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La eliminatoria

La segunda parte del concurso «Un, dos, tres...» 

 

 

Enciende los altavoces y podrás escuchar la sintonía que se oía mientras los concursantes ejecutaban las pruebas de la eliminatoria

 

 

«Un, dos, tres...» - 1983

 

  

«Un, dos, tres...» - 1983

 

En la eliminatoria participaban las dos parejas que menos dinero habían conseguido en la tanda de preguntas. Ya sabemos que la pareja que más dinero conseguía se ganaba un puesto en la tanda de preguntas del siguiente programa.

 

Esto fue así hasta la novena etapa (1993-1994), en la que la pareja que más dinero conseguía en las preguntas pasaba a la subasta.

 

En la eliminatoria clásica, es decir, aquella en la que participaban las parejas que menos dinero habían conseguido en la tanda de preguntas, se decidía qué pareja se merecía pasar a la subasta. Quien ganara la eliminatoria tendría la oportunidad de concursar en la subasta y optar a los estupendos premios que aparecían en ella.

 

Pero quien perdía en la eliminatoria no se iba a casa con las manos vacías, ya que tenía la oportunidad de participar en los juegos de consolación que el presentador le proponía: el juego de la Pera, la carrera del Chollo, el país del Antichollo, el juego de las latas de Cepsa, Con Ocaso... por si ocaso, etc.

LOS JUEGOS DE
CONSOLACIÓN

 

  

 

 

 

La eliminatoria consistía básicamente en unas pruebas físicas o de habilidades muy divertidas. Una muy clásica fue la de los toboganes, que se utilizó en algunos finales de etapa. Consistía en bajar por un tobogán con una bandeja llena de vasos con líquido, intentando no derramar nada en la bajada. La pareja que conseguía acumular más líquido en sus probetas ganaba la prueba.

 

Las eliminatorias más temidas por los concursantes, pero que los espectadores recibían con mayor agrado desde casa eran las más pringosas, en las que los participantes acababan manchados de harina, huevos, pintura o agua.

 

«Un, dos, tres...» - 1983

          

«Un, dos, tres...» - 1983

 

 

Pero para alegría de los sufridos concursantes, no todas las eliminatorias eran tan sucias. Otras consistían en aguantar el mayor tiempo posible sobre un toro mecánico, en meter el mayor número de personas dentro de un Seat Panda, en carreras de obstáculos, en torear una vaquilla o en interpretar alguna escena disfrazados de época...

 

«Un, dos, tres...» - 1986

         

«Un, dos, tres...» - 1992

 

 

Y como el «Un, dos, tres...» nunca ha estado exento de críticas y polémicas, en 1987 se acusó al programa de que las pruebas eran muy duras y que ponían en serio peligro la integridad física de los concursantes. Como no podía ser de otra forma, las eliminatorias no resultaban peligrosas y habían sido previamente ensayadas por los miembros del equipo para evitar accidentes.

 

«Un, dos, tres...» - 1986

El propio Chicho probaba personalmente las pruebas en algunas ocasiones

 

 

Además, Chicho Ibáñez Serrador, demostrando un excelente sentido del humor y mejor talante, recurrió a un programa japonés, «Endurance», en el que a los concursantes sí se les sometía a verdaderas torturas. Y un vídeo de aquel programa se emitía siempre en el primer bloque de la subasta, para mostrar a los espectadores que las pruebas del «Un, dos, tres...» eran absolutamente livianas.

 

En muy pocas ocasiones hubo que lamentar lesiones en los concursantes por causa de las pruebas de la eliminatoria. Una de ellas fue en el programa dedicado a los piratas (28 de enero de 1983), en el que una de las concursantes se hizo daño en un tobillo al ejecutar la prueba.

 

«Un, dos, tres...» - 1983

 

 

También resultó accidentada la eliminatoria del programa dedicado a Hungría (14 de marzo de 1986). Los dos concursantes estaban totalmente motivados durante la ejecución de la prueba con la máxima ilusión de poder ganarla para pasar a la subasta, y en uno de los cruces por el puente construido para la ocasión, chocaron con daño para uno de ellos. Los servicios médicos de TVE atendieron inmediatamente al concursante herido, que se recuperó enseguida.

 

«Un, dos, tres...» - 1985

 

 

Y otra mucho más aparatosa ocurrió en el programa dedicado a los cómics (6 de julio de 1987), en el que uno de los concursantes, al saltar desde el practicable cayó fuera de las colchonetas habilitadas para amortiguar la caída y dio de bruces con el suelo del plató.

 

«Un, dos, tres...» - 1987

 

 

Sólo en la décima etapa del programa («Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!»), la tradicional prueba física de la eliminatoria fue sustituida por una nueva ronda de preguntas sobre la novela a la que estuviera dedicado el programa en cuestión.

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2004

 

 

LISTADO DE
ELIMINATORIAS

Haz clic para conocer cuál fue la mecánica de las
eliminatorias en cada programa de «Un, dos, tres...»

    

 

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