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Biografía de 3 |
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En 1982 Narciso Ibáñez Serrador vuelve a poner en pantalla sus «Historias para no dormir», aunque esta nueva serie no cuenta con el respaldo esperado y acaba siendo suprimida de la programación. No obstante, gracias a esta nueva etapa de «Historias para no dormir» han llegado a nosotros capítulos en color, ya que todas las anteriores se emitieron en blanco y negro.
En agosto de 1982 vuelve a poner en marcha la maquinaria del «Un, dos, tres...» con una nueva etapa en la que tuvo que hacer grandes cambios; Kiko Ledgard había sufrido un aparatoso accidente y no estaba en condiciones de volverse a poner delante de las cámaras. Como sustituta, Chicho eligió a Mayra Gómez Kemp. Con pequeños descansos entre etapa y etapa, «Un, dos, tres...» se mantuvo en antena hasta enero de 1988.
Después de tantos años dedicado al «Un, dos, tres...», Chicho consideró que era el momento de afrontar nuevos proyectos, y nos invitó a cuidar a los animales a través del divertido programa «Waku waku» (1989-1991), presentado por Consuelo Berlanga. Era un formato sencillo que gozó de la simpatía del público, especialmente de los más pequeños de la casa.
A la vez que «Waku waku», Chicho se atrevió por fin en 1990 a dirigir un programa divulgativo sobre sexualidad y aunque la apuesta era arriesgada, la jugada le salió bastante bien con la doctora Elena Ochoa y «Hablemos de sexo», programa en el que por primera vez se hablaba abiertamente de sexo sin escandalizar a nadie. Por este espacio ganó el Premio Ondas en 1990.
En un momento en el que en la televisión todavía no habían proliferado los programas del corazón, Chicho propuso a TVE un formato titulado «A todo flash» en el que se hablaría de los famosos, pero los directores de televisión le propusieron recuperar una vez más el clásico «Un, dos, tres...», volviendo a las pantallas en 1991 con dos nuevos presentadores, Miriam Díaz-Aroca y Jordi Estadella.
A pesar de contar con veinte años de historia y enfrentarse por primera vez a la competencia de las televisiones privadas, el «Un, dos, tres...» volvió a ser todo un éxito, lo que le permitió emitirse en tres etapas; las dos primeras con Jordi y Miriam, y la tercera con Josep María Bachs.
En 1994, Narciso Ibáñez Serrador despedía el programa “dinamitando” el plató del programa y dando a entender que el concurso nunca más volvería a las pantallas...
En aquel año manda también una carta a los medios de comunicación una carta anunciando que llevaba varios años separado emocionalmente de la madre de sus hijos, aunque acudieran a algunos eventos juntos y mantuvieran cierta vida en común sobretodo por sus hijos.
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