“Chicho sabe más que yo y conoce mejor las reacciones de la gente. El programa que yo hacía en Perú era un poco diferente al «Un, dos, tres...» en el sentido de que Chicho lo ha adornado más con todo lo que hemos visto; el programa que yo hacía era más fuerte en premios, pero eran más rápidos.

Ahora que se acaba puedo decir que extrañaré toda la vida el «Un, dos, tres... responda otra vez», puesto que ha sido el que me ha hecho ocupar el lugar que tengo hoy en España”.

           Kiko Ledgard, 1978

“El «Un, dos, tres...» es una de las cosas más importantes que he hecho a lo largo de toda mi carrera; y no tanto por la popularidad que me ha acarreado a nivel de calle, sino porque he conseguido que me conozca toda la profesión.

Profesionalmente me gustaron más mis intervenciones en los primeros programas de esta etapa, porque cada semana debía representar un papel diferente; además, era más divertida. Pero el personaje de “don Menudillo”, además de que económicamente era más interesante, me ha dado más popularidad”.

           Luis Lorenzo (“don Menudillo”), 1978

“Me da mucha pena que termine el «Un, dos, tres...» y tener que dejar de representar mi personaje de “don Justo Rajatabla” después de estos ocho meses, que han sido muy importantes para mí, porque a pesar de que yo había participado en otros programas de televisión y ya era popular, «Un, dos, tres... responda otra vez» me ha dado una popularidad distinta, continuada”.

           Blaki (“don Justo Rajatabla”), 1978

“Gracias a «Un, dos, tres...» he aprendido a hablar español, así que no me importaría quedarme aquí y hacer programas con niños, algo parecido al circo. Y también me gustaría trabajar en el cine o en el teatro, aunque soy consciente de mis limitaciones con el idioma.

Me he divertido mucho estos meses haciendo el «Un, dos, tres...»; yo creo que viéndolo por dentro, siempre que la grabación vaya fluida, es incluso más divertido que visto desde casa en televisión”.

           Kristina Brodin, 1978

“Mis semanas no han tenido domingos ni fiestas  de guardar en todo este tiempo, y a mi hija la he visto crecer por teléfono; yo creo que ni me conoce, porque cuando yo podía verla, ya estaba dormida.

Pero estoy muy contento por el resultado. Es cierto que he acabado con el programa antes de lo que tenía previsto TVE porque yo también estaba cansado; de cualquier forma, estoy satisfecho con los resultados y pienso que el espacio termina en el momento preciso”.

           Narciso Ibáñez Serrador, 1978

ESPECIAL 40 ANIVERSARIO DE «UN, DOS, TRES...»

Con motivo del 40 aniversario de «Un, dos, tres...», el periódico ABC reunió a varios protagonistas del programa a lo largo de toda su historia, y cada uno de ellos recordó su paso por el concurso, y glosó la figura de su director, Narciso Ibáñez Serrador.

Resumimos las declaraciones más interesantes del reportaje, que fue publicado el pasado domingo 22 de abril.

Marta del Pino (azafata de la segunda etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez»)

“Lo primero que me dijo Chicho al llegar al plató fue: ‘Te voy a poner con una que va a ser actriz’. No se equivocó el maestro; era Victoria Abril”.

Luisa Martín (actriz de la novena etapa)

“Cuando conocí a Ibáñez Serrador me sentí ante la persona más importante de la televisión. Para mí, el «Un, dos, tres...» fue como estar en la universidad con una beca. Y encima me pagaban bien”.

María Abradelo (azafata de las etapas séptima y octava)

“En todos sitios me dicen lo mismo: ‘Como se nota que vienes de la escuela de Chicho’. Con él aprendías a cantar, a bailar, a interpretar...”.

Luis Larrodera (presentador de «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!»)

“Podría pensarse que Chicho en 2004 se había vuelto más paternal, pero aún era duro. Él era como el gran patriarca, todos los que trabajábamos con él formábamos una gran familia, incluido el equipo técnico”.

Laura de la Calle (azafata de «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!»)

“De pequeña jugaba con mis primas a ser azafata”.

Manolo Royo (humorista de las etapas sexta y séptima)

“Con Chicho lo aprendí todo, aunque también hubo días horrorosos. Me obligaba a llevarlo todo escrito, hasta el saludo de buenas noches; era muy estricto y no creía en la improvisación”.

Miriam Díaz-Aroca (co-presentadora de las etapas séptima y octava)

“Trabajar en «Un, dos, tres...» fue un sueño hecho realidad. En mi época universitaria envié cartas y más cartas para participar como concursante. Luego fui a un casting y me sentí invisible. Y cuando trabajaba en «Cajón desastre» me llamó Chicho. Lo recuerdo con cariño y respeto, pero era muy bravo; y en mí se encontró con una guerrera.

Desde hace años le vengo pidiendo los derechos para hacer una versión infantil del concurso; confío en que ceda alguna vez”.

Fedra Lorente (“la Bombi”)

“Recuerdo la bronca que le echó una vez a una azafata francesa: ‘Parece que estamos pagando con tu cara la Guerra de la Independencia’. Era capaz de decir grandes barbaridades, pero pedía perdón casi al instante.

Tenía una varita mágica en la mano, aunque alguna vez me reconoció que él también se equivocaba”.

Isabel Serrano (azafata de la sexta etapa de «Un, dos, tres...»)

“Fui un día a cotillear al casting y me encontré con una fila de modelos tremenda; en cambio, me eligió a mí. Fue una etapa muy dura para una chica como yo, de tan sólo 19 años, pero también muy enriquecedora”.