La figura de los sufridores en casa fue creada en la quinta etapa de «Un, dos, tres...» (1985-1986). Para participar como tal, el espectador debía enviar una carta al programa, con la prueba de compra del patrocinador de turno (normalmente, los batidos OKEY) y un número en un círculo; en la quinta etapa se podía elegir un número del uno al ocho; y en la sexta, al reducirse la duración del espacio y el número de premios que se ofertaban en la subasta, los números a elegir oscilaban entre el uno y el siete.
Al final de la subasta, una de las azafatas acercaba a la mesa de Mayra Gómez Kemp la carta seleccionada, y la presentadora procedía a llamar a la afortunada a través de un teléfono verde manos libres. Le indicaba cuál era el número que el sufridor o la sufridora en casa había elegido, y si ya había aparecido el premio en la subasta, le comunicaba cuál era el que le había correspondido.
En la octava etapa (1992-1993) se recuperó la figura del sufridor en casa, pero de forma distinta a las etapas quinta y sexta. En esta temporada, el concursante cuya carta resultaba seleccionada podía ganar uno, dos o tres millones de pesetas según el número que apareciera en un sobre que abría Mayte Navarrete después de presentar a los sufridores en plató.
Haciendo clic en los siguientes iconos podrás descubrir cuál fue el premio que obtuvieron los sufridores en casa en cada uno de los programas:
