Como todos sabemos, «Un, dos, tres...» ha sido conducido a lo largo de su historia por seis presentadores, cada uno con su estilo propio y con un vestuario acorde con la época en que presentaron el programa, respectivamente.
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KIKO LEDGARD
El primero de los presentadores del concurso fue el peruano Kiko Ledgard, quien siempre aparecía en pantalla elegantemente vestido con su esmoquin y pajarita.
Durante la primera etapa del programa (1972-1973), Kiko lucía esmoquin con pajarita recta de color rojo o negro y camisa de color azul.
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Ya en la segunda etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez» (1976-1978), también presentada por Kiko, su vestuario fue variando en cada programa. Aunque no abandonaba su clásico esmoquin negro, comenzó a utilizar camisas de otro color, fundamentalmente, blancas, y la pajarita, ya en forma de lazo, dejó de ser roja para convertirse en negra; incluso, en algunos programas, los responsables de vestuario del programa quisieron arriesgar vistiendo a Ledgard con esmoquin de colores claros y pajaritas de colores distintos al negro.
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En los programas infantiles Kiko lucía un look más desenfadado, vistiendo traje con corbata de vivos colores, o incluso trajes sin corbata.
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En ocasiones, Kiko Ledgard fantaseó con su vestuario y se diseñó a sí mismo curiosos esmoquines, como uno a dos colores u otro que tenía bordados logotipos de «Un, dos, tres...».
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Como curiosidad respecto al vestuario de Kiko Ledgard, podemos señalar que siempre utilizaba tres relojes de muñeca y calcetines de colores distintos en cada uno de los pies. Se trataba de una costumbre, manía o superstición de Kiko, que mantuvo hasta su muerte.
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MAYRA GÓMEZ KEMP
La segunda presentadora de «Un, dos, tres...» fue Mayra Gómez Kemp, cuyo vestuario, visto con el tiempo, es quizás el que resulta más desfasado por aquello de que las modas pasan, y la femenina aun más rápida que la masculina.
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Los trajes de Mayra venían a ser los propios de una mujer de los 80: trajes de chaqueta, hombreras, faldas plisadas, lazos... Y una constante a lo largo de los programas: los zapatos con altos tacones, con los que Mayra se movía a la perfección y con los que trataba de disimular su reducida estatura.
Ya que estamos hablando de los zapatos de Mayra, podemos traer a colación una anécdota con Paloma Hurtado. Mayra solía usar siempre en el programa los mismos zapatos de tacón, que si bien no eran bonitos, eran muy cómodos y le permitían aguantar toda la grabación sin sufrir dolor en los pies. Paloma Hurtado siempre le decía que usara otros zapatos más bonitos, pero Mayra no le hacía caso por la comodidad de este par. En cierta ocasión, Paloma llevó unos preciosos zapatos de una famosísima firma y a Mayra le encantaron. Paloma, generosísima, se los dejó en el camerino con una nota que decía “Gracias por los zapatos que me prestaste; aquí te los devuelvo”. Mayra se quedó muy sorprendida y agradecida cuando tras la grabación del programa volvió al camerino a recoger sus cosas y se encontró ese estupendo regalo.
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Como el «Un, dos, tres...» nunca estuvo exento de polémica, a comienzos de la tercera etapa del programa, se publicó que el gasto del concurso era desorbitado y se acusó que la partida presupuestaria para el vestuario de Mayra era excesivamente elevado. La presentadora tuvo que salir al paso de los rumores y declarar que los modelos que lucía en el programa los diseñaba Carmen de la Casa, sastra de TVE, pero los pagaba de su propio bolsillo.
En multitud de ocasiones Mayra lo pasaba mal durante las grabaciones del «Un, dos, tres...», ya que para evitar que la falda se arrugara, se veía obligada a permanecer en pie durante toda la jornada de grabación, y solían ser bastante largas, ya que comenzaban a las tres de la tarde y se alargaban hasta la madrugada. |
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Para terminar con el vestuario de Mayra podemos señalar que repitió traje en muy contadas ocasiones, pero “haberlas haylas”. En los programas dedicados a la Feria de Sevilla (15 de abril de 1983) y la magia (1 de julio de 1983) utilizó el mismo traje de chaqueta rosa con volantes de color blanco.
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Uno de los trajes que Mayra utilizó en las primeras emisiones de «Un, dos, tres...» que era entero de color rosa, volvió a ponérselo en el programa dedicado a Julio Verne (22 de octubre de 1982), aunque con un chaqueta de color azul por encima.
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En los programas dedicados a Nueva York (30 de septiembre de 1983) y las revistas del corazón (17 de febrero de 1984), utilizó un traje de falda con blusa de color negro y rayas oblicuas de color blanco.
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En los programas dedicados a las fábulas (10 de febrero de 1984) y “Carmen” de Bizet (31 de enero de 1986) utilizó un traje de tirantes de cuello alto de color negro, con camisa de color rojo debajo.
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En la cuarta etapa, el traje que repitió Mayra fue el que le vimos en los programas dedicados a Montecarlo, años 20 (14 de diciembre de 1984) y las revistas del corazón (29 de marzo de 1985).
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El traje que utilizó en el primer programa de la quinta etapa (4 de octubre de 1985) volvió a utilizarlo en el programa dedicado a la mujer y la belleza (7 de febrero de 1986), aunque en este último se puso una chaqueta blanca por encima.
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En los programas dedicados a la meteorología (11 de mayo de 1987) y la fotografía (23 de noviembre de 1987) utilizó el mismo traje de chaqueta oscuro con solapas blancas.
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Y por último, el traje de chaqueta que utilizó en el último programa de la tercera etapa (13 de abril de 1984) volvió a ponérselo en los anuncios promocionales anunciando la vuelta de «Un, dos, tres...» en 1987. Curiosamente, ese traje también lo utilizó en una entrevista para la prensa que le hicieron en el templo de Debod.
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