan ansiadas vacaciones. Ninguno de los tres podía intuir lo que ocurriría meses después, cuando se preparara la novena etapa de «Un, dos, tres...» (1993-1994).

Por ejemplo, Jordi Estadella no sería el presentador de la futura etapa; tras la renuncia de Miriam Díaz-Aroca a continuar como co-presentadora, Chicho Ibáñez Serrador, tras intentar frustradamente encontrarle una compañera idónea que sustituyera a Miriam, decidió sustituir a Jordi por otro presentador catalán, Josep María Bachs.

Fedra Lorente tampoco volvería al concurso, ya que Chicho decidió cambiar todo el plantel de cómicos en la nueva etapa, contando con actores en lugar de humoristas, que harían el papel de familiares del presentador.

Y aunque Chicho contaba con las hermanas Hurtado nuevamente para el papel de “Tacañonas”, Paloma sufrió un desafortunado accidente en octubre de 1993 que le impidió incorporarse a las grabaciones de las seis primeras emisiones.