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Biografía de 2 |
Tras conocer el éxito en el teatro y en la televisión, en 1969 rueda su primera película, «La residencia». En un recóndito lugar de la Provenza francesa una mansión sirve como residencia para señoritas de pasado oscuro o baja condición social. La directora es una rígida institutriz que tiene un hijo al que somete a una estricta tutela. La estricta disciplina raya en el sadismo, situación a la que se unen misteriosas desapariciones de algunas internas. La llegada de una nueva pupila parece acelerar los sucesos. Las alumnas, en un continuo estado de crispación, se desahogan con frecuentes esparcimientos eróticos que suponen un riesgo añadido a su peligrosa reclusión dentro de la residencia.
A pesar de que Narciso Ibáñez Serrador ya había conocido el éxito en muchos de sus trabajos, jamás llegó a pensar que un concurso de televisión podría alcanzar semejantes resultados. Al inicio de 1972, desde TVE le propusieron realizar un concurso; la idea no terminó de gustar a su padre, don Narciso Ibáñez Menta, quien le recomendó que no se dedicara a hacer esa clase de programas y que continuara con formatos de calidad como «Historias para no dormir».
Aunque Chicho sentía verdadera veneración por su padre y solía seguir sus consejos, en esta ocasión no le hizo caso y empezó a diseñar el concurso que le habían encargado. Pensó que sería conveniente aunar en un único producto los tres clases de concursos hasta entonces conocidos: preguntas y respuestas, pruebas físicas y juegos de azar y pruebas psicológicas.
El 24 de abril de 1972 vería la luz el concurso más recordado de la historia de la televisión en España y el programa que más fama ha dado a Narciso Ibáñez Serrador: «Un, dos, tres... responda otra vez».
Por aquello de que su padre no se enterara de que finalmente había aceptado dirigir un concurso, en los primeros programas su nombre no apareció en los rótulos de la cabecera; sin embargo, el éxito fue tan inmediato que el crítico televisivo de ABC, Enrique del Corral, exigió que el verdadero responsable de aquel programa diera la cara. Desde entonces, el nombre de “Narciso Ibáñez Serrador” ha aparecido en grandes letras en la cabecera del concurso a lo largo de toda su historia.
En 1974 fue nombrado Director de Programas de TVE, cuando se anunciaba una apertura del régimen de Franco, pero la supuesta “apertura” no resultó tal y dimitió, pero antes tuvo la enorme satisfacción de poder cesar a su censor, Francisco Ortiz Muñoz.
Una vez liberado del cargo directivo, volvió a dedicarse a la dirección de programas, destacando el rodaje de «El televisor», un capítulo que bien podría haber sido incluido dentro de «Historias para no dormir», pero que no formaba parte de la serie. Este inquietante relato protagonizado por Narciso Ibáñez Menta alertaba del peligro del consumo masivo de televisión.
En 1974 también contrajo matrimonio con su segunda mujer, Diana Nauta, con quien tendría sus dos hijos, Pepa y Alejandro, a quienes adora y de quienes dice que ha sido lo mejor que ha hecho en su vida. A Diana la conoció ya que había trabajado como azafata de «Un, dos, tres...» durante un par de semanas.
En 1976 rodó su segunda película, «¿Quién puede matar a un niño?», basada en la novela “El juego de los niños” de Juan José Plans. Una pareja de turistas extranjeros -ella está embarazada- llega a una pequeña isla española del Mediterráneo. Pronto perciben algo extraño en el lugar: está por completo abandonado; aunque no, no del todo: pronto comienzan a aparecer unos niños con extrañas actitudes.
Tras esta película, Narciso Ibáñez Serrador volvió a TVE en 1976 para hacer la segunda etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez», que volvería a repetir el éxito de la primera.
Tras esta segunda entrega del «Un, dos, tres...», Chicho regresó al teatro donde siguió estrenando numerosas obras escritas por su “alter ego” Luis Peñafiel. |