Uno de los temas que se trató con mayor insistencia en el «Un, dos, tres...» fue el de la fiesta nacional y los toros. No en vano, el primer programa temático estuvo dedicado a esta cuestión. Recordemos que los quince primeros programas de «Un, dos, tres... responda otra vez» no giraron en torno a ningún tema concreto. Fue a partir del decimosexto cuando Narciso Ibáñez Serrador incorporó la novedad de dedicar cada emisión a un tema.
Y así, el 2 de agosto de 1972 el tema del programa fueron los toros, en el que las azafatas aparecieron vestidas de gitanas.
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Pero éste no fue el único programa de esta etapa dedicado a los toros. De hecho, éste ha sido el único tema que se ha repetido en una misma etapa en la historia de «Un, dos, tres...».
El 26 de marzo de 1973 el programa volvió a estar dedicado a los toros, pero de una forma mucho más espectacular que la primera. El plató se convirtió en una auténtica plaza de toros en la que el público estaba dispuesto en los tendidos.
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Las azafatas aparecieron en esta ocasión vestidas con el traje corto y sombrero cordobés, pero no fueron las únicas que tuvieron que caracterizarse, ya que hasta “don Cicuta” y los “Cicutillas”, en la subasta, aparecieron vestidos de torero.
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El bueno y paciente de Valentín Tornos, el actor que daba vida a “don Cicuta” se quejó de tener que vestirse de torero; alegó que normalmente pasaba largas horas en la sala de maquillaje y caracterización hasta que le colocaban la barba de “don Cicuta”; y encima en este programa, tuvo además que vestirse de torero.
Aun así, Valentín disfrutaba participando en el programa porque sabía que a público le divertía enormemente las disputas que mantenía su personaje con Kiko Ledgard. |
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En la subasta las azafatas casi desnudan a |
En la eliminatoria, los concursantes tuvieron que enfrentarse a una vaquilla verdadera previa la demostración que hicieron dos novilleros. Hasta Kiko Ledgard se atrevió a dar algunos capotazos a la vaquilla.
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En la segunda etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez» hubo un programa dedicado a la feria del toro y que fue emitido el 1 de julio de 1977.
El plató volvió a convertirse en una plaza de toros y también en esta ocasión hubo vaquilla, ante la que algunas valientes azafatas se atrevieron a enfrentarse.
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Las azafatas aparecieron caracterizadas de pamplonicas con el pañuelo rojo al cuello, y entre los personajes cómicos de la subasta destacamos la intervención de Bigote Arrocet, que apareció vestido de torero.
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En la tercera etapa no hubo un programa específico dedicado a los toros, aunque en el programa dedicado a las fiestas regionales (10 de diciembre de 1982) se abordó el tema tangencialmente.
En la eliminatoria las concursantes tuvieron que torear un becerra tras las previas instrucciones que le dieron unos toreros acompañados por Máximo Valverde.
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La propia Mayra Gómez Kemp tomó en sus manos un capote.
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