MIMANDO A LOS ARTISTAS
INVITADOS
Narciso Ibáñez Serrador también era especialmente
atento con los artistas invitados que
acudían al «Un, dos, tres...». Procuraba que se sintieron acogidos y
arropados por todo el equipo del programa, de modo que pudieran grabar
su actuación de forma cómoda.
En los momentos de pausa de la grabación
se podían vivir situaciones de asueto, como ocurrió grabando el programa
dedicado a Las Vegas (24 de septiembre de 1982), en el que se paró a
jugar a las cartas con Chicho Gordillo,
que había sido el elegido para presentar «Un, dos, tres...» hasta que,
tras su renuncia, se fichó a Mayra Gómez Kemp.
En muchas ocasiones
Chicho diseñaba una puesta en escena para sus artistas invitados, de
modo que sus canciones pudieran lucir mucho mejor en pantalla y, además,
bien encuadradas dentro de la temática de cada noche. Fue el caso, por
ejemplo, de la actuación de Antonio y Carmen
Morales, que cantaron “Sopa de amor” sentados a la mesa de un
restaurante con unos camareros bailarines sirviéndoles la cena.
Años más tarde de
esa actuación fue la madre de Carmen y Antonio,
Rocío Dúrcal, quien acudió a «Un, dos, tres...» junto con sus
mariachis. Chicho también estuvo pendiente de ella en todo momento.
Además de intervenir como artista invitada, Rocío
Dúrcal también fue concursante en dos ocasiones, como en el programa
dedicado al mundo de la música, en el que también concursaron formando
pareja María Dolores Pradera y
Alberto Cortez. Como siempre ocurría
cuando el programa contaba con artistas invitados como concursantes,
Chicho estuvo atento y agradecido por poner su imagen pública al
servicio del programa.
Hubo personalidades, como Rocío Dúrcal y Alberto
Cortez, que participaron como concursantes en varias ocasiones, pero
también otros artistas que visitaron el programa varias veces. Es el
caso, por ejemplo, de las bailarinas de “La belle
epoque”, sala de fiestas de Barcelona de la que salieron algunas
de las azafatas (como Ivanka y Gloria), y que actuaron en «Un, dos,
tres...» en los programas dedicados al erotismo (27 de abril de 1987) y
la sexología (29 de noviembre de 1991). Chicho siempre estuvo muy atento
a la grabación de sus actuaciones.
También en los programas dedicados a la sexología
Chicho se reencontraba con la actriz Irene
Gutiérrez Caba, que repitió el papel que representó en «Historia
de la frivolidad». Chicho no sólo se volcó especialmente para que
estuviera cómoda durante la grabación, sino que le dedicó estas
palabras: “1967: te quiero. 1991: te quiero más”.
En algunas ocasiones, Chicho permitía que los
artistas invitados desarrollaran su actuación en el programa siguiendo
sus propios criterios y directrices. Así ocurrió en el programa dedicado
a la comedia musical (28 de febrero de 1992), en el que la actriz
Angels Gonyalons interpretó varios de los
números de la comedia musical “Memory” junto a las azafatas. En aquella
ocasión, las coreografías corrieron a cargo de Coco Comín, autora de las
del musical, a quien le facilitó todo lo que necesitaba para llevar a
cabo su trabajo.
Además, Chicho Ibáñez Serrador demostró, etapa tras
etapa, ser amigo de sus amigos, y no perdía nunca la oportunidad de que
acudieran al plató colectivos como la Falla de la
Plaza de Lope de Vega o Dionisio Duque
y todo su equipo de cocineros de “Casa Duque”, de Segovia.
RECIBIENDO PERSONALMENTE AL
PÚBLICO
Antes de comenzar el rodaje en la
segunda jornada de grabación, Chicho Ibáñez Serrador recibía
personalmente al público en el plató y le dirigía unas palabras de
bienvenida y de indicaciones generales de cómo se desarrollaría la
grabación.
Chicho sabía que las grabaciones de «Un, dos,
tres...» se alargaban hasta la madrugada y resultaban tediosas para el
público, por lo que continuamente organizaba juegos y concursos con los
espectadores en los momentos de pausa de la grabación.
ANIMANDO A LOS
CONCURSANTES
Dado que los concursantes eran una de
las piezas clave del programa, Chicho trataba frecuentemente con ellos
durante la grabación; trataba de tranquilizarles para que durante el
desarrollo del concurso estuvieran dicharacheros y sonrientes, de modo
que despertaran las simpatías del público.
Aunque en los programas infantiles los
niños que concursaban siempre conseguían algún premio bueno, llegaban
muy nerviosos al plató por lo que Chicho se acercaba a ellos para
tranquilizarlos y animarles para que demostraran todo lo que habían
aprendido en el colegio.
EXPLICANDO LA ELIMINATORIA
La figura de Chicho Ibáñez Serrador
volvía a hacerse presente en el plató en el momento de proceder a grabar
la eliminatoria, ya que era habitual que él mismo explicara y demostrara
a los concursantes cómo debían desarrollar la prueba.
No importaba la complicación que tuviera
la prueba eliminatoria; Chicho siempre se remangaba para hacer la
pertinente demostración a los concursantes, dejando patente que un buen
director es aquel que se implica al cien por cien en su programa.
SIEMPRE ATENTO CON LA
PRENSA
Narciso Ibáñez Serrador era plenamente
consciente de que la prensa y las revistas del corazón eran un
escaparate al que era positivo asomarse para que el público conociera
otros detalles de la vida personal y profesional de los protagonistas
del «Un, dos, tres...»; por eso, el plató del programa siempre estuvo
abierto para recibir a periodistas y fotógrafos, a los que Chicho
siempre dedicaba unos minutos durante la grabación para atenderles y
posarles para sus reportajes.
Desde luego el posado con todo el equipo cuando
comenzaba una etapa era un clásico; de este modo, todas las revistas se
hacían eco del estreno de cada
nueva temporada del concurso. Esto suponía una promoción extraordinaria
y una forma de conocer las novedades que el «Un, dos, tres...»
incorporaba.
Esta excelente colaboración entre el «Un, dos,
tres...» y las revistas del corazón se ponía aun más de manifiesto, si
cabe, en los programas especiales dedicados a la prensa rosa, en los que
los directores de las principales
publicaciones acudían a la grabación y los concursantes eran personajes
famosos.
En la última etapa de «Un, dos,
tres...», emitida después de diez años de que acabara la etapa anterior,
se hizo una importante labor de promoción de la vuelta del concurso,
totalmente apoyada por la cúpula de TVE. En la rueda de prensa que
Chicho hizo en el plató de «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!», estuvo
presente Juan Menor, Director de TVE en
2004.
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