Los exámenes de septiembre

7 de septiembre de 1987

El 7 de septiembre de 1987 «Un, dos, tres...» volvía a la noche de los lunes después del descanso veraniego, y lo hacía con un tema muy apropiado para las fechas: los exámenes de septiembre.

El programa comenzaba, como siempre, con Mayra Gómez Kemp bajando las escaleras y siendo recibida por Kim Manning y Silvia Marsó, quienes le anunciaron el tema al que estaba dedicado el programa esa noche. A continuación se entabló el diálogo con “las Tacañonas” (las hermanas Hurtado).

Finalizado el mismo, y antes de dar paso a la presentación de los concursantes, Mayra quiso darle la bienvenida a Nina, que se incorporaba al «Un, dos, tres...» como azafata, después de que Xavier Cugat la presentara en el programa dedicado a la astronomía (22 de junio de 1987).

Jenny Hill y Beverly Rolls habían causado baja como azafatas y Chicho consideró que una buena sustituta podía ser Nina, de quien siempre confió que más tarde o más temprano triunfaría en el “showbussiness”.

Tras el aplauso a Nina de todo el público y del equipo, Victoria Vivas, la propia Nina e Isabel Serrano nos presentaron a las tres parejas de concursantes.

Esa noche se estrenaba Nina como azafata y también como encargada de la máquina de los cilindros, y con muy buena mano, ya que consiguió una de las cifras más altas que podía dar la máquina: 138 pesetas.

La tanda de preguntas se desarrolló con normalidad, consiguiendo la pareja de campeones revalidar su título al ser la que mayor cantidad de dinero consiguió.

En la segunda pregunta a la pareja de campeones ocurrió una cosa simpática. Pedro, el varón de la pareja, pensó que su compañera Ángeles había repetido una respuesta y puso mala cara, y hasta la propia Mayra consideró que la chica había incurrido en repetición, pero no había sido así.

Tras la pausa publicitaria, Mayra Gómez Kemp dio paso a Kim para que nos presentara a la pareja de sufridores que a partir de entonces verían el desarrollo del programa encerrados en su celda a través de un monitor; las azafatas les irían informando de los regalos que se escondían en cada objeto de la subasta y ellos sufrirían por no poder advertir a los concursantes de la subasta de donde estaban los mejores regalos.

Pero para saber qué pareja de concursantes iba a pasar a la subasta era necesario previamente superar la eliminatoria, que aquella noche consistía en ir sentado en una sillas con los ojos tapados e ir trasladando carpetas de una estantería situada a un lado del plató a otra situada en el extremo opuesto. Entre medias, unas calabazas colgando del techo obstaculizando el camino.

La eliminatoria recordaba, en gran medida, en su mecánica a la del programa dedicado a la burocracia, emitido el 10 de enero de 1986.

Mayra Gómez Kemp nos explica en este vídeo la mecánica de la eliminatoria.

La pareja que no había conseguido superar la eliminatoria podía jugar al juego de consolación de “Galerías Preciados”, con el que se podía ganar  hasta diez millones de pesetas combinando adecuadamente las letras de “Galerías”.

En este vídeo vemos la cantidad que consiguieron ganar Isidro y Reme.

Normalmente, era más atractivo llegar a la subasta y optar a todos los premios que allí se ofrecían que participar en el juego de consolación, pero a veces podía ser más ventajoso llevarse una buena cantidad de dinero en el juego de “Galerías”, sobretodo si el premio final de la subasta no era tan bueno como los concursantes desearían... Ya veremos lo que pasó al final con Juan Carlos y Diana, los concursantes que participaron en la subasta, aunque superar la cantidad de 1.000 pesetas no parece que fuera muy complicado por muy malo que fuera el premio que finalmente ganaran.

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