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Declaraciones de Narciso Ibáñez Serrador |
Sobre la fecha del estreno:
“Si el programa regresara, sería a mediados de noviembre, porque está concebido para temporadas de seis meses, no debe durar más; y si vuelve será con presentadores y azafatas nuevas para que no se les asocie con una etapa anterior”.
Sobre la duración de esta etapa:
“En principio serán tres meses, y si tenemos éxito podría prorrogarse otros tres, pero más allá de eso no quiero ir”.
Sobre su intención:
“Quiero que el nuevo «Un, dos, tres...» sea más formativo e irá destinado a padres e hijos; quiero un programa más blanco y dirigido a toda la familia. Creo que en televisión se está haciendo un humor chabacano, con exceso de glúteo y pectoral femenino. He decidido orientar el «Un, dos, tres...» por una línea blanca y didáctica. Es decir, si hablamos de Julio Verne, por ejemplo, se trata de que los niños se interesen por él, que sepan quién fue, qué escribió. Quizás perdamos audiencia pero yo ganaré en tranquilidad y me sentiré mejor conmigo mismo”.
Sobre los contenidos:
“No pretendo convertir el «Un, dos, tres...» en un programa cultural; el «Un, dos, tres...» seguirá siendo un espacio de entretenimiento, con sus chicas monas, sus divertidas pruebas y, por supuesto, sus números musicales, pero ahora queremos hacerlo más divulgativo, con un humor más serio, más surrealista. Y pienso que esto vale la pena, aunque cueste un poquito al principio de entender que no vamos en la línea de las nalgas y de los chistes fáciles”.
Sobre todo el elenco:
“Que conste que, con todo este equipo, lo que queremos es que la familia que se siente en el salón de su casa a ver «Un, dos, tres...» se lo pase muy bien sin que alguien mire de reojo a un lado u otro porque se avergüence de lo que le estamos brindando”.
Sobre la ausencia de Miriam y Jordi:
“Miriam, sinceramente, había cumplido ya una etapa. Y ella deseaba, y así me lo dijo, emprender nuevas aventuras televisivas. No me pareció mal y lo comprendí. Entonces me quedé sólo con Jordi. Me puse a pensar en la próxima etapa y al final llegué a la conclusión de que debía prescindir también de él. No podía dejarlo solo; quedaría descabalgado. Faltaría algo porque él y Miriam han estado muy unidos en el concurso”.
Sobre el nuevo presentador:
“El giro dado al programa exigía nuevos presentadores y opté por elegir a una sola persona. Josep María Bachs es un gran profesional, al que admiro desde hace mucho tiempo y con el que había intentado trabajar antes, pero siempre me había esquivado. Josep María tiene un sentido del humor muy británico y él será protagonista de los gags”.
Sobre Josep María Bachs:
“Bachs es un profesional que lleva muchos años trabajando en el mundo de la televisión y en la radio de Cataluña; es un presentador que utiliza un humor muy británico, al estilo de los “Monty Python”, más refinado y más surrealista. Contrastará con otros presentadores de concursos, que parecen cargados de anfetaminas”.
Sobre la baja de Paloma Hurtado:
“Sí, las hermanas Hurtado vuelven, pero, de momento, tendremos que sustituir unas semanas a Paloma, debido al accidente que ha sufrido; más tarde se incorporará con normalidad al programa”.
Sobre los nuevos personajes:
“Habrá algunas incorporaciones que no resulta fácil describir y que es mejor que los espectadores las vean. Una de ellas es Pepe Viyuela, un cómico con un humor personal y blanco. Otra es Joan Domínguez, un showman que hará un sketch cada semana sobre temas diversos. Continuará con nosotros Anthony Blake y habrá algún que otro personaje más o menos fijo”.
Sobre los nuevos actores:
“El público tardará tres o cuatro semanas en conocerles, ubicarles y quererles”.
Sobre el giro de «Un, dos, tres...» en esta etapa:
“El giro de este «Un, dos, tres...» tiene una significación muy emotiva para mí, porque siento que vuelvo a mis orígenes de las compañías de teatro, con las que tantas veces viajé con mi padre, de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad. Es decir, que en esta ocasión, en lugar de trabajar con humoristas, a los que me una buena amistad y un gran cariño, voy a hacerlo con actores. Siento como si hubiéramos formado una compañía teatral que no va de pueblo en pueblo, pero sí de programa en programa”.
Sobre los números musicales:
“Del «Un, dos, tres...» destaco claramente los números musicales. Creo que no hay espacio en las televisiones de toda Europa que haga coreografías distintas para cada programa, con ritmos distintos, letras alusivas al contenido de cada espacio... Es algo único y me siento especialmente orgulloso de ello”.
Sobre el riesgo:
“Me encuentro en una edad en la que debo arriesgar y hacer el «Un, dos, tres...» de siempre no implicaba ningún riesgo. Lo que intento con los cambios introducidos en el concurso es dignificar la televisión. Quiero que el «Un, dos, tres...» vuelva a ser como al principio: un programa blanco y divulgativo, dirigido a la familia”.
Sobre la cuantía de los premios:
“Dada la situación económica que atravesamos, todos los concursos de televisión se deberían poner de acuerdo para bajar el valor de los premios, pero esto no parece posible”.
Sobre el final:
“He pensado este final porque me parece muy divertido ver volar por los aires el trabajo de muchas semanas”.
Sobre el balance de la etapa:
“Creí que iba a ser mucho peor, dado que veníamos de dos etapas muy largas”.
Sobre la tristeza del equipo:
“Yo ya estoy acostumbrado. Pero me enternece, en el caso de las despedidas, la tristeza de los demás, por eso me afecta ver llorar a Alejandra, que aparentemente es la más altiva y distante de nuestras azafatas”.
Sobre una posible vuelta:
“Hace cuatro o cinco etapas yo decía que nunca más regresaría con este programa, pero ya no digo nada. Sin embargo, sí que tengo muy claro que al «Un, dos, tres...» le hace falta estar lejos de las pantallas durante, al menos, un año y medio o dos. Creo que en esta etapa cometimos el error de comenzar muy pegados a la anterior, deberíamos haber descansado más”.
Sobre sus problemas de salud:
“El «Un, dos, tres...» no acabó antes por mis problemas de salud. Es verdad que tendría que haberme operado hace un año, pero por cuestiones de trabajo no pude hacerlo. De haberlo hecho, tal vez no me habrían tenido que intervenir ahora de tres hernias”. |