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“Sandokan”

23 de enero de 2004

 

 

 

 

 

 

La subasta comenzó con la actuación de Antonio Ozores en el papel de don Leandro Martínez de la Morena, un catedrático que trataba de explicar el argumento de la novela.

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2004

  

 

Inmediatamente después de la intervención de Ozores aparecieron por la escalera Nieves y Esther para el juego del disfraz. Los ganadores fueron unos jóvenes disfrazados de barco pirata, pirata y de cocodrilo. Gracias a su originalidad ganaron 600 euros de la tarjeta Banesto 1-2-3.

 

El vídeo del juego del disfraz lo podemos ver en Youtube

 

  

Y el primer regalo para Trini y Desireé en la mesa de la subasta también fue la tarjeta Banesto 1-2-3 que tenía oculta una cantidad de dinero desconocida.

 

La siguiente actuación fue la de Juan Muñoz, de “Cruz y Raya”, en el papel del gitano Juan de Dios, acompañado por “el papa” (Pepe Carabias). El regalo que dejaron en la mesa fue el plano de un barco pirata. Antes de poder leer la tarjetita, apareció por la escalera Roberto Mosca, en el papel de Emilio Salgari, acompañado de varias chicas que lanzaron sobre el público espaguetis.

 

La tarjetita del plano del barco pirata decía lo siguiente:

 

Éste es el barco pirata que nos trajo el corsario Juan. La mayoría de los tesoros que viajaba de Asia a Europa eran interceptados por los piratas. Ahora bien... (hasta aquí puedo leer).

 

 

La siguiente actuación fue la de Teté Delgado en el papel de madre gallega de Sandokan.

  

Teté Delgado - «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» (2004)

  

 

El regalo que dejó en la mesa fue una caja llena de castañas pilongas; sin darle tiempo a Luis a leer la tarjetita aparecieron por la escalera tres piratas borrachos interpretados por Javier Sáenz, Pablo Sánchez y Sacris.

 

Después de esta interrupción, Luis pudo leer la tarjetita del cofre dejado por Teté Delgado, que decía:

 

No sabemos si Sandokan conocía o no las castañas pilongas o si, por lo menos, sabía que eran muy duras, como hechas de hormigón armado.

 

 

El primer regalo que dejaron las concursantes fue el escondido en el plano del barco pirara, cuya tarjetita decía en su integridad:

 

Éste es el barco pirata que nos trajo el corsario Juan. La mayoría de los tesoros que viajaba de Asia a Europa eran interceptados por los piratas. Ahora bien...

 

Recordemos que se trataba de piratas chatarreros, por eso acabáis de perder... ¡todos estos botes de bronceadores vacíos, raspas de pescado, y ropa sucia y vieja... Toda esta basura!

 

 

El primer regalo descartado fue uno de los malos de la noche, así que Trini y Desireé pudieron respirar (momentáneamente) tranquilas para ir a la publicidad, tras la cual, la primera actuación fue la de Rosario Pardo en el papel de la Reina Isabel I de Inglaterra.

  

Rosario Pardo - «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» (2004)

  

El vídeo de esta actuación lo podemos ver en Youtube

 

 

Tras su intervención volvieron a aparecer por la escalera los tres piratas borrachos.

 

El regalo que había dejado en la mesa la Reina Isabel I fue su cetro, cuya tarjetita decía:

 

Este cetro es el símbolo de un reinado o un imperio. Seguro que los marines ingleses defenderían este cetro contra piratas y bucaneros.

 

  

El regalo que descartaron en esta ocasión las concursantes fue la tarjeta Banesto 1-2-3, a pesar de la pista que les había dado Luis diciéndoles que había más de 1 euro y menos de 60.000 euros, y que además en esta ocasión había menos dinero que en el primer programa, pero más que en el segundo. La cantidad de dinero que había esta noche en la tarjeta era 50.000 euros. 

  

Tras perder esta cantidad, Luis Roderas propuso ganar al público 600 euros con una lluvia de globos, en el interior de uno de los cuales había un vale por esa cantidad.

 

Y de repente... un cañonazo desde el decorado que desencadenó un enfrentamiento entre piratas y marineros y soldados franceses. Y tras ello, nuevamente los tres piratas borrachos rociando champán sobre el público.

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2004

  

 

La siguiente actuación fue la de la “viuda de Paco” (Manolo Sarriá) y “Tati y Quieti”.

