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Temas clásicos en «Un, dos, tres...»: 2 |
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Por cierto, en la eliminatoria se utilizó un clásico del «Un, dos, tres...», el tobogán, utilizado en bastantes programas a lo largo de la historia del concurso, y en muchos finales de etapa posteriores.
SEXTA ETAPA
RESUMEN DE LA ETAPA
De corte parecido a la despedida de las dos etapas anteriores fue el último programa de la sexta etapa de «Un, dos, tres...» (4 de enero de 1988), que sirvió de resumen de toda la temporada, volviendo a invitar a concursar a parejas que ya habían pasado por el programa, utilizando la clásica eliminatoria del tobogán, emitiendo actuaciones que no se habían podido ver durante la etapa, como la del London Festival Ballet del primer programa, y un resumen de las actuaciones más impactantes de la etapa, como las de Sara Montiel, Europe, Paloma San Basilio, Sabrina, Marta Sánchez o Norma Duval, entre otras.
Las azafatas lucieron en este programa el color rosa en sus uniformes, un color que les había caracterizado desde 1982, aunque no llevaron las tradicionales gafas de secretaria.
Los humoristas, vestidos con esmoquin, fueron desfilando por la subasta y despidiéndose de los espectadores: Manolo Royo, Bigote Arrocet, que además cantó una canción en el decorado, Raúl Sénder y el dúo revelación de la etapa, los “Sacapuntas”, vestidos de angelitos porque habían “fallecido” en la semana anterior.
La subasta terminó con un estupendo número musical de apoteosis final, con la base musical de “There is no business like showbusiness”.
El programa terminó de la mejor manera posible; Jacobo y Pilar, los concursantes, en el juego del sí o no, consiguieron quedarse con el Boom, la mascota positiva del programa, que lo canjearon por un apartamento en La Marina (Alicante) y el azulejo sorpresa de Porcelanosa con un millón de pesetas.
En las palabras de despedida que Chicho Ibáñez Serrador dirigió a los espectadores al final del programa volvió a utilizar el recurso del cajón para “enterrar” el concurso, como hizo en la etapa anterior, pero de una forma más cómica incorporando a unos actores japoneses que simulaban estar siendo sometidos a una dura prueba del concurso «Endurance», que había sido uno de los espacios de la subasta durante la etapa.
Después del programa, todo el equipo celebró una fiesta de despedida en la que brindaron por el arrollador éxito del «Un, dos, tres...» una etapa más.
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