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El erotismo
en el «Un, dos, tres...»

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Aunque el «Un, dos, tres...» era un programa familiar que congregaba a un buen número de niños, no estuvo exento de cierto barniz erótico y sensual.

 

En sus comienzos en 1972, la censura obligaba a hacerlo todo muy sutilmente. En aquella época, fue todo un acontecimiento ver al presentador de un concurso rodeado de guapas azafatas con cortas minifaldas, que eran milimétricamente medidas por los censores. Los críticos llegaron a decir de las secretarias que eran “descarados muslos parlantes”...

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1972

El vestuario de las azafatas de la primera etapa fue todo un escándalo en la época.
Actualmente sería considerado hasta recatado

 

 

Aquellas guapísimas azafatas con aquellos trajes tan cortos dieron auténticos quebraderos de cabeza a Narciso Ibáñez Serrador, quien mantenía acaloradas discusiones con los censores sobre la conveniencia de que en aparecieran en pantalla ese despliegue de belleza femenina. La primera víctima fue Ágata Lys, a quien TVE prohibió que siguiera apareciendo en «Un, dos, tres... responda otra vez» porque, al parecer, no le gustaba a la esposa de un ministro.

 

Ágata Lys - «Un, dos, tres... responda otra vez» (1972)

  

 

Ya en plena democracia, Ágata pudo volver al programa a darle la alternativa a las azafatas de la tercera etapa; estuvo invitada para entregarle el testigo a las chicas de la segunda etapa, pero en aquel entonces se encontraba rodando una película y no pudo asistir a la grabación.

 

«Un, dos, tres...» - 1982

  

 

El personaje de “don Cicuta”, auténtica caricatura del régimen franquista, era muy crítico con el vestuario de las secretarias, por considerarlo algo inmoral e impropio.

 

Como anécdota relacionada con el vestuario de las azafatas de la primera etapa podemos contar que en el programa dedicado al fútbol (23 de octubre de 1972) las chicas iban a salir vestidas con la equipación de distintos equipos, pero el censor de TVE, don Francisco Ortiz Muñoz, decidió que aparecieran en pantalla con chándal largo.

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1972           «Un, dos, tres... responda otra vez» - 1972
Así debían haber salido...   ... y así aparecieron en pantalla

 

   

En etapas posteriores del «Un, dos, tres...», ya en un régimen democrático, el vestuario de las chicas se fue recortando sin causar especial conmoción en la opinión pública, aunque los representantes de Tacañón del Todo siguieran poniendo el grito en el cielo por lo recortado de las minifaldas de las azafatas, que dejaban a la vista toda la pierna de las chicas.

 

Si comparáramos el vestuario de las primeras secretarias de 1972 con el utilizado años más tarde, podríamos llegar al convencimiento de que era hasta recatado.

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1972

 

 

Para la segunda etapa Chicho quiso vestir a las azafatas con pantalón largo, a pesar de que tras la muerte de Franco había desaparecido la figura del censor de televisión.

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1976
En las promociones anunciando la vuelta de «Un, dos, tres...»
las chicas aparecieron con traje y pantalón largo

 

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1976

Fueron las propias chicas las que solicitaron que sus uniformes consistieran en unos mini-shorts que estaban de moda en la época, con los que podían lucir mucho más sexys en pantalla.

 

Con el pasar de los años el vestuario de las azafatas fue recortándose más aún llegando a aparecer en pantalla con maillots deportivos e incluso en bañador.

Los shorts le quedaban realmente ajustados a las azafatas 

 

Los trajes oficiales de las
azafatas de «Un, dos, tres...»

Si quieres recordar la evolución de los uniformes de las azafatas del «Un, dos, tres...»,
no dejes de visitar la sección de esta página web dedicada al vestuario de las secretarias

 

 

 

 

 

El erotismo en «Un, dos, tres...» también se puso de manifiesto a través de la temática del programa.

 

En la sexta etapa del concurso, presentada por Mayra Gómez Kemp, el programa emitido el 27 de abril de 1987 estuvo dedicado al erotismo. Nunca antes en la historia del «Un, dos, tres...», Chicho se había atrevido a dedicar una emisión al erotismo.

 

Las azafatas aparecieron caracterizadas de prostitutas (“obreritas del amor”, como le gustaba decir a Ibáñez Serrador).

 

Silvia Marsó - «Un, dos, tres...» (1987)

 

   

En aquel programa las chicas del ballet “Belle Epoque” hicieron un striptease para todos los espectadores.

 

«Un, dos, tres...» - 1987

 

 

Además, Mayra Gómez Kemp propuso un divertido juego para que la sufridora en casa, doña Carmen, ganara la mayor cantidad de dinero posible.

 

Para ello, Mayra pedía la colaboración del público y de Fernanda y Alejandro, los concursantes en el plató. Por cada sujetador que consiguieran llevar a la mesa, doña Carmen ganaría 50.000 pesetas, pero para ello era necesario que la concursante se quitara el suyo.

 

Comienzan los 45 segundos del tiempo... Fernanda se quita su sujetador, empiezan a caer más de alguna chica atrevida del público... De repente, dos espontáneas se levantan, se quitan sus camisetas, se desabrochan el sujetador y enseñan sus atributos... ¿Espontáneas o infiltradas del programa para animar la prueba? Sólo Chicho lo sabe...

 

Terminado el tiempo, Mayra hace recuento de los sujetadores que Alejandro y Fernanda han conseguido traer a la mesa. En total, ocho, que multiplicado por 50.000 hacen un total de 400.000 pesetas para doña Carmen.

 

 

A falta de un programa dedicado a este tema, en la séptima etapa hubo dos emisiones dedicadas a la sexología (22 y 29 de noviembre de 1991). En ellas, Narciso Ibáñez Serrador aunó tres de sus grandes creaciones televisivas: el «Un, dos, tres...», «Hablemos de sexo» e «Historia de la frivolidad».

 

Para este programa Chicho contó con la colaboración especial de la actriz Irene Gutiérrez Caba, que volvió a meterse en la piel de la presidenta de la Liga Femenina contra la Frivolidad.

 

«Un, dos, tres...» - 1991

 

 

Durante la subasta de estos dos programas, Irene Gutiérrez Caba fue pronunciando una conferencia en la que criticaba la lujuria y el erotismo desenfrenado reinante en la televisión, sobretodo a partir de la emisión del programa de la doctora Ochoa, «Hablemos de sexo». Para ilustrar su conferencia, Irene Gutiérrez Caba iba dando paso a actuaciones de artistas invitados, que resultaron ser todas algo subiditas de tono.

 

Aquí tenemos un ejemplo; las chicas de “Le Milliardaire” hicieron un striptease al son del “Hanky Panky” de Madonna.

 

  

 

El tema del erotismo volvió a repetirse el 6 de noviembre de 1992, ya en la octava etapa, con Miriam Díaz Aroca y Jordi Estadella como presentadores, aunque en aquel programa no se trató exclusivamente el tema del erotismo, sino que a partir de la subasta estuvo dedicado al descubrimiento de América.

 

«Un, dos, tres...» - 1992           Las Hurtado - «Un, dos, tres...» (1992)           Miriam Díaz-Aroca - «Un, dos, tres...» (1992)
El programa comenzó con un desfile en el que
aparecieron diversos personajes eróticos
  Las Hurtado entraron cantando
el “Tariro tariro”
  Miriam Díaz-Aroca nos seduce
con la mirada

 

 

 

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