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“Las mil y una noches” 20 de agosto de 1982 |
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| “El programa en manos de mujeres” |
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El 20 de agosto de 1982, «Un, dos, tres...» comenzaba una nueva etapa; concretamente, la tercera. Las dos primeras se habían emitido en los años setenta; la primera entre 1972 y 1973, y la segunda entre 1976 y 1978; en ambas, el presentador había sido Kiko Ledgard. Ahora en 1982 el programa venía con una serie de cambios que marcarían la historia del concurso para siempre.
La emisión comenzó con unas palabras que Narciso Ibáñez Serrador quiso dirigir a los espectadores, acompañado por su hija Pepa.
En estas palabras iniciales, Chicho explicó cuál había sido la evolución que había tenido el programa y cuál era la pretensión que tenía con esta nueva etapa, aunque advertía que el espectador no tuviera altas expectativas, “porque lo que se recuerda con cariño se hace más grande”. Además, anunció algunos de los cambios que el concurso iría experimentando con los meses, entre ellos, el cambio de presentador, justificando por qué había elegido a Mayra Gómez Kemp como presentadora.
Tras la cabecera en la que volvimos a ver a la entrañable calabaza Ruperta cantando y bailando, Mayra Gómez Kemp apareció en pantalla y bajó la escalera saludando a ambos lados. Al pie de la escalera se dirigió a los espectadores mostrando su alegría por volver al programa donde se dio a conocer como actriz de la subasta.
A continuación presentó a la que fue la parte positiva del programa: June English, María Gustaffson, María Durán, María Casal, Ágata Lys y Beatriz Escudero.
Ellas fueron las que dieron la alternativa a las nuevas azafatas. María Gustaffson le entregó las gafas a Kim Marias; June English se las dio Françoise Lacroix; María Durán fue quien dio el testigo a Irene Foster; María Casal se las dio a Rosalía Tornero.
Beatriz Escudero le entregó sus gafas a Alejandra Grepi; y, finalmente, Ágata Lys le dio las suyas a Patricia Solís, y le dio dos consejos: que cada vez se subiera un poco más la falda en el camerino, y que masticara un poco de chicle cada vez que hablara.
Una vez presentada la parte positiva, Mayra dio a conocer a la parte negativa, pero se encontró el set vacío, por lo que tuvo que intervenir Chicho desde el control para conectar con Tacañón del Todo. Desde allí, una señora (Millán Salcedo) anunció quiénes serían los nuevos representantes, tras la votación que se había realizado.
Tras esta conexión, aparecieron las hermanas Hurtado por las escaleras en el papel de “Tacañonas” y se presentaron ante Mayra y los espectadores, explicando cuál sería el papel de cada una en el programa.
Tras el diálogo con las “Tacañonas”, Mayra dio paso a las azafatas para que nos presentaran a las parejas de concursantes, todas ellas elegidas por sorteo entre participantes de la etapa anterior. La primera pareja estaba compuesta por Amparo Marzal Martínez y Antonio Puig Renau, matrimonio y residentes e Cartagena; la segunda pareja estaba compuesta por Lucía Madrigal Sardor y Pedro Gomariz Granja, cuñados y residentes en Madrid; y la tercera pareja estaba formada por Inmaculada González Iznaola y Jesús Ignacio Jiménez Cubells, amigos y residentes en Madrid.
La primera pregunta para Amparo y Antonio decía:
Las representantes de Tacañón tienen aspecto de comerse a los niños crudos, pero yo creo que en el fondo son buenas personas. Pero ya que hablamos de comerse cosas crudas, dígannos, por 25 pesetas, alimentos de origen vegetal o animal que se coman crudos en el mundo occidental. Por ejemplo, la leche. Un, dos, tres... responda otra vez.
Las respuestas fueron realmente numerosas; en total, veintiuna, que multiplicadas por las 25 pesetas iniciales, daba una cantidad de 525 pesetas.
La primera pregunta para Lucía y Pedro fue la siguiente:
En las anteriores etapas de nuestro programa hubo espectadores muy amables que aseguraban que este concurso tenía mucho salero. Y a propósito de salero, por 25 pesetas, deben decirnos condimentos y especias. Por ejemplo, la sal. Un, dos, tres... responda otra vez.
Las respuestas fueron menos numerosas que las de la pareja número uno; en total, siete, que multiplicadas por las 25 pesetas iniciales, daba una cantidad de 175 pesetas.
La primera pregunta para Inmaculada y Jesús fue ésta:
En nuestro programa pueden participar concursantes de toda España. Pero en esta pregunta nos veremos obligados a dejar aparte algunas de nuestras provincias ya que, por 25 pesetas, deben decirnos provincias españolas que no terminen con la letra A. Por ejemplo, Lugo. Un, dos, tres... responda otra vez.
La pregunta cometió un grave error al contestar Asturias en segundo lugar, por lo que sólo consiguieron responder una correcta, lo que les mantenía con las 25 pesetas iniciales.
