Kiko intentaba tranquilizar a los concursantes

Rara era la pareja que llegaba tranquila a sentarse en el podio de concursantes para someterse a las pregumtas y a los cuarenta y cinco segundos para responder. Por eso Kiko Ledgard los recibía previamente y trataba de tranquilizarlos charlando con ellos y preguntándoles cosas cotidianas para que cogieran confianza y desaparecieran, en la medida de lo posible, los primeros nervios.

Las tres parejas juntas

Fue a partir de la tercera etapa de «Un, dos, tres...» (1982-1984) cuando las tres parejas de concursantes se sentaron juntas en un mismo set para someterse a la vez a las preguntas en la primera parte del programa. En lugar de hacerle seguidas las tres preguntas a la misma pareja, este nuevo sistema posibilitó que pudiera hacerse la primera pregunta a las tres parejas, después la segunda y finalmente la tercera.

Los últimos concursantes de la primera etapa

En la imagen vemos a la pareja de concursantes que consiguió pasar a la subasta en el último programa de la primera parte de «Un, dos, tres... responda otra vez» (30 de abril de 1973). Marisa y Enrique habían participado en el segundo programa de la etapa con la intención de conseguir fondos para el viaje de paso del ecuador de su curso universitario. Al equipo del concurso le pareció simpática esta pareja y acordaron invitarles a participar nuevamente en el último programa con la fortuna de superar a sus rivales en la eliminatoria y conseguir llegar a la subasta.

El nivel cultural de los niños

Los niños que participaban en los programas especiales de «Un, dos, tres...» que solían emitirse en Navidad y verano demostraban tener mejor nivel cultural que los adultos que participaban ordinariamente cada semana. Las preguntas se redactaban para poder ser respondidas con unos conocimientos correspondientes a los últimos cursos de la Enseñanza General Básica, aunque las del tercer grupo a veces eran más complejas.