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Por la boca muere el pez

 

 

 

En esta sección queremos recoger una selección de declaraciones que sobre «Un, dos, tres...» han realizado sus presentadores, azafatas, cómicos, director, etc.

 

Algunas de estas declaraciones fueron hechas cuando aún formaban parte del equipo del programa, y otras años después.

 

Fueren cuando fueren, os invitamos a que las leáis con atención porque algunas son realmente sorprendentes.

 

 

 

 

                

Estoy satisfecho de mi labor en «Un, dos, tres...». Estoy metido en una historia compleja que pienso que me ofrece grandes posibilidades como presentador de televisión, pero va a ser difícil de superar profesionalmente mi actual ocupación. Estoy encantado, además, porque es un programa que huye del chiste fácil y que se rige por el buen gusto”.

  

           Jordi Estadella, 1991

  

Jordi Estadella - «Un, dos, tres...» (1991)

 

  

 

                

Me da mucha tristeza acabar. Después de tantas horas de convivencia, somos ya como una gran familia y una vez concluyamos será difícil volver a reunir, uno por uno, a todos los componentes del equipo.

 

En todo momento me he sentido identificada con todos los equipos con los que he trabajado. No se puede decir que haya habido uno mejor que otro”.

  

           Mayra Gómez Kemp, 1988

 

«Un, dos, tres...» - 1987

 

  

 

            

Sé que si estoy en el «Un, dos, tres...» gracias al señor Bachs, al que me une una profunda amistad”.

  

           Lázaro Escarceller, 1994

 

«Un, dos, tres...» - 1993

 

  

 

            

¡Es algo terrible! Procuro pasar inadvertido. Llevo estas gafas de concha, me las pongo. Es inútil, sin barbas, ni perilla, es lo mismo. Me reconocen enseguida. Y claro, me piden, como es natural, autógrafos. Y yo les escribo detenidamente una dedicatoria y firmo con ʻTornosʼ, aunque ahora tengo que añadir ʻdon Cicutaʼ para que los fans se vayan contentos”.

  

           Valentín Tornos, 1972

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1972

  

  

 

        

“Mi colaboración con «Un, dos, tres...» está motivada por diversas razones. Por un lado, porque, además de que mi trabajo en la actualidad es el humor, Chicho y yo nos conocemos desde hace ya muchos años. Y, por otro, porque estuve propuesto para presentar el programa hasta que se decidió que fuera Mayra, por las razones que todos sabemos”.

  

           Raúl Sénder, 1982

 

Raúl Sénder - «Un, dos, tres...» (1982)

 

  

 

        

“Hay dos novedades tras las vacaciones de verano: “el juego de la Pera” y “don Menudillo”. Yo, al juego, no le tenía mucha fe, pero está resultando más entretenido de lo que pensaba y a la gente le está gustando mucho. Es como “el juego de la Oca”, ¿no? En cuanto a Luis Lorenzo, estoy encantado de que siga trabajando con nosotros y en un puesto de más relevancia”.

  

           Kiko Ledgard, 1977

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1977

 

 

 

        

“No tuvimos ningún problema para adaptarnos a nuestro papel de “Tacañonas”; nos adaptamos desde el primer momento. Cuando un director sabe bien lo que quiere, la adaptación es sólo cuestión de acoplarse en el primer ensayo. Y eso es lo que ha ocurrido entre Chicho y nosotras”.

  

           Las hermanas Hurtado, 1983

 

Las hermanas Hurtado - «Un, dos, tres...» (1982)

  

 

 

        

“Trabajar con Chicho ha sido algo estupendo que esperamos que vuelva a repetirse, porque es un profesional que tiene las ideas muy claras. Eso sin contar su agudo sentido del humor. De hecho, nos gustaría poder hacer una película o un programa especial dentro del campo del humor algún día con él. Creo que nos enrollaríamos muy bien, bueno, nosotros sobretodo”.

  

           “Martes y 13”, 1982

 

«Un, dos, tres...» - 1982

 

 

 

        

“En «Un, dos, tres...» empecé al comenzar el programa en abril. De las seis chicas que lo iniciamos sólo quedamos tres. Cuando me ofrecieron trabajar en el concurso me hizo mucha ilusión porque el realizador era Chicho Ibáñez Serrador y él hace cosas muy buenas. También porque en la idea original cada chica iba a tener una personalidad individual; por ejemplo, yo iba a ser las chica-tropiezos. Luego las cosas no fueron así y todas quedaron unificadas en el grupo. El trabajo en «Un, dos, tres...» es muy divertido; casi tan divertido hacerlo como verlo”.

  

           María Gustafson, 1972

 

Britt - «Un, dos, tres... responda otra vez» (1972)

 

   

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