La segunda pregunta para la primera pareja fue la siguiente:
Es muy posible que la agresividad del siniestro terceto que está a la derecha de ustedes les provoque ganas de mandarlas a paseo o a bañarse. Si es así, háganlo, que yo me uniré a la propuesta. Pero en caso de que se decidan por el baño y no por el paseo, les recomiendo que sugieran un baño de mar, especificando en qué parte de nuestra costa deben dárselo, ya que, por 525 pesetas, deben decirnos provincias españolas con litoral marítimo. Por ejemplo, Málaga. Un, dos, tres... responda otra vez.
La primera pareja volvió a dar una estupenda respuesta, aunque Amparo contestó dos veces seguidas sin dejar responder a Antonio, y sonó la sirena. Pero hasta entonces, habían dado once respuestas, lo que les situaba con 5.775 pesetas.
La segunda pregunta para la segunda pareja fue la siguiente:
Don Juan Tenorio decía de Nápoles que era un bello vergel de amores. Pero nmo vamos a hablar del famoso personaje de Zorrilla ni de Cupido, sino de Nápoles, ya que, por 175 pesetas, deben decirnos nombres de ciudades de Italia. Por ejemplo, Nápoles. Un, dos, tres... responda otra vez.
Hasta Corinto, que pertenece a Grecia, la pareja había dado cinco respuestas acertadas; lo que les situaba con 875 pesetas.
La segunda pregunta para la tercera pareja fue la siguiente:
El éxito de «Un, dos, tres...» ha hecho que nuestro concurso figure en la programación de canales de televisión de varios países. En abril de este año ha cumplido en Inglaterra cinco años consecutivos, lo que nos llena de orgullo y satisfacción. Los concursantes de esos «Un, dos, tres...» extranjeros no ganan pesetas, claro, sino unidades monetarias de aquellos países en los que se realiza el programa. Les contamos esto ya que, por 25 pesetas, deben decirnos unidades monetarias de curso actual de cualquier país. Por ejemplo, la peseta. Un, dos, tres... responda otra vez.
En esta ocasión, Patricia pudo anunciar que la pareja había dado más de una respuesta correcta; en concreto, dieciséis, que multiplicadas por 25 pesetas, daban un total de 400.
La tercera pregunta para la Antonio y Amparo fue ésta:
En este momento ustedes seguramente se sentirán aislados. Hablemos entonces de islas, y dígannos, por 5.775 pesetas, nombres de islas que pertenecen geográficamente a los continentes de América y África. Por ejemplo, Trinidad. Un, dos, tres... responda otra vez.
El número de respuestas acertadas fue de seis, lo que les situaba con la cantidad final de 34.650 pesetas.
La tercera pregunta para Pedro y Lucía decía así:
Dicen que hablando se entiende la gente; nosotros, de momento, hablamos y nos entendemos gracias al idioma español. Y ya que se trata de hablar, dígannos, por 875 pesetas, idiomas y dialectos de raíz latina. Por ejemplo, el castellano. Un, dos, tres... responda otra vez.
La concursante falló al decir el griego, por lo que se quedaron en tres, y un total de 2.625 pesetas.
La tercera pregunta para Inmaculada y Jesús fue ésta:
Todos nosotros somos rendidos admiradores de doña Carmen Sevilla, que, como ella misma se ha encargado de proclamar, es la “Carmen de España, y no la de Merimé”. Hoy no traemos a colación a la popular actriz, sino a esa otra Carmen hispanofrancesa, ya que, por 400 pesetas, deben decirnos títulos de óperas. Por ejemplo, “Carmen”. Un, dos, tres... responda otra vez.
Aunque el número de respuestas no estuvo mal, no fue suficiente para superar la enorme cantidad de dinero acumulada por la pareja; en total, cinco respuestas acertadas y 2.000 pesetas.
Con este resultado, Kim y Françoise le entregaron a Antonio y a Amparo la banda de campeones, y Mayra anunció que después de la publicidad se enfrentarían en la eliminatoria las parejas número dos y tres.
Tras la pausa publicitaria, Mayra Gómez Kemp explicó a las parejas de concursantes la mecánica de la eliminatoria, consistente en imitar la danza del vientre que ejecutaron tres baiarinas procedentes de Marruecos, y mantener el equilibrio con una bandeja en la cabeza.
La primera prueba, consistente en girar con la bandeja en la cabeza sin que se caiga, la tuvieron que ejecutar las chicas de cada pareja. A la concursante de la pareja número dos se le cayó la bandeja en el último momento.
La segunda prueba la realizaron los chicos, y consistía en imitar a las bailarinas ejecutando una danza de los siete velos de la forma más sensual e insinuante posible. Jane, una de las bailarinas, decidió que quien mejor la había ejecutado fue Jesús, por lo que la pareja que consiguió pasar a la subasta fue la tercera, compuesta por Inmaculada y Jesús. |
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