LA RUPERTA FANTASMA
Este juego, basado en el de “hundir los barcos”, consistía en un panel lleno de casillas con preguntas y un bote que aumentaba en 25.000 pesetas cada semana. La participación en el juego se compraba con las 3.000 ó 2.000 pesetas ganadas en la eliminatoria.
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Las parejas debían abrir una casilla y contestar a la pregunta correspondiente; si lo hacían correctamente ganaban 1.000 pesetas y podían abrir otra casilla. Si fallaban, quedaban eliminados.
Había algunas casillas especiales llamadas “Rupertas chivatas” (sólo había dos en el tablero), que descubrían todas las casillas que las rodeaban. Las más importante era la casilla de la “Ruperta fantasma”; la pareja que la encontraba ganaba todo el bote acumulado.
Normalmente, era la azafata Victoria Abril la que realizaba a los concursantes las preguntas escondidas en las casillas en las que se encontraba “don Resbalón”.
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Este juego apareció por primera vez en el programa dedicado a la filatelia (19 de noviembre de 1976) y estuvo en pantalla hasta el programa dedicado a la revista (29 de julio de 1977).
Para garantizar que el juego no estaba manipulado ni que se cambiaba la “Ruperta fantasma” de casilla, las azafatas Tere Villar y María Casal acudieron a la redacción de la revista Tele-radio con un sobre lacrado con la solución del juego para que fuera custodiado en su caja fuerte.
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Además de los concursantes que perdían en la eliminatoria y que jugaban directamente con “La Ruperta Fantasma”, los espectadores desde casa también podían participar enviando postales indicando en qué casilla pensaban que se escondería la “Ruperta fantasma”; una vez que ésta era descubierta en el plató se elegía al azar una de entre las postales que contenían la respuesta correcta, a cuyo remitente le correspondía el mismo premio que ganaran los concursantes de la subasta.
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EL JUEGO DE LA PERA
Este juego estaba basado en el de “serpientes y escaleras”. Tenía un bote que aumentaba en 25.000 pesetas cada semana y que ganaba aquella pareja que colocaba su ficha en “la repera”, que era la meta.
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Apareció en el programa dedicado al maestro Serrano (7 de octubre de 1977), y se mantuvo hasta el final de la segunda etapa (27 de enero de 1978).
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A este juego se jugaba con un dado que los concursantes lanzaban para determinar el número de casillas que avanzarían por el tablero. En caso de caer en un signo de interrogación, se les formulaba una pregunta que debían responder en cinco segundos; si acertaban ganaban mil pesetas y continuaban jugando. En caso de caer en una casilla de “peritaje”, tenían que superar una prueba; en caso de hacerlo, ganaban mil pesetas y podían continuar tirando el dado. Si no contestaban correctamente o no superaban la prueba quedaban eliminados.
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