Calabazas dentro de calabazas

No podía ser de otro modo que el objeto con el que se quedaran los concursantes del último programa de la primera etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez» fuera la calabaza. Kiko Ledgard pretendió que los concursantes rechazaran el regalo a cambio de mil pesetas; tras rechazar esta oferta, Kiko les tentó con veinte mil pesetas. Los concursantes estaban convencidos de seguir con su regalo, y no hicieron mal porque el regalo final fue una calabaza de oro de veinticuatro quilates.

Un auténtico seguidor haciendo su sueño realidad

El «Un, dos, tres...» tiene muchos y acérrimos seguidores; entre ellos se incluye, sin duda, Eduardo Aldán, uno de los cómicos de «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» (2004). Cuando Chicho Ibáñez Serrador decidió contar con él para reforzar el elenco de humoristas de la última etapa, Eduardo vio cumplido un sueño de infancia: bajar la escalera de su programa favorito.

El día que se grabó el último programa quiso llevarse como recuerdo una fotografía con el símbolo más emblemático del concurso: la calabaza Ruperta.

Ruperta caracterizada

En más de una ocasión la calabaza Ruperta apareció en la subasta caracterizada acorde con el tema del programa de que se tratara. En la foto la vemos con una corona en el programa dedicado a “Sandokan” (23 de enero de 2004).

Una despedida temporal

Después de ciento setenta y cuatro emisiones Chicho Ibáñez Serrador consideró que la mascota del «Un, dos, tres...», la calabaza Ruperta, debía dar paso a otro personaje, para introducir cambios en el programa y tener la posibilidad de crear nuevos productos de merchandising (juegos, llaveros, puzzles, etc.). Aunque parecía definitiva, la despedida que se le hizo a Ruperta el 13 de mayo de 1983 fue temporal, ya que cuando el concurso regresó en septiembre de 1991, después del gran éxito de las etapas emitidas en los años ochenta, en las que se fueron sucediendo las mascotas, Chicho consideró que había llegado el momento de rescatar nuevamente a la calabaza Ruperta.

En la imagen vemos a Narciso Ibáñez Serrador posando con la enorme calabaza que presidió el decorado la noche del 13 de mayo de 1983, en el programa dedicado a los amigos de Ruperta.