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Los hermanos Achútegui Cerezo |
La suerte estuvo de su parte en 1985 y fueron invitados para volver a concursar en el primer programa de la quinta etapa dedicado al lejano Oriente (4 de octubre de 1985). Y decimos que la suerte estuvo de su lado no sólo porque fueran seleccionados entre todas las parejas que habían concursado previamente, sino también porque este programa fue grabado en dos ocasiones; en la primera versión hubo un problema burocrático y hubo que repetir la grabación, lógicamente con concursantes distintos para que no supieran dónde estaban escondidos los regalos; y fue para esa segunda grabación cuando se seleccionaron parejas simpáticas de concursantes de todas las etapas anteriores de «Un, dos, tres...», saliendo seleccionados un matrimonio que participó con Kiko Ledgard en la primera etapa, una pareja de cuñados de la tercera etapa, y los hermanos Achútegui Cerezo.
En el diálogo inicial con Mayra recordaron que su paso por «Un, dos, tres...» había sido una maravillosa experiencia, a pesar de las largas horas de grabación. También recordaron que, entre las preguntas y la subasta, ganaron 400.000 pesetas en su primera intervención en el concurso.
En este cuadro resume las cantidades que cada una de las parejas fue consiguiendo pregunta tras pregunta:
La tercera ronda de preguntas fue muy emocionante, porque a pesar de la ventaja que la primera pareja tenía sobre los hermanos Achútegui, éstos supieron reaccionar y alzarse con la banda de campeones.
Es de destacar que se produjo una simpática anécdota, ya que Mayra, al anunciarles el número de respuestas que tenían que dar para ganar a la primera pareja, se equivocó en la multiplicación y les dijo que necesitaban una respuesta de más. Esto confundió a Lydia Bosch, que al anunciar el número de respuestas y la cantidad de pesetas lo dijo lamentando que la tercera pareja no hubiera conseguido el logro, cuando, en realidad, superaban a la primera pareja en algo más de mil pesetas.
Al llegar a la tercera pregunta, se enfrentaban a unos duros rivales, como eran los de la segunda pareja, pero consiguieron superarles ampliamente.
En el programa dedicado a los deportes (25 de octubre de 1985) Julio contó una simpática anécdota que le había ocurrido con su hijo de 19 meses al verle en televisión. Se quedó mirando la pantalla y dijo “Papá”; al girarse y ver a su padre en el salón dijo: “¿Otro papá?”.
Nuevamente, al llegar a la tercera pregunta se encontraron con la circunstancia de que la primera pareja estaba fuera de juego, pero tenía que batir a la segunda pareja, consiguiendo el objetivo.
En el programa dedicado a lo que hoy mola (1 de noviembre de 1985) los hermanos Achútegui Cerezo agradecieron el cariño que les dispensaba la gente por la calle después de verles en televisión.
Nuevamente el final de la tanda de preguntas fue de infarto, ya que los campeones tenían que contestar bastantes respuestas correctas para superar a la primera pareja, que lo había hecho muy bien.
En este vídeo vemos la primera pregunta que Mayra les formuló a los hermanos.
El programa dedicado a Shakespeare (8 de noviembre de 1985) se convirtió en el quinto de los hermanos Achútegui como campeones.
Como anécdota de la última pregunta, Julio le indicó por mímica la respuesta a su hermana y ésta no le hizo caso, lo que provocó que la riñera delante de todos.
El programa dedicado a la espuma (15 de noviembre de 1985) fue el sexto para esta pareja de hermanos, que reconocieron a Mayra que no dedicaban ningún tiempo durante la semana a preparar las preguntas, sino que estaban teniendo mucha suerte.
En este programa llegaron tranquilos a la tercera ronda de preguntas, ya que ninguna de las otras dos parejas había superado la cantidad que Julio y Mari Carmen llevaban acumulada en la segunda ronda. Aun así, los hermanos aprovecharon para acumular bastante dinero.
En el programa dedicado a Túnez (22 de noviembre de 1985) Mayra recordó a otra pareja de hermanos, los Pando Caracena, que en la segunda etapa habían conseguido permanecer ocho semanas como campeones; les señaló, sin ánimo de crearles presión, que si esta semana conseguían revalidar el título empatarían con ellos.
Y el reto fue conseguido; al llegar a la tercera pregunta, les bastaba con dos respuestas para superar a la primera pareja, y llegaron a dar tres, consiguiendo una abultada cantidad de dinero.
En el programa dedicado al infierno (29 de noviembre de 1985) Mayra bromeó con Julio preguntándole si no se había planteado dedicarse profesionalmente a los concursos de televisión.
Antes de llegar a la tercera pregunta ya eran campeones, porque ninguna de las dos parejas había superado la cantidad que ellos habían acumulado desde la segunda pregunta. Pero, como siempre, Julio y Mari Carmen aprovecharon para dar muchas respuestas y acumular mucho más dinero a su ya abultada cuenta.
Los hermanos Achútegui Cerezo empezaban a hacer historia y se estaban haciendo muy populares, no sólo en España, sino también en Marruecos, donde habían nacido. Aunque hacía dos semanas Mayra les había anunciado que estaban a punto de empatar con los hermanos Pando Caracena, en realidad se había equivocado, ya que era en el programa dedicado a la radio (6 de diciembre de 1985) cuando empataron con nueve semanas como campeones.
Y llegada a la tercera pregunta no les resultó difícil revalidar el título de campeones, ya que ninguno de sus rivales había superado la cantidad que ellos habían obtenido en la segunda tanda, por lo que al regresar en el siguiente programa superaban el record de los hermanos Pando Caracena.
El programa dedicado a la clínica (13 de diciembre de 1985) fue el décimo para los campeonísimos Julio y Mari Carmen.
Sin embargo, la alegría de haber batido el record pronto se convirtió en tristeza porque resultaron vencidos en las preguntas y tuvieron que enfrentarse en la eliminatoria, resultando también ganados por la pareja contrincante. Y para colmo de mala suerte, tampoco en el juego de “El país del Antichollo” consiguieron llevarse nada.
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