 

El vídeo de esta actuación lo podemos ver en Youtube

 

 

El regalo que dejaron en la mesa fue una caja con los dientes de Turpin, cuya tarjetita decía:

 

Con esta dentadura podéis dar un buen bocado a un premio.

 

 

Trini y Desireé se enfrentaban a una nueva decisión, rechazando el cetro de la reina Isabel I de Inglaterra:

 

Este cetro es el símbolo de un reinado o un imperio. Seguro que los marines ingleses defenderían este cetro contra piratas y bucaneros.

 

Si hay alguna reina en este programa ésta no puede ser otra que ¡nuestra querida Ruperta!

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2004

  

   

Pero Ruperta no venía sola. Luis preguntó a las concursantes si continuaba leyendo o no la tarjetita, inclinándose por rechazar definitivamente la Ruperta:

 

Si hay alguna reina en este programa ésta no puede ser otra que ¡nuestra querida Ruperta! Pero hoy Ruperta no venía sola; para que hubierais podido cocinar todas las calabazas y todo lo que hubierais querido también os hubiera correspondido lo que acabáis de perder: ¡todos estos electrodomésticos Bosch valorados en más de 6.000 euros!

 

  

La siguiente actuación fue la del grupo “Mayumaná”, que hicieron percusión con unos cubos de basura. El regalo que la azafata Raquel acercó a la mesa después de esta actuación fue una bolsa con monedas, cuya tarjetita decía:

 

Acabamos de ver la actuación de “Mayumaná” que, sin duda, además de magnífica es ruidosa.

 

 

Una nueva decisión para Trini y Desireé, que se decantaron por rechazar la caja con los dientes, de la cual Luis Roderas les había dado la pista de que contenía “un regalo de narices”; la tarjetita decía en su totalidad:

 

Con esta dentadura podíais haber dado un buen bocado a un premio. Un premio que no es otro que ¡este elefante!

 

 

En este vídeo vemos el impresionante elefante que perdieron Trini y Desireé:

 

 

 

Tiempo para una pausa publicitaria, tras la cual pudimos ver un número musical sobre el “pirata barrigón”.

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2004

  

 

De este número musical no llegó ningún regalo a la mesa, sino que inmediatamente bajó por la escalera Víctor Sandoval en el papel de Víctor Sandokán, el rey de los mares del surf.

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2004

  

El vídeo de esta actuación lo podemos ver en Youtube

 

  

El regalo que dejó en la mesa fue su tabla de surf; antes de que Luis Roderas pudiera leer la tarjetita aparecieron por última vez los tres piratas borrachos.

  

El vídeo de esta última intervención de los piatas borrachos podemos verlo en Youtube

 

  

Tras desaparecer, Luis pudo leer la tarjetita que tenía pendiente:

 

Una tabla de surf puede servir para muchas cosas... (hasta aquí puedo leer).

 

 

Trini y Desireé se enfrentaban a los tres últimos regalos de la noche. Y dado que el texto de la tarjetita de la tabla de surf había sido muy escueto, la quisieron rechazar enseguida, pero Luis les dio la pista de que estaba relacionada con el premio, así que recapacitaron y dejaron la bolsa con las monedas, cuya tarjetita decía en su totalidad:

 

Acabamos de ver la actuación de “Mayumaná” que, sin duda, además de magnífica es ruidosa.

 

Por si vosotras estáis interesadas en escapar del ruido lo mismo que de las bajas temperaturas, acabáis de perder un maravilloso apartamento en Marina Dor, Oropesa del Mar (Castellón), ciudad de vacaciones.

 

Y para que hubierais podido llegar cómodamente también os hubiera correspondido ¡este coche!

 

 

Por si Trini y Desireé querían recuperar la posibilidad de ganar el coche, Luis Roderas les ofreció la posibilidad de elegir tres llaves entre veinte; de ellas, una arrancaba el coche; si lo conseguían, se llevaban el coche, si no, se iban a casa sin nada.

 

Antes de decidirse por el juego del coche o no, dejaron la caja con las castañas pilongas, cuya tarjetita terminó de leer Luis en su totalidad:

 

No sabemos si Sandokan conocía o no las castañas pilongas o si, por lo menos, sabía que eran muy duras, como hechas de hormigón armado.

 

Hablando de hormigón y de cosas duras, acabáis de perder ¡esta hormigonera!

 

 

Y llegados al final, había que decidir entre el juego de las llaves o la tabla. ¿Con qué se quedaron?

 

En este vídeo vemos el regalo que se llevaron Trini y Desireé:

 

 

 

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