La subasta comenzó con la descripción que Mayra hizo del decorado, que
representaba una gran falla, con elementos propios del «Un, dos,
tres...» y de Valencia.
Mayra hizo traer a la mesa el ninot de las
azafatas.
La primera actuación fue la de Bigote Arrocet en el
papel de bandolero (“atracador”), que hizo su aparición por la escalera
precedido de un buen número de tracas, que asustaron bastante a Mayra.
En la mesa dejó como regalo un petardo enorme.
Para tener un tercer regalo sobre la mesa, aparecieron
unas chicas valencianas, pero de la Valencia de Venezuela, y dejaron
para los concursantes una caja típica venezolana.
Los concursantes dejaron en primer lugar el ninot
de las azafatas, así que Mayra leyó la tarjetita:
Ninot en valenciano quiere decir muñeco, pero esto no es un
muñeco sino una muñeca... Y para las muñecas de ustedes dos... por
favor, abran, chicas, ¡nada mejor que estos relojes!
La siguiente actuación fue la de Raúl Sénder en el papel
de atleta portando la antorcha olímpica, que fue la que dejó como regalo
en la mesa de la subasta.
En este vídeo vemos la actuación de Raúl Sénder.
Los concursantes dejaron en esta ocasión el petardo,
cuya tarjetita decía:
Muchas veces las tracas suenan de tal forma que parece que nos
reventasen los oídos, como hace un ratito... Hablando de tracas y
atracadores, les hubiera correspondido ¡este fueraborda! Fueraborda que
hubieran podido atracar en una amarra sin costo alguno durante tres
años. Y para que entre viaje y viaje marítimo hubieran podido descansar,
también les hubiera correspondido ¡un apartamento en Isla Cristina
(Huelva)!
En este momento Mayra pidió a un señor del público con mechero que
encendiera una mecha que Patricia había colocado en la escalera. Al
explotar, salieron unas bolas; la chica del público que
encontró la naranja se acercó a la mesa y Mayra le ofreció 2.000
pesetas, pero le permitió cambiarlas por jugar a adivinar el
número de gajos que tenía una naranja; si lo acertaba, ganaba
15.000 pesetas. La chica accedió a jugar, pero se equivocó en un gajo.
La siguiente actuación fue la de Alejandro Milán,
vestido de sepia. Dejó como regalo un tintero enorme lleno de tinta.
Los concursantes dejaron la antorcha, cuya tarjetita
decía:
En el extremo sur de Sudamérica se encuentra un territorio llamado
“Tierra del fuego”... Pero como el programa trata de Fallas, sólo
hablaremos del fuego que las hace arder. Y con ese fuego, señores, no se
puede jugar, porque corren el riesgo de quemarse. Cosa que les hubiera
ocurrido... ya que les hubiera correspondido ¡esta calabaza!
Pero la Ruperta, que apareció preciosa vestida de
fallera, tenía una nueva tarjetita. Los concursantes decidieron que
Mayra siguiera leyendo para dejarlo definitivamente:
Hay cosas color rojo fuego que valen mucho, pero que mucho dinero. Por
ejemplo, unos rubíes... pero como el programa trata de las Fallas, aquí,
señores, no hay más fuego que el que arde y para apagarlo, les hubiera
correspondido ¡este sifón!
En este momento, Mayra aprovechó para hacer una pausa
publicitaria. A la vuelta, dio la bienvenida a Begoña de la Concepción,
Fallera Mayor de Valencia, que recordó que ya había estado en el
programa en la segunda emisión, en el que manifestó que su sueño sería
ser Fallera Mayor.
En Youtube podemos ver la intervención de Begoña
en el programa
La siguiente actuación fue la de “la Loli” (Beatriz
Carvajal), que apareció vestida de vendedora de horchata, que dejó como
regalo su carrito.
Los concursantes, en esta ocasión, dejaron el tintero,
cuya tarjetita decía:
En Valencia es una delicia probar la sepia y el sepionet a la
plancha, que son una especie de calamares... La sepia y el sepionet
suelen teñir con su tinta las profundidades del mar valenciano. Pero
quien mejor ha pintado el Mare Nostrum ha sido, sin duda
alguna... ¡abran, chicas! Joaquín Sorolla. Y este cuadro está catalogado
con el número 886 por Bernardino de Pantorba y su valor es de millón y
medio de pesetas.
Para buscar un tercer regalo de nuevo, Mayra hizo que del decorado
trajeran una naranja.
Los hermanos de Sevilla dejaron en esta ocasión la caja
de Venezuela, cuya tarjetita decía:
Efectivamente, en Venezuela existe una ciudad muy importante que también
se llama Valencia. La Valencia venezolana es capital del estado de
Carabobo...
Los concursantes dudaron y decidieron dejar el carrito
de horchata, cuya tarjetita decía:
No hay bebida más deliciosa y refrescante que la horchata de chufas,
pero aquél que abuse de ella tal vez termine enchufado... Hablando de
enchufar, acaban de perder ¡todos estos enchufes! Pero... hay una
tarjetita... tener tantos enchufes es importante, ya que por ser unos
enchufados tendrían derecho a volver a concursar en el próximo programa
y, por supuesto, a llevarse a su casa todos estos enchufes.
Como era tradicional en los programas dedicados a Valencia y las Fallas,
la Falla de la Plaza Lope de Vega hizo su aparición en el plató.
Dejaron como regalo el estandarte de su falla.
Mayra hizo que cayeran todas las naranjas del decorado
para explicar un juego a los concursantes.
Y dadas las explicaciones,
Mayra les avisó que debían dejar dos regalos y quedarse con uno. Los
concursantes decidieron dejar el juego y la caja de la Valencia
venezolana, cuya tarjetita decía lo siguiente:
Efectivamente, en Venezuela existe una ciudad muy importante que también
se llama Valencia. La Valencia venezolana es capital del estado de
Carabobo... Y tanto a ustedes como a mí puede que se nos ponga cara de
bobos al ver esta ostra que contiene una perla negra aún adherida a
ella.
Mayra leyó, por fin, la tarjetita del estandarte la Falla Lope de Vega,
que fue el regalo elegido por Blanca y Carlos:
Estandarte en castellano significa insignia o bandera... Y en «Un, dos,
tres...», el regalo clásico, el regalo bandera siempre es ¡un coche!
Pero el de hoy es mucho más importante aún, ya que se trata del coche
cinco millones producido por la SEAT.
El coche, un SEAT Ronda, se acercó a la zona de las
gradas y Mayra abrió una botella de cava para brindar por el premio con
los concursantes.
En este vídeo vemos el premio que se llevaron los
concursantes.
Después del brindis y del bautizo del coche cinco
millones de la SEAT, Mayra hizo que la fallera mayor y la fallera mayor
infantil de la Falla Lope de Vega encendieran la mecha de la falla del
«Un, dos, tres...», que ardió a los ojos de los espectadores.
En este vídeo vemos la cremá de la falla del
«Un, dos, tres...».
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programa completo
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