Un gato en el plató

Al fondo de esta foto de Mayra Gómez Kemp sentada en la mesa de la subasta de la tercera etapa de «Un, dos, tres...» vemos un gato blanco. Desconocemos si pertenecía a la presentadora, pero sabedores de que es gran amante y defensora de los animales, no dudamos de que su presencia en el estudio agradaba a Mayra y le daba compañía en las maratonianas jornadas de ensayo y grabaciones del concurso.

Mayra no solía aparecer vestida de amarillo

No tanto porque Mayra Gómez Kemp fuera especialmente supersticiosa, sino más bien porque lo era el director del programa, Chicho Ibáñez Serrador, pero Mayra no solía aparecer con prendas amarillas para presentar el «Un, dos, tres...». A eso hay que añadir que el color amarillo no es el más favorecedor en televisión, debido a la luz del plató, por lo que lo habitual era ver a Mayra con otros más cálidos.

Chicho predijo que el payaso le daría mucho éxito

Joven y deseosa de caracterizarse de diversos personajes, Miriam Díaz-Aroca propuso insistentemente que cada noche apareciera disfrazada de forma distinta para llevar a cabo el juego de la faz más “hododosa”. Fue Chicho quien tuvo que sentarse con ella y convencerle de que el personaje del payaso le daría mucho éxito y sería favorable para su carrera que cada noche de viernes apareciera en la subasta caracterizada de esa forma.

Fue en el último programa de la séptima etapa de «Un, dos, tres...», emitido el 10 de abril de 1991, en el que Miriam reconoció que menos mal que Chicho se impuso a su cabezonería, porque el personaje del payaso le había dado muchas satisfacciones.

Sensualidad marroquí

En todos los programas, Miriam Díaz-Aroca apareció guapísima gracias al equipo de vestuario y maquillaje de Un, dos, tres..., pero, sin duda, una de las veces que causó más impresión fue en el programa dedicado a Marruecos (11 de octubre de 1991), en el que apareció caracterizada de odalisca con un sensual vestido rojo.